Introducción
En el transcurso de este año hemos disertado sobre la epigenética, el pensar, el funcionamiento de la mente y de cómo cambiar. En esta oportunidad, trataremos la neurobiología de las neuronas espejo o las neuronas de la empatía, imitación, socialización, aprendizaje, vinculación con los medios digitales, entre otros factores. La verdadera importancia de estas neuronas radica en que muestran que somos seres sociales en una dimensión considerable, lo que quiere decir que la familia, la comunidad y la sociedad son conceptos inherentes al ser humano. De aquí que MiradorSalud persevera en la publicación de temas con contenidos impulsadores de cambios y de un aprendizaje, con el fin esencial de poder ahondar en el SER/YO y desde distintos vértices del conocimiento.
Este artículo será dividido en dos partes (I y II) que serán publicadas el mismo día. En la primera abordaremos la introducción, descubrimiento, ubicación y funcionamiento de las neuronas espejo; en la parte II relevancia en la aplicación clínicas y en otras áreas, vínculo e impacto con lo digital, epigenética, controversias y recomendaciones prácticas.
Una revisión y análisis (1996-2024) de las publicaciones acerca de las neuronas espejo que describen sus investigaciones y especifica que han tenido un profundo impacto en múltiples disciplinas, a saber: ciencia cognitiva, psicología, biología, lingüística, estética, inteligencia artificial (IA), sociología y antropología. Hecho inaudito que nos conduce a profundizar más y más en el conocimiento del cerebro.
Las Neuronas Espejo, descubiertas en la última década del siglo pasado, llamadas así por su función de imitar como ocurre al reflejarnos ante un espejo cuando estamos frente a él; dicho de otra manera, las neuronas espejo se activan cuando la persona está realizando un movimiento, como agarrar un objeto, a pesar de que, asombrosamente también se activan cuando la persona observa a otra pasivamente hacer la misma acción; actividad que consiste en movimientos manuales, orales o gestos faciales.
Esta capacidad de reflejar las acciones del otro y de comportarse como un reflejo en el observador, amén de ser inconsciente, es equivalente a una representación interna de la acción del otro; más aún, es la “comprensión de la acción, intención y emoción de los demás desde nuestro interior”, hecho que pudiera reflejar o predecir el comportamiento de la otra persona.
En otras palabras, el cerebro tiene la capacidad de imitar los movimientos del otro, sin ejecutarlos, mediante la activación de estas sensomotoras neuronas, lo que crea una sincronicidad entre el narrador/acción y el oyente/visión. Dicha función sociocognitiva le otorga al ser humano la capacidad de comprender una acción o movimiento ejecutada por otro y así distinguir entre “mi acción y tú acción” “o “ponerse en el lugar del otro cuando se observa una acción”; algunos afirman que es una revolución en el comportamiento social porque estas neuronas son células que leen las mentes.
Las neuronas espejo fueron descubiertas por serendipia, como ha ocurrido en múltiples ocasiones, por un grupo de investigadores de la Universidad de Parma-Italia, encabezados por Giacomo Rizzolatti, en 1996 Este evento ocurrió cuando ellos estudiaban las áreas motoras del cerebro de monos macacos que se activaban con el movimiento de los animales. La investigación consistía en darle un alimento al mono, monitorear por medio de un implante neuronal directo el disparo de las neuronas frente a una acción motora, y observar cuáles de ellas se activaban.
Lo esperado fue la ubicación de las neuronas motoras en el cerebro del mono, como realmente ocurrió. Sin embargo, durante un descanso, mientras un investigador del grupo comía una fruta delante del mono y este lo miraba, sucedió que también se dispararon en el animal las descargas en las mismas neuronas motoras, pero, aleluya, esto sucedió sin que el mono hiciera ningún movimiento. Era como si el animal estuviera comiendo la fruta, aunque estaba quieto y solo veía a la persona que se comía la fruta. O sea, este grupo de neuronas que se activaban cuando se ejecutaba una acción motora, a la vez que también sucedía cuando se veía a otro realizar el mismo movimiento, eran las neuronas sensorial-motoras o las Neuronas Espejo. Aquí el relato y los videos originales del descubrimiento de estas neuronas muy bien explicado por la Dra. Silvia López.
Luego de realizar varios experimentos, corroboraron lo que habían descubierto. Este efecto representaba una interpretación de la acción o de la intención del otro en su mente. Habían descubierto unas neuronas que se comportaban como un espejo. Otra publicación del mismo grupo de 1996. Ver video de Rizzolatti.
Y la ubicación de las neuronas espejo del cerebro…
La corteza cerebral: es la estructura somatosensorial que genera la percepción consciente del acto motor y que participa en el aprendizaje, activando el complejo neuronal espejo de las áreas motora y visual.
Estas neuronas sensorial-motoras o neuronas espejo, asociadas a la vista y al movimiento voluntario, fueron descubiertas en la corteza cerebral premotora del macaco por Rizzolatti, como ya se ha explicado. Sin embargo, la ampliación de los estudios de estas neuronas producto del avance de la ciencia y, particularmente, de la imagenología, han sido enormes y ha permitido que las mismas hayan sido identificadas en distintas zonas, además de la ya nombrada corteza cerebral premotora ubicada en el lóbulo frontal que interviene en control de los movimientos y en la planificación y entendimiento de las acciones. Estas otras zonas son: 1.- la corteza somatosensorial en el lóbulo parietal inferior que participa en el procesamiento sensorial del cuerpo como el tacto, la temperatura, el dolor, así como igualmente conecta la información visual con los movimientos; 2.- el área de Broca, ubicada en el lóbulo frontal que está involucrada con ciertos aspectos del lenguaje; y 3.- la ínsula y la corteza cingulada que son estructuras cerebrales separadas: la primera está ubicada profundamente en el cerebro y la corteza cingulada anterior se conecta con el lóbulo parietal y el frontal, ellas se activan con las emociones y con las conductas ajenas/cognición. Igualmente, estas neuronas interactúan con el hipocampo y el cerebelo juega un papel importante en estas neuronas, aunque hasta ahora no se hayan identificado en estas áreas.
Se conoce un predominio de la participación de las neuronas espejo en el hemisferio derecho relacionado con el comportamiento social, la empatía y la comprensión de conductas, sentimientos y emociones ajenas. Mientras que, las neuronas que participan en acciones o movimientos se observan más en el hemisferio izquierdo por lo que se señala que este hemisferio codifica la acción en concreto, resultando el lado más activo durante la observación de una acción por el individuo observador. También se activan con sonidos relacionados con acciones motoras.
Resumiendo, el sistema somatosensorial se activa por distintos receptores que traducen y transmiten la energía externa al sistema nervioso a través de una comunicación mediada por el potencial de acción que transfiere y media por la percepción la información sensorial al sistema nervioso, particularmente a la corteza cerebral que percibe el mundo externo e interno.
Fuente: Burgos Zambrano y Cabrera Ávila (2021)
Y el funcionamiento neurobiológico/neurofisiológico…
La amplia distribución y comunicación de las neuronas espejo en el cerebro les permite jugar un papel relevante en la cognición social, adquisición del lenguaje, socialización, la comprensión de la acción y el aprendizaje por imitación. A la vez, de alguna manera pudieran estas relacionadas con el Autismo y el mejoramiento del Parkinson. Sus vínculos con la psicología y neurociencia proporcionan conocimientos interdisciplinarios como, por ejemplo, el de la biología de la empatía humana que puede enriquecer la robótica y la IA e incrementar la comprensión del comportamiento humano y profundizar en el entendimiento de la autoconsciencia, herencia cultural e interacción social.
Estas experiencias sensoriomotoras son muy importantes desde el nacimiento hasta los dos años y permiten comprender el mundo mediante interacciones de tipo motoras y sensoriales (vista, oído y tacto) con los objetos, como ya fue señalado.
Y su capacidad de imitar y la empatía…
La capacidad de imitar nace con nosotros, comienza a manifestarse desde los primeros días de la vida y es la primera herramienta que dispone un bebé para aprender, amén de que le permite interactuar con el entorno, aprendizaje que se desarrolla hasta los 7 años de edad. No es casual ni genético que existan algunas conductas idénticas entre padres e hijos o marido y mujer.
Según Ramachandran VS, entre las bases de las neuronas espejo se encuentra el fundamento para comprender la empatía, comprender al otro por la lectura de la mente, el aprendizaje por imitación y la evolución del lenguaje. De acuerdo a este neurocientífico y profesor del Programa de Neurociencias de la Universidad de California, San Diego, USA, el imitar puede ser una característica que involucre la incorporación de la cultura en el tiempo y la evolución del lenguaje sin necesidad de involucrar a la genética; agrega “un gesto comprendido por un bebé podría encapsular medio millón de años de evolución cerebral en los primates”. En su ensayo publicado en 2000, analiza meticulosamente la relación entre estas neuronas, la evolución y el lenguaje. El distinguido profesor Ramachandran, en 1995, había decretado la “Década del cerebro”; posteriormente añadió que “las neuronas espejo harán por la psicología lo que el ADN hizo por la biología: proporcionarán un marco unificador y ayudarán a explicar una serie de habilidades mentales que hasta ahora han permanecido misteriosas e inaccesibles a los experimentos”. Él sugirió que estas neuronas eran fundamentales no solo para mejorar la comprensión, sino también para darle forma a nuestra naturaleza social.
Las neuronas espejo nos permiten comprender las acciones de otra persona y sin comunicación verbal, y permiten ponerse en el lugar del otro y de comprender sus emociones y sentimientos, lo que es la empatía, por lo que las llaman las neuronas de la empatía. Gallese señala que todos estos hallazgos ilustran que “la identificación social tiene una base encarnada, estratificada, mapeada sobre circuitos neuronales compartidos”; lo social es natural y propio del ser humano.
También se relacionan con el aprendizaje por imitación. Por ejemplo, somos capaces de valorar, crear cine y teatro gracias a estas neuronas. Estos son medios que nos transmiten sentimientos, valores, visiones del mundo y de la historia, a fin de cuentas, todo lo que nos enriquece como seres humanos. En este proceso, las imágenes, herramientas muy poderosas, que nos llegan por el sentido de la vista, llevan el mensaje a una velocidad asombrosa a aquellas neuronas que han sido previamente sensibilizadas por lo que hemos visto, sentido, o emocionado, en fin, por lo que hemos vivimos. Significativamente, el teatro comunica más que el cine, demostrado en un experimento japonés cuando al compararlo con el cine se encontró una mayor respuesta emocional en el teatro. Otro aspecto revelador es el vínculo de la emoción con la música porque la música evoca estados emocionales y recuerdos que activan las neuronas espejo de la ínsula anterior y de la circunvolución frontal inferior posterior, vínculo que se manifiesta en emociones complejas compartidas entre el intérprete y el público. Es decir, que la experiencia musical nos hacer sentir mucho más que las palabras, debido a su relación con la imitación, empatía y conexión emocional.
Por otro lado, cuando observamos nuestro entorno y reconocemos lo que nos rodea, esta información genera una actividad neuronal que nos permite comprender y prever los comportamientos de lo que observamos y hasta podemos vivirlo y emocionarnos. Este sería el fundamento neurofisiológico que nos permite entender las acciones, gestos y conductas de otros. Si nuestras vivencias son pobres nuestra capacidad de empatía será pobre.
En fin, la empatía promueve la generosidad, altruismo, libertad, valores importantes para tener una socialización consolidada y adecuada. Si nosotros entendemos los valores y las necesidades humanas es más fácil integrar la información que nos llega con lo que conocemos sin necesidad de conocer demasiado al otro. Otro aspecto de la empatía es que nos permite conocernos a nosotros mismos y esta es la base para comenzar a cambiar. Así que la actividad de las neuronas espejo son una fuente de crecimiento y evolución personal, la cual facilitará la interacción social y son fundamentales para la comprensión y evolución de la cultura.
A sus 80 años, Rizzolatti señala en una entrevista que este mecanismo espejo, como lo llamó, se activaba con las emociones como la risa, muy contagiosa, comprobada experimentalmente, y muy utilizada por los cómicos, mediante la activación del giro cingulado ubicado en donde se tocan ambos hemisferios del cerebro. Una anécdota: “Yo me río mucho y de manera muy estruendosa. Bueno, en una obra de teatro muy divertida, la gente disfrutó mucho riéndose oyendo mi ruidosa risa. No se habían reído tanto en otras presentaciones”. Recordar que la risa es beneficiosa para la mente.
Por otro lado, Rizzolatti señala que la zona del giro cingulado también envía alertas de posibles peligros. Adicionalmente, dice que este mecanismo espejo asociado a la empatía nos revela nuestra naturaleza por la cual sentimos dolor cuando lo vemos en otra persona. Mecanismo que “nos permite estar no solo en el mismo estado cognitivo sino también en el afectivo”. Remata con que estas capacidades se diluyen en el mundo digital, donde realmente se está solo.
En fin, podríamos considerar que estas neuronas constituyen el descubrimiento más importante de las últimas décadas porque desempeñan una función entre las capacidades cognitivas y la vida social y más importante aún por el papel que juegan en la evolución cultural.
Y el lenguaje corporal…
Igualmente, esta actividad neuronal podría ser el sustrato de los elementos paralingüísticos, como los gestos y movimientos corporales que le dan énfasis al discurso o narrativa y que conforman el lenguaje corporal que comprende todas las señales, conscientes o inconscientes, del cuerpo que dan información sobre el estado emocional o la intencionalidad de una persona. Los gestos o gesticulaciones faciales, la postura corporal y el movimiento son expresiones no verbales. Un aspecto interesante es que las neuronas espejo entran en conflicto al tratar de enviar mensajes ambivalentes, por ejemplo: decir “me siento mal” y sonreír al mismo tiempo. Allí hay una disonancia entre la palabra y el gesto. Ver video sobre el cerebro empático que describe las regiones estimuladas por la gestualidad.
Por otro lado, como el lenguaje corporal tiene más poder que la palabra en ciertas circunstancias, resulta que aprender el significado del mismo es muy útil para saber si alguien miente, al igual, que es muy útil como una herramienta de mercadeo. Por otro lado, la postura, la entonación de la voz y la transmisión de seguridad son cualidades muy deseadas en recursos humanos.
A la final, las neuronas espejo ayudan al observador a comprender al interlocutor mediante la empatía, son fuentes de aprendizaje y al ser capaces de imitar, facilitan el desarrollo de la comunicación no verbal, todo lo cual promueve las relaciones sociales en sus distintas vertientes – familiares, escolares, comunitarias, profesionales – que fortalecen la convivencia y la comprensión e intuición del YO y del SER.
En esta primera parte describimos el mundo de las neuronas espejo: su descubrimiento, ubicación en el cerebro y funciones neurobiológicas – imitar – empatía y leguaje corporal; enfatizamos en sus implicaciones en el desarrollo del SER/YO y en las interacciones sociales.
Irene Pérez Schael
Imagen central: La neurona es cortesía de Richard Cole en PNAS – May 6, 2014 y el texto original es de la autora
Nota: Ver Parte II
2 Comentarios
Alicia Ponte
Genial querida Irene, gracias por presentarnos las neuronas espejo… y será que si alimentamos esos cerebros con los neurotransmisores que permiten que ellas funcionen… mejoraría el nivel de empatía en las sociedades????
Un abrazo
Mirador Salud
Querida Alicia
Al final se dan algunas recomendaciones, pero hay dos factores que son importantes como es el hacer ejercicio, muy útil
para el cerebro en general, y las relaciones sociales.
Podríamos incluir en MiradorSalud algunas prácticas para mejorar la empatía y disminuir el distanciamiento social
Abrazos