«Dedicado a Alicia Ponte-Sucre»
Introducción
El órgano más complejo del Mundo y de una extraordinaria belleza es el cerebro humano. Él controla la mente que nos define como individuos y nos permite pensar, sentir, emocionarnos, percibir y es el que define nuestro comportamiento, el SER que somos, lo que uno sabe, nuestra ideología, el lenguaje, entre otros atributos de la cognición. “Yo soy mi cerebro”.
A pesar de que, en tiempos recientes, el avance de la neurociencia ha sido fenomenal, incluyendo la aparición de la neurotecnología, mencionada en la parte I (recomiendo leer primero la parte I), al presente, todavía no se conoce a ciencia cierta cómo funciona el cerebro, ni la fisiología de los circuitos neuronales que forman redes en la corteza cerebral, al desarrollar una respuesta ante un estímulo del ambiente. No se conoce cómo la mente elabora el pensamiento, aunque, se han estudiados los procesos bioquímicos que ocurren durante la comunicación neuronal. Veremos más adelante algunos ejemplos de la neurotecnología.
Por otro lado, hemos avanzado mucho en el estudio holístico de las interacciones cuerpo-cerebro-mente-emociones y sentimientos, que forman un Todo en el cuerpo humano (Parte I). Dada la extensión de esta parte, no fueron incluidos dos criterios, los sentidos y la percepción, conceptos primarios y significativos, que constituyen la materia prima del pensamiento, guían el camino del logro de una salud mental y aportan indicios sobre cómo trabajan el cerebro y la mente.
Los procesos cognitivos del cerebro, específicamente de la corteza cerebral, por vía de la percepción,inicialmente se encargan de interpretar la información que viene del entorno a través de los sentidos. Luego esa información es organizada, analizada y traducida a un sentir y un comportamiento. Esta es la base esquematizada de la cognición; es así como el funcionamiento del cerebro se traduce en la mente que define cómo pensamos, cómo sentimos o cómo somos individuos; claro todo depende del entorno en donde transcurra la vida, por eso somos distintos y únicos.
Aunque, existen divergencias en las opiniones entre los neurocientíficos, las investigaciones abren nuevos caminos para poder llegar a conclusiones más definitivas sobre la mente. Comenzaremos revisando los conceptos de “sentido sensorial y percepción”, para luego concluir con la descripción de las complejas fases del desarrollo de la cognición, de los procesos cognitivos y de los adelantos en la neurotecnología.
Sentidos sensoriales y receptores de los estímulos
Es primordial hacer una síntesis de los sentidos sensoriales porque son la puerta de entrada del estímulo/información al cuerpo y los que permiten obtener información de lo que ocurre a nuestro alrededor o internamente en el organismo. A saber, forman parte del sistema que le da entrada al estímulo, se activen los receptores sensoriales del organismo, sea decodificado y transformado en un impulso nervioso.
La base fisiológica de la sensación se inicia con los procesos a través de los cuales el mundo, externo o interno, actúan en los receptores sensoriales dando lugar a impresiones que sumadas constituyen la sensación. Es decir que los sentidos, cuando presentan la información del entorno activan a estas células sensibles y, entonces, ellas transforman la energía de un estímulo físico en un potencial de acción que se traduce a impulsos eléctricos y químicos. Estas señales nerviosas pueden entonces viajar hasta el cerebro donde son procesados por la mente. De esta manera, los sentidos son la primera vía que el cuerpo tiene para ver la realidad, conocer lo que sucede y comprender el mundo en el cual se vive.
El ser humano tiene 8 sentidos sensoriales: los 5 muy conocidos -vista-oído-olfato-gusto-tacto- en donde se encuentran los receptores que captan la información que proviene del exterior; a la vez, tenemos tres sistemas internos que nos transmiten información de lo que ocurre en el interior del cuerpo. Estos sistemas son la interocepción, por medio de la cual se perciben las sensaciones internas del cuerpo como la respiración, el hambre, los latidos del corazón, entre otras; la propiocepción que permite darse cuenta o tener consciencia de la posición, movimiento, tensión muscular y articulaciones del cuerpo sin necesidad de usar la vista; a la par, la propiocepción utiliza la información que proviene de los receptores sensoriales de los músculos, articulaciones y tendones, a la par, que ayuda a incrementar la consciencia corporal o capacidad de estar atento y de percibir sensaciones físicas y emocionales que experimentamos internamente en el cuerpo; el tercer sistema es la entrada vestibular ubicada en el oído interno que se encarga del equilibrio y la postura.
Partiendo de que “el cuerpo percibe antes lo que la mente aún no sabe”, la respuesta a la señal del cuerpo será inconsciente y antes que nos demos cuenta, así lo explica Nazareth Castellanos en este video. Esta reacción a las sensaciones del cuerpo (piel, corazón, sistema digestivo) frente a un estímulo interno es comunicada al cerebro de forma elaborada, por lo que la decisión será inconsciente. En esta situación es cuando la propiocepción e interocepción son claves en la toma de decisiones.
Para evitar este reaccionar inconsciente, debemos tener consciencia de las sensaciones y experiencias corporales antes de que lleguen a nuestra mente y tomar la decisión conscientemente en conjunto: cuerpo-mente. Es necesario aprender a percibir el susurro del cuerpo, o señales que funcionan como un preaviso. Existen técnicas para desarrollar los sentidos internos que nos ayudarían a vivir con más consciencia, promoviendo de esta manera el bienestar físico y emocional.
En fin, el cuerpo como receptor, almacenador y comunicador del mundo sensorial es crucial para la toma de decisiones y el avance de la cognición.
Percepción de los estímulos sensoriales, externos e internos
“La percepción es la manera cómo el cerebro interpreta las sensaciones que recibe de los sentidos y elabora una determinada impresión, consciente o inconscientemente, acerca de la realidad del entorno”. Es importante diferenciar el estímulo de la sensación: estímulo es una señal, externa o interna, que excita a un receptor sensorial y sensación es la respuesta que produce ese estímulo en el cuerpo. A la vez, la percepción es el primer proceso cognoscitivo de los eventos mentales, mediante, la cual, el cerebro selecciona, organiza e interpreta la sensación a partir de la historia personal y experiencia grabadas en la mente.
Es oportuno describir someramente los pasos que ocurren en el cerebro/mente ante los estímulos/sensaciones y su articulación en los procesos mentales.
En base a lo descrito anteriormente y resumiendo, el cuerpo recibe un estímulo, provoca una sensación, que puede ser captada por una neurona y cuya estimulación la convierte en energía con actividad neural, capaz de generar señales que son trasmitidas al cerebro, de neurona a neurona, donde las señales son procesadas y provocan una respuesta.
Las comunicación entre neuronas se realiza mediante conexiones, generalmente mediadas por moléculas, denominadas sinapsis químicas, un tipo de conexión interneuronal, durante la cual ocurre la liberación de neurotransmisores, hormonas u otros neuroquímicos. Los neurotransmisores aseguran la transmisión de los mensajes de una neurona a otra, además, tienen distintas funciones y son parte de la base de las emociones y sentimientos.
La interconexión sináptica entre neuronas conduce a la formación de redes o circuitos neuronales de forma y distribución ordenada mediante procesos flexibles. La estructura o arquitectura de estas redes permiten al sistema nervioso central (SNC) ejercer una función específica, de acuerdo a la percepción del estímulo/sensación, y generar una respuesta acorde a lo que ocurre alrededor de la persona. Estas redes se encuentran extendidas en la corteza cerebral, formando árboles sinápticos con inmensos conjuntos de circuitos que pueden potenciarse o degenerarse, dependiendo de si el estímulo es o no frecuente, de la actividad eléctrica o si hay sinapsis o no.
El cerebro humano es la inspiración para la construcción de la arquitectura de una red neuronal, utilizada en la Inteligencia Artificial. En los humanos, el proceso neuronal es muy complejo e ininteligible. Solo imaginar cómo sería el disparo de circuitos eléctricos formado por 1.000 millones de neuronas ante una sensación es demasiado engorroso y complejo. No podemos crear esa imagen en la mente.
Neurona – Axon – Dendritas – Synapsis
Este es un resumen, muy reducido, del camino recorrido desde que el estímulo entra al cuerpo por los sentidos sensoriales hasta la generación de una reacción, respuesta o conducta:
Estímulo externo — Neuronas — Sinapsis/comunicación — Circuito neuronal/liberación de neuroquímicos — Emoción — Reacción/comportamiento.
Antonio Damasio comenta “las emociones en el cuerpo preceden a los sentimientos en la mente después de percibir las reacciones y relacionarlas con el objeto que las ha causado”, de esta forma se construye el cuerpo como un Todo. Agrega: “Una persona hiper-racional que intenta razonar sus decisiones sin la emoción es, de hecho, incapaz de alcanzar decisiones correctas”.
Repetimos que, en general, la percepción es el proceso mental que organiza e interpreta el estímulo/información de acuerdo a lo almacenado del pasado sociocultural, en la memoria (familia, creencias, educación, valores, socialización, aprendizaje, cultura y experiencias), al interior del cuerpo humano (dolor en una pierna o en el estómago) y a las nuevas experiencias. Así que esta impresión es parcialmente pre – influenciada por el pasado.
Al mismo tiempo, la percepción puede ser automática o consciente. La primera, asociada a un comportamiento mecánico, es subjetiva, aprendida, inconsciente, reiterativa y rápida porque el estímulo o información es conocido por la memoria inconsciente, no necesita atención y se realiza sin o con poco esfuerzo; por ejemplo, caminar, comer, bañarse, manejar, entre otras conductas rutinarias, y, porque requieren poca energía ocupan el 95% de las actividades del día a día. También pueden ser reacciones ante el peligro, personas o situaciones aprendidas que escapan al control consciente y se convierten en un hábito.
Igualmente, la percepción puede ser consciente cuando el comportamiento es el resultado de un proceso cognitivo pensado, analizado y también contrastado con la historia personal; ésta ocupa el 5% de nuestro actuar porque necesita mucha energía ya que no es una reacción, sino una respuesta que requiere de acciones o comportamientos dirigidos a un fin. Su resultado es afín a comportamientos flexibles, conscientes y reflexivos.
A la par, la percepción es una virtud de nuestro cerebro porque puede cambiarse con la ayuda de nuevas experiencias, hábitos y pensamientos, moldeando, en consecuencia, una nueva realidad. Su importancia radica en que somos así (porque nos define), a la vez que, podemos también cambiar y ser distintos, si se desea y se tiene disciplina.
En fin, la información sensorial no puede transformarse, en cambio, la percepción o atención a la misma sí puede cambiarse, hecho que muestra otro vértice de la interrelación cerebro – mente. Entonces, es muy importante tener nuevas experiencias, aprender y practicar, practicar y practicar para transformar nuestra persona o nuestro YO.
Desarrollo y funciones de los procesos cognitivos.
El desarrollo cognitivo es el proceso mediante el cual la persona va adquiriendo la capacidad y habilidad de pensar, razonar e interactuar socialmente, por medio de las funciones cognitivas. Es decir, con el desarrollo cognitivo, progresivamente y a medida que pasa el tiempo, el cerebro va organizando mentalmente la información que recibe desde los sentidos y comienza a resolver situaciones nuevas con base a experiencias anteriores. En otras palabras, son procesos mentales que tienen como fin de encausar y reorganizar información esencial para la comprensión y adaptación al medio ambiente o entorno.
El estudio de la evolución de la cognición por etapas le permitió a Jean Piaget elaborar su teoría de desarrollo cognitivo, una de las más reconocidas y adelantadas para su época. Su trabajo dio significado a la comprensión de cómo piensan y aprenden las personas, observando los períodos cognitivos de los niños al transcurrir el tiempo. Así, delimitó 4 etapas o períodos: sensorio-motora (a 2 años), preoperacional (2 a 7 años), operaciones concretas (7 a 11 años) y operaciones formales (11 a 17 años). Para Piaget “el desarrollo cognitivo es el producto de los esfuerzos del niño o niña por comprender el mundo”. Durante esos esfuerzos, el niño construye su propio conocimiento y su propia realidad a partir de su memoria y de la interacción con su entorno.
A partir de la neurociencia, se comprueba que el desarrollo del cerebro sucede por etapas y va acompañado del desarrollo de la cognición, lo que hace universal la teoría de Piaget. El cerebro de los niños y su evolución está muy bien descrito en el artículo “El desarrollo del cerebro de los niños” que contiene los siguientes aspectos: Neurodesarrollo y ambiente, Desarrollo normal de la primera infancia, Cerebro y neuronas, Neurodesarrollo en la infancia y Algunos ejemplos para estimular el neurodesarrollo.
Por otra parte, las funciones cognitivas son procesos más definidos que nos facultan para realizar cualquier tarea, de forma que la persona puede participar activamente en recibir, almacenar, procesar y elaborar la información que recibimos del ambiente que nos rodea. El ejercicio de estas funciones es importante en el desarrollo cognitivo.
Entre estas funciones, se encuentran la atención, memoria, orientación, el lenguaje, la percepción, razonamiento, motivación, las gnosias o reconocimiento de información anteriormente aprendida a través de los sentidos (música, olores, situaciones, personas o síntomas del cuerpo), funciones ejecutivas, la praxis o habilidades motoras y la habilidad para movernos y percibir la profundidad y distancia del espacio.
Estas funciones comprenden procesos mentales/cerebrales, algunos complejos (funciones ejecutivas) y otros simples como son: las sensaciones (registrar información a través de los sentidos), percepción (imagen mental que le da forma a la sensación a partir de lo almacenado en la memoria), atención (centrarse o concentrarse en una determinada sensación) y memoria (almacenar la información útil para el futuro). Estas funciones habilitan la capacidad de actividades cotidianas como cocinar, hablar, caminar, estudiar, entre otras. Los procesos cognitivos complejos o superiores incluyen el pensamiento, lenguaje, aprendizaje, creatividad, inteligencia y las funciones ejecutivas. En ambos tipos de procesos, como ya fue señalado, la percepción cumple una función clave en “cómo somos”.
Las funciones ejecutivas son las responsables de la monitorización y regulación de los procesos cognitivos en la realización de funciones mentales complejas. Son destrezas que comprenden la organización, anticipación, planificación, memoria de trabajo, flexibilidad mental, autorregulación, inhibición y control de la conducta. Gracias a estas destrezas podemos autocontrolarnos y autorregularnos emocionalmente con el fin de frenar los impulsos y tomar decisiones más racionales.
Insisto en recordar que la percepción influye, y mucho, en la realidad de cada quién; pero, a su vez, es vulnerable a los cambios del entorno tales como experiencias, creencias y cultura. Esta vulnerabilidad puede ser negativa cuando el ambiente no es estimulante o es inflexible como pasaría con ciertas religiones, cuyas normas y creencias deben ser seguidas rigurosamente, sin cometer errores. Este tipo de percepción no cambia en el tiempo y la realidad interna tampoco cambia. Son personas muy rígidas y difíciles para lidiar con las circunstancias.
A la vez, esta vulnerabilidad puede ser positiva en un ambiente cambiante, flexible, abierto a nuevas experiencias, de manera que la percepción pueda ajustarse o adaptarse a la realidad. Es decir, según sea mi percepción puedo ver al mundo bello o feo, puedo ser optimista o pesimista, puedo ser más o menos feliz. Los pensamientos pueden cambiar la percepción, lo que quiere decir que tenemos la capacidad de cambiar.
Estimulación cognitiva en niños
El conocimiento del pensar, razonar y utilizar las funciones cognitivas se adquiere mediante el aprendizaje y la experiencia, a medida que vamos utilizando a lo largo de la vida, la memoria, el lenguaje, la percepción. La evolución de estas capacidades es el fundamento de oportunidades para el desarrollo cognitivo, por lo cual, la estimulación -temprana- cognitiva contribuirá a este desarrollo.
La estimulación cognitiva en niños comprende actividades mentales diseñadas para desarrollar, mejorar o mantener las funciones cognitivas. Al mismo tiempo, los juegos, entre otras actividades, refuerzan la socialización de los niños en la familia y en la escuela y mejoran su atención y aprendizaje, así como su plasticidad cerebral. Por supuesto, que cualquier estimulación del “pensar” contribuye a mantener o desarrollar la adaptación frente a los cambios que ocurren con mucha frecuencia en el entorno en donde se desenvuelve cada niño; esta adaptación incentiva un comportamiento saludable en el medio familiar, escolar, social y sociocultural.
Yo agregaría que estos procesos también son elementos claves para consolidar una mejor calidad de vida y prevenir problemas de salud. La mente puede todo, si se desea y siempre que sea entrenada. Como decía Ramón y Cajal “podemos ser los escultores de nuestro propio cerebro”. No menos significativo es que la estimulación cognitiva temprana incide positivamente en el aprendizaje, en la autoestima, en la interacción con el entorno, como ya se dijo, y disminuye la aparición de emociones negativas.
A cualquier edad, es igualmente importante la estimulación cognitiva, la cual contiene para el entrenamiento cerebral, actividades de acuerdo a la edad. En general, todo lo que implique transformaciones, desafíos y aprendizaje, así como el hábito de la lectura y de los ejercicios físicos son fundamentales para mejorar la capacidad y el desarrollo del cerebro. Precisamente, este beneficio ocurre gracias a la neurogénesis y neuroplasticidad de la mente y contribuye con la “reserva cognitiva”. Continúa en la Parte IIb
Irene Pérez Schael
Imágen: Mayo Foundation for medical education and research
NOTA: Este texto tiene 2 partes, IIa y IIb. Saldrán publicados en la sección Con Lupa uno detrás del otro. Disculpen y muchas gracias