Otra razón para llevar una dieta saludable: Se acaba de demostrar en ratones que trastornos metabólicos adquiridos como la obesidad y diabetes 2, desarrolladas de adultos (producto del estilo de vida), pueden ser transmitidas a la descendencia a través de ovocitos y esperma, epigenéticamente. Es decir, se puede transmitir a los hijos los rasgos que se adquieren como resultado de la exposición a las influencias ambientales, aunque no provengan de información genética codificada en el ADN de los padres.
En otras palabras, mientras que los padres transmiten información genética a sus hijos a través del ADN, las modificaciones epigenéticas también pueden ser transmitidas al material genético de la descendencia. Se habla entonces de herencia epigenética: transmisión de rasgos “construidos” por el individuo y su ambiente, que no figuran en el ADN o genes de los padres.
¿Cuáles son estos factores ambientales que pueden afectar la salud de la próxima generación?: Lo que la madre consume mientras está embarazada o en periodo de lactancia, igualmente, la alimentación de ambos padres antes de tener hijos, el tipo de moléculas que estén presentes en el semen del padre, así como la microbiota de cualquiera de los padres.
La investigación fue realizada en Alemania, en el Centro Helmholtz de Múnich. Durante un período de 6 semanas se alimentaron ratones con tres dietas: a) una con alto contenido de grasa, b) una baja en grasa. o c) una dieta normal. Los ratones eran genéticamente idénticos.
Los ratones que consumieron una dieta alta en grasas desarrollaron obesidad e intolerancia a la glucosa.
Posteriormente, el equipo creó una nueva generación mediante la implantación de embriones en madres sustitutas (subrogadas) sanas, mediante fertilización in vitro, utilizando esperma y óvulos de los ratones que habían comido las diferentes dietas. De esta manera se aseguraba la herencia exclusiva por vía de los gametos.
El uso de subrogados permitió separar los factores ambientales de los factores epigenéticos que estaban presentes sólo en el esperma u óvulos.
- La nueva generación de ratones fue sometida luego a una dieta alta en grasas y se encontró que la descendencia de dos padres obesos ganó significativamente más peso con la dieta alta en grasas con respecto a cuándo sólo uno de los padres era obeso.
- La descendencia cuando los dos padres eran delgados fue la que ganó menos peso con la dieta alta en grasas.
Este fue el mismo patrón observado para la intolerancia a la glucosa. Sin embargo, las crías hembras fueron más propensas a la obesidad severa, mientras que los machos fueron más afectados por los niveles de glucosa en sangre que las hembras. La influencia materna también parece ser mayor que la del padre, lo cual ocurre igual en los seres humanos.
Los autores concluyen que los factores epigenéticos afectan los gametos y en consecuencia juegan un papel importante en la transmisión de los riesgos de la obesidad y diabetes de padres a hijos, como si se tratase de información genética codificada en el ADN de los padres.
Este tipo de herencia epigenética de un trastorno metabólico debido a una dieta poco saludable podría ser otra de las principales causas para el dramático aumento global en la prevalencia de la diabetes en el mundo.
Los investigadores creen que este es el primer estudio que demuestra que los hijos pueden heredar un trastorno metabólico – adquirido epigenéticamente – a través de los óvulos y esperma.
Se demuestra igualmente un efecto de la dieta materna y paterna. Estos resultados solo se han encontrado en ratones, sin embargo, es una alerta para los seres humanos.
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Memoria de la nutrición: Eres lo que tu madre, padre y abuelos comieron.
María Soledad Tapia