Cuatro días de emergencia ambiental ha vivido la Ciudad de México del 14 de marzo al 17 de marzo 2016. Para el asombro de sus habitantes, es la primera declaración de emergencia ambiental por ozono desde 2002. El lunes 14 en la noche, la Comisión Ambiental de la Megalópolis decretó la fase 1 de contingencia ambiental al elevarse las concentraciones de ozono a 203 puntos Imeca (Índice Metropolitano de Calidad del Aire), tomando en cuenta que el estado de precontingencia se establece a los 180 puntos.
La emergencia comenzó prohibiendo la circulación de vehículos con “goma roja”, es decir vehículos que emiten altas cantidades de CO2, con base a las evaluaciones periódicas que determinan los niveles de contaminación de cada vehículo en la Ciudad de México. Además se incitó a la población a dejar sus carros en casa y a usar el transporte público, el cual fue gratis durante la contingencia. De la misma forma, se recomendó a la población no realizar ejercicios o actividades deportivas, y a los ancianos o personas con problemas respiratorios o cardíacos permanecer en sus hogares.
Otra metrópolis latinoamericana, Caracas, sufre desde mediados de marzo las consecuencias de una calina que contamina el ambiente y genera trastornos de salud en poblaciones vulnerables como ancianos, niños y personas con trastornos alérgicos, cardíacos y respiratorios. Las autoridades de Caracas a diferencia de los de la Ciudad de México no han tomado medidas ni hablan del problema.
Según un artículo reciente de Marcos A. Peñaloza-Murillo, publicado en El Nacional de Caracas, lo que afecta a varias ciudades venezolanas es un coctel atmosférico muy tóxico formado por calina, humo de incendios forestales, polvo y contaminación propia de la ciudad (smog fotoquímico). Este coctel se encuentra, altamente concentrado porque el clima caliente y seco exacerbado por el fenómeno de El Niño, impide el enfriamiento y limpieza del aire.
La calina, es un aerosol que viene del mar y está constituido por pequeños cristales de cloruro de sodio y micro-gotas de soluciones concentradas de otras sales del agua marina. Por su parte, el fenómeno de El Niño ocurre cuando se produce un mayor calentamiento de los océanos al sur del ecuador, junto a una alteración de las corrientes de marea que mueve un gran volumen de agua del hemisferio norte al hemisferio sur, lo cual genera la disminución de la velocidad de rotación y de la traslación terrestres.
Algunos investigadores afirman que los eventos de El Niño existen desde hace por lo menos 40.000 años. El fenómeno de El Niño se conoce desde el siglo 19. El naturalista venezolano Eduardo Röhl (1891-1959) lo reseñó para el trienio 1867-1869, causando una temporada de sequía extraordinaria en 1869. Varios estudios recientes demuestran que en las últimas décadas el número de eventos de El Niño ha aumentado así como su intensidad, lo cual sugiere vinculación con el calentamiento global.
Las emergencias ambientales son catástrofes repentinas como resultado de factores naturales, tecnológicos o provocados por la actividad humana, o combinación de los anteriores. Las emergencias ambientales comprenden la relación entre los desastres, la calidad de vida y salud de los seres humanos y el medio ambiente. Es importante que la población y sus autoridades estén conscientes de ellas y tomen medidas para controlar y disminuir su impacto en nuestras ciudades.
Nota sobre el autor: Felix J. Tapia se define en su blog como biólogo, inmunólogo, parasitólogo, rockero, farandulero, ucevista y venezolano. Biólogo de Concordia University, Montreal, Canadá e inmunólogo de la Universidad de Londres, Reino Unido. Profesor Asociado de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y Jefe del Laboratorio de Biología Molecular, Instituto de Biomedicina, UCV. Ha publicado más de 100 artículos en revistas científicas y capítulos en libros. Premio Fundación Empresas Polar “Lorenzo Mendoza Fleury” 2005. Fue miembro de comités editoriales de las revistas Histology and Histopathology, Acta Microscopica, Dermatología Venezolana, Vitae, Immunobiology; y actualmente de Our Dermatology, Journal of Microbiology & Experimentation e International Journal of Clinical Dermatology & Research. Activo en el ciberespacio con publicaciones en Blog Felix J. Tapia, Piel Latinoamericana, Código Venezuela, RunRunes y DermPathPro.