Las personas que padecen de síntomas de ansiedad o depresión, comúnmente conocidos como manifestaciones de estrés psicológico, presentan un aumento significativo del riesgo de fallecer por diversas causas, de acuerdo con un estudio publicado en la revista British Medical Journal, en su edición del 31 de julio de 2012.
Los autores señalan que el riesgo de muertes prematuras aumenta, incluso en presencia de manifestaciones leves de estrés psicológico que, generalmente, suelen pasar desapercibidas por los médicos tratantes. Aproximadamente, una cuarta parte de la población general padece de síntomas menores de ansiedad y depresión.
El objetivo de este nuevo estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Edimburgo y del University College London fue tratar de determinar si la depresión y los trastornos de ansiedad contribuyen, realmente, al deterioro de la salud física.
Los investigadores analizaron los datos de 10 estudios previos que involucraban a más de 68.000 hombres y mujeres mayores de 35 años inscritos en la Encuesta de Salud de Inglaterra (Health Survey for England) desde 1994 hasta 2004. Los participantes no presentaban enfermedad cardiovascular ni cáncer al comienzo del estudio, justamente, para eliminar la posibilidad de que el estado de ánimo pudiera verse afectado por el padecimiento de dichas enfermedades.
El grado de estrés psicológico de los participantes fue evaluado mediante una serie de preguntas incluidas en el Cuestionario de Salud General (General Health Questionnaire GHQ-12), una medida reconocida que evalúa la salud mental en una escala de 12 ítems. Los investigadores pudieron cuantificar desde la ausencia de síntomas hasta la presencia de manifestaciones severas de depresión y ansiedad.
Posteriormente, los autores analizaron la relación entre los síntomas de ansiedad o depresión que reportaron los participantes, durante los 8 años de seguimiento, y el aumento del riesgo de mortalidad debido a enfermedad cardiovascular y otras causas como el cáncer y por motivos externos como accidentes laborales y de tránsito.
Los resultados del estudio revelaron una asociación significativa entre los síntomas de estrés psicológico reportados por los participantes y el aumento del riesgo de muerte debido a todas las causas. Los investigadores observaron una relación dosis-respuesta, en otras palabras, en la medida que los síntomas de ansiedad o depresión eran más severos el riesgo de mortalidad general era mayor.
Incluso, aquellas personas que experimentaron manifestaciones leves de ansiedad o depresión presentaron un aumento del riesgo de mortalidad general de 20%, cifra que se mantuvo después de haber tomado en cuenta otros factores que podían causar confusión como la edad y el sexo.
Igualmente, los autores observaron una relación dosis-respuesta entre los síntomas de ansiedad o depresión y el aumento del riesgo de fallecer por enfermedad cardiovascular. Los participantes que reportaron manifestaciones leves de estrés psicológico presentaron un incremento de 29% de ese riesgo.
Los síntomas leves de estrés psicológico no se asociaron a un aumento del riesgo de la mortalidad por cáncer. Sin embargo, los participantes que reportaron manifestaciones severas de ansiedad o depresión presentaron un incremento del riesgo de fallecer por esta enfermedad de 41%.
La ansiedad y la depresión, asimismo, se asociaron a un aumento del riesgo de la mortalidad por causas externas como accidentes laborales y de tránsito con un patrón de relación dosis-respuesta. Los participantes que manifestaron síntomas leves presentaron un aumento de 29% de ese riesgo.
Estos resultados del estudio se mantuvieron incluso después de tomar en cuenta otros factores como el índice de masa corporal, la inactividad física, el consumo de tabaco, alcohol y el diagnóstico de diabetes.
Por lo tanto, según los autores, el aumento del riesgo de mortalidad que observaron no se debe, simplemente, a hábitos de vida poco saludables.
Posibles causas
Los investigadores señalan que el estrés crónico puede ocasionar alteraciones en la producción de varias hormonas como el aumento del cortisol, además del incremento moderado de los marcadores de inflamación como la proteína C reactiva. Sugieren que estos factores podrían ser, en parte, responsables de la asociación entre los problemas de salud mental y el incremento de la mortalidad.
Por ejemplo, el aumento de la adrenalina y otras hormonas relacionadas con el estrés puede ocasionar la ruptura de la placa de ateroma (grasa) que estrecha las arterias coronarias y la consiguiente formación de un coágulo de forma aguda que puede obstruir parcial o totalmente el flujo de sangre al músculo cardíaco y causar un infarto al miocardio.
Sin embargo, actualmente, no hay evidencias que demuestren que tratar la depresión o la ansiedad reduce la mortalidad en personas con enfermedad cardiovascular. Hacer ejercicio de forma regular, no fumar, seguir una dieta saludable, mantener un control regular de la presión arterial, el peso y el colesterol son las medidas más adecuadas para reducir este riesgo.
El estrés psicológico también puede disminuir la capacidad de concentración o atención durante el desempeño de las labores de la vida cotidiana y contribuir con el aumento de la incidencia tanto de accidentes laborales como de tránsito.
Los autores señalan que los hallazgos de este estudio pueden tener serias implicaciones en relación con el modo de tratar los problemas mentales menores.
Casi todas las personas experimentan un grado leve de ansiedad o depresión en diversas etapas de sus vidas. Los investigadores señalan que los resultados del estudio no están dirigidos a transformar las manifestaciones del estrés normal en una condición patológica. Incluso, consideran que la medicación no es la aproximación más adecuada para estas personas.
Los autores sugieren tratamientos psicológicos como la terapia cognitivo conductual que ayuda a las personas a cambiar su aproximación e interpretación de los factores que les generan angustia, y modifica la forma en que estos individuos responden a situaciones estresantes.
Además, un estilo de vida saludable que incluya actividad física programada podría resultar beneficioso para las personas con síntomas de estrés psicológico de leve a moderada intensidad. Sin embargo, se requiere de más estudios de investigación para comprobar si estas medidas y otras estrategias terapéuticas podrían mejorar los síntomas de estrés y, por lo tanto, disminuir el riesgo de mortalidad demostrado en este estudio.
Dra. Berdjouhi Tsouroukdissian