Cuando disfrutan de un paseo a la orilla del mar ¿qué sienten al contemplar esta expresión de la naturaleza? Revisando las fotos de un paseo reciente por la playa, rememoré la humildad que sentí al maravillarme de su poder. Al mismo tiempo me sentí conectada, acogida, por una energía más allá de mí misma, integrándome a esa unidad de la cual muchas veces no nos percatamos.
La foto escogida aspira comunicarles este sentimiento de humildad a través de dos seres humanos – comparativamente muy pequeños – frente al poder y fuerza del mar que aunque imponente los atrae.
La segunda de las prácticas sugeridas por el Dalai Lama y el Arzobispo Desmond Tutu en «El libro de la alegría: felicidad duradera en un mundo cambiante« es la humildad. Con esta entrega damos continuación a la serie iniciada en mayo sobre las enseñanzas del trabajo en conjunto entre estos dos líderes espirituales.
La humildad es una de las prácticas Lojong provenientes del Budismo Tibetano. También es una de las virtudes apreciadas por el cristianismo, aunque se observan diferencias en el significado entre estas dos religiones. Para este escrito asumiremos lo planteado en El Libro de la Alegría.
El propósito general de las prácticas Lojong es el de transformar nuestra mente. La explicación de la palabra lojong puede ayudarnos a su comprensión. La primera sílaba «lo» se refiere al desenfoque usual de nuestra mente, que de no estar entrenada nos genera un constante revoloteo mental, desconcentrándonos en nuestras tareas y generándonos malestar y sufrimiento en nuestro diario vivir. La sílaba jong por su parte se refiere al uso de métodos poderosos para esta transformación.
Volviendo a la humildad, el adulto y el niño de la foto pudieran estarla sintiendo espontáneamente ante la inmensidad y maravilla del mar. La presencia de esta poderosa energía nos recuerda la interdependencia de nuestros dramas personales con lo que sucede en nuestra sociedad y en nuestro planeta. Al estar conectados unos con los otros, formamos parte del florecimiento del universo en un lugar y tiempo particular.
Este sentido de pertenencia nos hace humildes al reconocer que nuestros vínculos con los otros nos hacen más fuertes y por ende más capaces de resolver los problemas que nos aquejan.
Práctica de la humildad
Al sentirnos desesperanzados y agobiados por alguna situación, la humildad nos ayuda a recordar que no estamos solos. Formamos parte del tejido físico y social del universo. Este pensamiento nos ayuda a evitar el aislamiento, los prejuicios y la indiferencia. El Arzobispo Tutú nos recuerda que somos uno de los siete billones de personas que convivimos en este planeta y que todos somos hijos igualmente queridos por Dios. Nos ayuda a recordar que estamos juntos en lo que nos pase.
- Reflexiona sobre todas las personas que son o han sido responsables de tu vida.
Piensa en tus padres que te dieron la vida, tus maestros que te enseñaron, las personas que han cultivado lo que has comido y quienes te han vestido, los muchos que han sido y que son responsables de la vida que llevas en cada uno de tus dias.
Piensa en quienes han descubierto y creado todas las cosas que tomamos por sentado: la vivienda, los cultivos y las medicinas que te han mantenido vivo. Piensa en tus ancestros quienes tuvieron que vivir y sobrevivir para que pudieras haber nacido y quienes soportaron grandes dificultades para que pudieras tener la vida que llevas ahora.
Piensa ahora en tu familia y amigos que le proporcionan significado y propósito a tu vida.
- Permite que tu corazón se abra y que sientas amor y apreciación por todas estas personas.
Experimenta la inmensa alegría y apreciación que te surge al reconocer todo lo que te ha sido dado; al darte cuenta de cuan dependiente eres de otros, de cuan débil eres al estar separado y de cuan fuerte eres al estar juntos.
Recuerden entonces que la humildad nos hace fuertes.
Los invito a compartir conmigo, a través de mi página web, sus experiencias al aplicar las prácticas de esta serie o sus preferencias de tópicos o cualquier comentario que deseen hacer.
Jeannette Díaz
Nota sobre la autora:
Jeannette Díaz es Doctora en Educación de la Universidad de Massachusetts, Amherst, Profesora Titular Jubilada de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela. Durante sus 28 años como docente, Coordinadora Académica y Coordinadora de Investigación disfrutó siendo mentora y coach de estudiantes y profesores apoyándolos en el desarrollo de sus habilidades creativas y progreso en sus carreras docentes. Formalizó esta área de interés cursando estudios y obteniendo la Certificación como Integral Master Coach® de Integral Coaching Canada. Es miembro de la Federación Internacional de Coaches en el nivel Profesional (PCC). Actualmente trabaja como coach, ayudando a sus clientes en el logro de transiciones exitosas en el ámbito personal o profesional. Página web de Jeannette Díaz.
2 Comentarios
Jose Luis Quintero
Cultivar la humildad que excelente sugerencia. Qué bien escrita. Gracias Jeannett.
Jeannette Díaz
Gracias por tu comentario. Me contenta el poder conectarme con lectores en Venezuela, gracias a Mirador Salud y al estupendo libro del Dalai Lama y Desmond Tutú. Si tienes algún tema particular que te interese, déjamelo saber por mi página web.