Un estudio reciente demostró que los productos de marihuana medicinal que pueden consumirse por vía oral como dulces, bizcochos de chocolate (brownies), té y caramelos con frecuencia presentan graves errores en el etiquetado de los empaques, en relación con la cantidad o dosis de tetrahidrocannabinol (THC), el compuesto químico más activo del cannabis, presente en el comestible.
Por lo tanto, los pacientes que consumen cannabis medicinal podrían administrarse una sobredosis no intencional o, por el contrario, ingerir un producto que tiene cantidades menores a las reportadas en el etiquetado, lo cual podría considerarse como un engaño.
El estudio fue liderado por el Dr. Ryan Vandrey, Ph.D., profesor asociado de psiquiatría y ciencias de la conducta de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, EE.UU. y publicado en la prestigiosa revista Journal of the American Medical Association, el 23 de junio de 2015.
Los investigadores trabajaron en equipo con un laboratorio independiente y evaluaron 75 productos comestibles de cannabis de 47 marcas distintas, los cuales fueron adquiridos legalmente en dispensarios médicos seleccionados en cada una de las tres ciudades escogidas para el estudio: Seattle, San Francisco y Los Ángeles.
El análisis del contenido de tetrahidrocannabinol (THC) reportó, en un número elevado de muestras estudiadas, que la cantidad de este compuesto activo no era equivalente a la que aparecía en las etiquetas de los empaques de los comestibles de cannabis.
Sólo 17% de los 75 productos evaluados indicaron con precisión, en el etiquetado, la cantidad de THC, el 23% contenía una mayor concentración del principio activo, mientras que el 60% de los comestibles de cannabis medicinal tenían una dosis menor de THC, en comparación con lo que indicaba la etiqueta del empaque.
El cannabis contiene más de 400 compuestos químicos diferentes entre ellos aproximadamente 66 son cannabinoides como el THC y el cannabidiol o CBD, un componente de la marihuana que no tiene efectos “psicoactivos”, aporta beneficios médicos y ayuda a reducir los efectos secundarios de THC, responsable de los síntomas de “embriaguez” de la marihuana.
Los extractos purificados de CBD han logrado disminuir la frecuencia de convulsiones en niños con epilepsia intratable. Actualmente varios ensayos clínicos están evaluando este compuesto.
El equipo de investigadores del estudio que nos ocupa también analizó el contenido de cannabidiol (CBD) en las muestras de comestibles de marihuana.
Los investigadores encontraron que 2 de cada 5 comestibles de cannabis no contenían niveles detectables de cannabidiol (CBD). Sólo 13 de los 75 productos incluyeron la cantidad de este compuesto activo en el etiquetado de los empaques y todos tenían errores: 4 de los productos contenían menos CBD, en comparación con la cantidad que aparecía en la etiqueta y 9 contenían más.
La relación promedio de THC/CBD fue de 36 a 1. Sólo un producto tenía una concentración similar de ambos principios activos (1 a 1), lo cual, según algunas investigaciones, se asocia a menos efectos secundarios y un mejor beneficio clínico, en comparación con proporciones más elevadas de THC/CBD.
Muchos propietarios de dispensarios de cannabis medicinal e incluso especialistas que apoyan su uso resaltan los efectos beneficiosos del cannabidiol (CBD), sin embargo, los resultados del estudio demostraron que buena parte de los comestibles de marihuana que están disponibles en el mercado suelen tener un contenido muy bajo de este compuesto.
Etiquetas inexactas complican el consumo de marihuana medicinal
Los pacientes comienzan a sentir los efectos del cannabis medicinal comestible después de una hora de su ingestión, en comparación con las personas que optan por fumar la marihuana medicinal y experimentan sus efectos en cuestión de pocos minutos.
La marihuana medicinal influye en el estado de ánimo. La persona que la consume podría sentirse relajada, somnolienta o presentar ansiedad. Igualmente, puede afectar la memoria a corto plazo y la capacidad de toma de decisiones. Estos efectos secundarios pueden durar de 1 a 3 horas. Grandes dosis de cannabis medicinal pueden producir ansiedad severa, crisis de pánico e insomnio, alucinaciones, delirios, y paranoia,
Los productos comestibles de cannabis con muy poco contenido de tetrahidrocannabinol (THC) no alivian los síntomas de las personas con enfermedades debilitantes como el dolor crónico y los que tienen concentraciones elevadas del compuesto activo pueden abrumar a los usuarios con los efectos secundarios desagradables.
La industria de la marihuana medicinal en EE.UU. no está regulada
Los productos de cannabis medicinal no están regulados en EE.UU. debido a los conflictos entre las leyes estatales y federales. El gobierno federal aún considera a la marihuana una sustancia ilegal, controlada, sin uso médico aceptado, por lo tanto, la investigación se ha visto afectada por obstáculos gubernamentales.
Hasta el momento, veintitrés estados y Washington D.C. tienen leyes que permiten el uso de la marihuana medicinal en condiciones como la enfermedad de Alzheimer, Parkinson, epilepsia, glaucoma, ciertas patologías renales, lupus y dolor crónico, lo cual significa que la legislación de estos estados y no los criterios científicos ha “aprobado” estos compuestos para su uso médico.
Si los estados aprueban leyes que permiten que los productos de cannabis medicinal estén disponibles legalmente para sus residentes, tienen, por otra parte, la responsabilidad de instituir políticas y regulaciones de control de calidad para garantizar la precisión de las etiquetas, según los autores del estudio que nos ocupa.
Es importante resaltar que la FDA ha aprobado dos medicamentos que contienen extractos purificados de compuestos químicos que se encuentran en la marihuana. El Dronabinol tiene THC y se utiliza para tratar las náuseas y vómitos que ocasiona la quimioterapia y la pérdida extrema de peso en pacientes con SIDA.
La Nabilona es utilizada por las mismas razones, pero su principio activo es de origen sintético y es similar al THC.
Otro estudio reciente reportó que la indicación de cannabis medicinal para tratar ciertos tipos de dolor crónico, neuropático y la rigidez muscular que se presenta en la esclerosis múltiple está respalda por evidencias sólidas. Los autores llegaron a esta conclusión después de evaluar 79 estudios con más de 6.000 pacientes. Sin embargo, los resultados no fueron significativos para muchas otras condiciones como la ansiedad, trastornos del sueño y el síndrome de Tourette.
La mayoría de las otras indicaciones médicas, que califican, según las leyes estatales, para el uso de la marihuana medicinal como la hepatitis C, enfermedad de Crohn, la enfermedad de Parkinson, el síndrome de Tourette, la ansiedad, el síndrome de estrés postraumático, los trastornos del sueño, las nauseas y vómitos por quimioterapia, la falta de apetito y pérdida de peso de los pacientes con SIDA, se apoyan en evidencias insuficientes, débiles y de poca calidad.
Los estudios mencionados y el editorial que los acompaña son parte de varios artículos sobre marihuana medicinal publicados el 23 de junio de 2015, en la revista Journal of the American Medical Association.
El editorial, escrito por dos psiquiatras de la Universidad de Yale, confirma que la aprobación en muchos estados se ha basado en estudios de calidad deficiente, testimonios de los pacientes y pruebas no respaldadas por investigaciones sólidas y sugiere que tanto los gobiernos estatales como el federal deberían apoyar y estimular la investigación de alto nivel.
Por otra parte, el editorial señala que se desconoce el efecto del consumo de marihuana medicinal a largo plazo. Resalta el hecho de que los pacientes con diagnóstico de esquizofrenia, enfermedad bipolar o problemas de adicción presentan un riesgo significativo de presentar síntomas de exacerbación o recaídas.
Los consumidores de cannabis medicinal necesitan fiabilidad y precisión
Es importante que la etiqueta del empaque de los productos comestibles de marihuana medicinal informe al consumidor el contenido real de los compuestos activos, en otras palabras, que estos estén estandarizados, para evitar los efectos secundarios de la sobredosis o, por el contrario, la falta de efecto al ingerir un producto que tiene cantidades menores a las reportadas en el etiquetado.
Por otra parte, los autores de los estudios mencionados insisten en la necesidad de realizar estudios clínicos aleatorios y controlados de alta calidad, que reporten resultados significativos y confiables, para definir cuáles son las condiciones o enfermedades que podrían presentar mejoría con el consumo de comestibles de marihuana medicinal. Mientras tanto, el uso generalizado de estos productos debería esperar estas evidencias.
Dra. Berdjouhi Tsouroukdissian