Cierres y aperturas

Decidí empezar más temprano la reflexión de fin año y hacerlos partícipes de mi aventura interna en esta última entrega del año. La inicié revisando los artículos publicados y las noticias destacadas del año para buscar algún común denominador y la palabra-mensaje que pensé y sentí fue “incertidumbre”.

Recordé una experiencia que tuve hace varios años el día de mi cumpleaños, que sucede en Diciembre. Desde hace muchos años atrás había empezado a llevar un diario para escribir mis sueños y analizarlos por mi cuenta o con mi terapeuta. La noche anterior a ese día especial, acostumbraba realizar un ritual meditativo donde le pedía a mi inconsciente el regalo de un sueño significativo. Usualmente se cumplía mi deseo y recordaba un sueño con suficientes vericuetos o historias inspiradoras de interesantes reflexiones para ese nuevo año.

En esa particular víspera de cumpleaños, hice el ritual y me dormí con la esperanza de disfrutar ese especial sueño al día siguiente. Al abrir los ojos, cual niña esperando muchos juguetes al lado de su cama el día de Navidad, visualizo desilusionada una sola imagen. Volví a cerrar los ojos, para relajarme e intentar recordar algo más pero no sucede nada. Nítidamente se me presentaba una imagen estática, tal como una foto. Era una puerta con enmarcados rectangulares al estilo de una puerta colonial desgastada por el uso. Me llamaba la atención el particular detalle de que uno de los enmarcados tenía la madera más nueva, diferenciándolo del resto, como si lo hubieran sustituido. Estaba frustrada y desilusionada con mi sueño. ¿Cómo? ¿Sólo una puerta? A regañadientes, seguí mi costumbre de anotar lo soñado y la dibujé cuidadosamente. Cerré el diario y proseguí con el día ocupada con las actividades del cumpleaños. Me olvidé de la puerta.

Unos días más tarde en la sesión de terapia, ya repuesta de mi frustración, pude desentrañar la riqueza y mensaje del sueño de la puerta. Estaba en un momento de transición importante en mi vida. La puerta me indicaba el claro cierre de una etapa importante que llegaba a su fin. Aunque la puerta no era nueva, tenía la belleza de la pátina de tiempo y estaba funcionalmente operativa, mostrando con orgullo su rectángulo reparado.

Al profundizar lo que implicaba esta imagen, sorpresivamente percibí de una forma distinta esta puerta cerrada. Siendo una puerta, podía abrirla o cerrarla a voluntad, dejando pasar o impidiendo el paso de lo que quisiera. Estaba libre de escoger mis acciones. Pude así derivar del sueño de la puerta reflexiones inspiradoras entonces e iluminadoras ahora, en estos tiempos de transición personal y colectiva.

Incertidumbre, transición y cambio

Toda transición conlleva sentimientos de incertidumbre, de miedo a lo desconocido. Una transición implica atravesar un vacío entre un espacio o estado conocido a uno que no conocemos. William Bridges, autor y experto en el tema de la transición personal y organizacional nos apunta que la transición es un proceso psicológico que las personas atraviesan para asumir un cambio. La diferencia entre transición y cambio es que la transición es el proceso interno y el cambio es el detonante externo que genera la transición.

Cuando estamos en medio de una transición, nos sentimos como trapecistas, meciéndonos en el largo columpio para agarrar la primera barra cercana. Entonces debemos coordinar el impulso y la cercanía suficiente para agarrar la otra barra enviada desde el extremo opuesto. Para poder alcanzarla tenemos que soltar la barra que nos sostiene y así llegar a la plataforma del otro lado. Sin embargo, esto no sucede simultáneamente. Entre soltar una barra y agarrar la otra estaremos suspendidos en el vacío, sintiéndonos vulnerables.

Ahora bien, ¿cómo creen que podemos sentirnos si en vez de tener – como el trapecista – una plataforma para descender, no visualicemos un destino de llegada? Este año hemos sufrido una situación de alta incertidumbre personal y colectiva por el COVID-19, un virus desconocido que desató un contagio a nivel global.

A muchos se nos ha paralizado la forma de vivir, especialmente la forma de relacionarnos. Se han perdido miles de empleos por la paralización del comercio y de otras actividades económicas. Las instituciones educativas, al igual que ciertos tipos de actividades han modificado drasticamente su forma de trabajar, dependiendo principalmente de una tecnología que no está al alcance de todos.

Recientemente se ha incrementado nuevamente el número de contagiados por el virus en localidades, ciudades y países. Las situaciones y políticas de abordaje han sido diferentes, sin embargo, se detectan aspectos causales comunes como el cansancio de la población relajando las medidas restrictivas y el cambio de estaciones favoreciendo las actividades en espacios cerrados aumentando las posibilidades de contagio. Tampoco hay perspectivas a corto plazo de una inmunización a gran escala, aún con las vacunas desarrolladas ya en su última fase para ser aprobadas. Lo más duro de esta particular transición que estamos sufriendo, tanto personal como globalmente, es que no es posible determinar ni el tiempo que durará, ni la forma que tomará lo que será seguramente nuestra nueva normalidad. Es decir, no tenemos un puerto de llegada, ni sabemos cuanto durará la travesía.

Apertura y re-encuadre generativo

Enfrentada a esta situación, empecé a revisar distintas propuestas de cómo enfrentar la transición de esta pandemia y brindarles un panorama alentador para el nuevo año. Así como cuáles serían los cambios temporales que pudiéramos implementar para tomar la otra barra del trapecio y poder llegar a un destino – todavía no conocido – en algún momento.

Los autores Bill Burnett y Dave Evans, después del éxito de sus libros Diseñando tu vida y Diseñando tu vida profesional, ya tienen el núcleo y título de su próximo libro: Diseñando tu vida Covid: Cómo prosperar, cambiar y mantenerte generativo durante Covid. Basándose en los planteamientos de Bridges acerca de las transiciones, ellos expanden la forma de abordar el centro de la transición o Zona Neutral, donde estamos ahora en tiempos de COVID-19.

Según el modelo clásico de Bridges no podemos pasar directamente de la Zona A (finalización, pérdida o dejar de lado) a la B (nuevo horizonte, lugar, situación). Cuando salimos de la zona A entramos a la Zona Neutral, donde procesamos la transición para el nuevo escenario de la Zona B. Los autores Burnett y Evans plantean que a veces no asumimos plenamente la estadía en la Zona Neutral, porque no hemos finalizado o aceptado la pérdida de la Zona A. Nos engañamos pensando que la Zona Neutral es más bien como una Sala de Espera – quizás algo fastidiosa – pero de la cual saldremos en algún momento, para retornar al mismo lugar donde estábamos anteriormente.

Ante lo desconocido de la situación y posible evolución del Covid-19 muchos escogimos estar en la Sala de Espera, negando inicialmente la gravedad de la situación o pensando que esto pronto terminaría y volveríamos a la antigua normalidad. Sin embargo, dolorosamente las evidencias abrumadoras de la dificultad de controlar la pandemia y las perspectivas cada vez más certeras de que tendremos una normalidad diferente a la de pre-COVID-19, nos han hecho revisar posibilidades con las cuales podamos abordar nuestras dificultades y salir de la mentalidad de la Sala de Espera que nos impide transitar una etapa psicológica clave del proceso de transición.

En el video Designing Your Covid Life: Generative Reframing, Burnett y Evans nos plantean un camino:

1. Re-encuadrar nuestra perspectiva de la situación.

Asumir plenamente la Zona Neutral como un nuevo lugar temporal de llegada no es un simple conformarse, ni tampoco un premio de consolación por no haber llegado todavía a nuestro destino final. De esta forma recobramos nuestra capacidad de escoger o decidir cómo vivir en ella. En palabras de Bill Burnett debemos considerar esta Zona Neutral como un “buen lugar para estar” mientras construimos escenarios posibles futuros.

2. Reconocer y aceptar que estamos viviendo una transición.

De esta manera pasaremos a procesar nuestros sentimientos de confusión, pérdida y frustración o el escepticismo tratando de ignorar la gravedad de la situación. No tenemos otra opción. Ya no estamos deteniendo el proceso psicológico que necesitamos para poder movilizarnos hacia el cambio. Lo más importante es que bajaremos nuestra ansiedad al visualizar un panorama claro aunque no sea el definitivo.

3. Recordar frecuentemente que estamos navegando la Zona Neutral.

Crearnos un pequeño mantra que repetiremos diariamente, que nos permita estar atentos a valorar cada decisión que hagamos en este tiempo y recordar que estar en un “lugar suficientemente bueno por ahora”, es un buen lugar para estar.

Espero que esta práctica de re-encuadre les sea útil durante este fin de año y alimente sus reflexiones del 2021. Como siempre, les deseo lo mejor para navegar esta difícil situación durante las navidades. Cuenten con mi disposición para contestar cualquier duda o sugerencia acerca de estos artículos a través de mi página web.

Jeannette Díaz

Nota: La imagen es del Walt Disney Concert Hall de Frank Gehry. Los Angeles – USA.

Nota sobre la autora:

Jeannette Díaz es Doctora en Educación de la Universidad de Massachusetts, Amherst, Profesora Titular Jubilada de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela. Durante sus 28 años como docente, Coordinadora Académica y Coordinadora de Investigación disfrutó siendo mentora y coach de estudiantes y profesores apoyándolos en el desarrollo de sus habilidades creativas y progreso en sus carreras docentes. Formalizó esta área de interés cursando estudios y obteniendo la Certificación como Integral Master Coach® de Integral Coaching Canada. Es miembro de la Federación Internacional de Coaches en el nivel Profesional (PCC). Actualmente trabaja como coach, ayudando a profesionales creativos, arquitectos y emprendedores a cerrar la brecha entre sus expectativas y logros alcanzados.  Página web de Jeannette Díaz