Las mujeres que padecen de fobias, un tipo de trastorno común de ansiedad, pueden presentar envejecimiento prematuro, de acuerdo con un estudio publicado en la edición en línea de la revista PLoS On, el 11 de julio de 2012.
Los investigadores del Brigham and Women»s Hospital y de la Escuela de Medicina de Harvard en Boston, EEUU, reportaron que el trastorno de ansiedad fóbica es un posible factor de riesgo de envejecimiento prematuro, ya que se asocia a un acortamiento de los telómeros, unas estructuras formadas por ADN y proteínas ubicadas en los extremos de los cromosomas.
Los telómeros esconden el secreto
Cada vez que las células somáticas se dividen, los telómeros experimentan cierto grado de desgaste natural, pierden una pequeña cantidad de ADN y se acortan. Factores como el estrés oxidativo, producido por el efecto negativo de los radicales libres, y el incremento de los procesos de inflamación crónica aceleran este deterioro. Por lo tanto, el promedio de la longitud de los telómeros refleja el daño progresivo y acumulado ocasionado por esos factores, y es un indicador potencial de envejecimiento biológico.
Una de las funciones de los telómeros es la de proteger las terminaciones de los cromosomas, de tal forma que cuando las células se dividen su información genética pueda ser preservada.
Los telómeros muy cortos conducen a daños del ADN que se han asociado al aumento del riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con el envejecimiento como cáncer, enfermedad cardiovascular, deterioro cognitivo y demencia.
Fobias que avejentan
Las fobias son un tipo de trastorno de ansiedad que se caracterizan por un miedo irracional, intenso y desproporcionado provocado por objetos y circunstancias comunes que no suelen atemorizar ni molestar a la gran mayoría de las personas. Es una de las afecciones psiquiátricas más comunes, ya que se presenta hasta en 10% de la población.
Entre las fobias más comunes se encuentran la agorafobia marcada por el temor a los lugares públicos, la claustrofobia que se manifiesta por el miedo a los espacios cerrados, las fobias a lugares altos, a los insectos o, bien, las fobias sociales como el temor a hablar en público.
La ansiedad fóbica tiende a ser crónica, la edad media de aparición es a los 11 años y suele ser muy persistente y en ocasiones discapacitante si no se atiende debidamente.
Un estudio a gran escala
Los investigadores obtuvieron muestras de sangre de 5.243 mujeres de 42 a 69 años, las cuales fueron analizadas con la finalidad de determinar la longitud de los telómeros de los cromosomas de los glóbulos blancos. Las participantes formaban parte del Estudio de la Salud de las Enfermeras (Nurses» Health Study).
Simultáneamente, las voluntarias respondieron cuestionarios que incluían preguntas relacionadas con síntomas de ansiedad en general y fobias en particular.
Los resultados demostraron que los niveles elevados de ansiedad fóbica estaban significativamente asociados al acortamiento de los telómeros de los cromosomas de los glóbulos blancos.
Las mujeres que reportaron el grado más intenso de síntomas fóbicos presentaron un acortamiento de los telómeros que fue equivalente al de las mujeres sin síntomas de fobias que eran seis años mayores que ellas.
Para ajustar los resultados, se tomaron en cuenta otras condiciones que podían producir confusión como hipertensión, diabetes y enfermedad cardiovascular.
Este estudio se destaca por mostrar una conexión entre una forma común de estrés psicológico -la ansiedad fóbica- y un marcador celular de envejecimiento. Sin embargo, este tipo de investigación, debido a su diseño, establece las asociaciones de las mediciones hechas (síntomas fóbicos y longitud de los telómeros) solo en un determinado momento durante la investigación, por lo tanto, no puede demostrar una relación de causa y efecto, y tampoco puede asegurar cuál de los parámetros analizados apareció primero.
Los resultados de este estudio allanan el camino para investigaciones futuras de carácter prospectivo que permitan analizar la relación entre los síntomas producidos por diferentes tipos de trastornos de ansiedad y el acortamiento de los telómeros, que sería registrado por mediciones periódicas realizadas a lo largo del tiempo que dure la investigación.
Es importante destacar que el trastorno fóbico de ansiedad es una condición tratable, por lo tanto, cualquier impacto potencial sobre el acortamiento de los telómeros puede ser susceptible de prevención, a través de la identificación temprana de la afección y el tratamiento.
Dra. Berdjouhi Tsouroukissian