Comer vegetales como el brócoli, las coles de Bruselas, el repollo y la coliflor se asocia al aumento de la sobrevida de las mujeres que tienen cáncer de mama, y a la reducción del riesgo de presentar recurrencias de la enfermedad.
Así lo reveló un estudio presentado en la reunión anual de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer (American Association for Cancer Research), que tuvo lugar en la ciudad de Chicago, en abril de 2012.
Los investigadores del Centro de Epidemiología de Vanderbilt y del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Shangái analizaron los datos de la dieta y el estilo de vida de 4.886 mujeres chinas, de 20 a 75 años de edad, con diagnóstico de cáncer de mama (estadios I al IV), que fueron reclutadas desde el año 2002 hasta 2006.
Los autores del estudio observaron que las participantes que consumieron las cantidades más elevadas de vegetales de la familia de las crucíferas como el repollo chino o bok choy, durante los 36 meses siguientes al diagnóstico del cáncer, presentaron una reducción del riesgo tanto de la mortalidad general como de la ocasionada por el cáncer de mama de 62%, y una disminución de la probabilidad de presentar recurrencias de la enfermedad de 35%, en comparación con el grupo de mujeres que reportaron el consumo más bajo de esos vegetales.
La asociación entre la ingesta de crucíferas y la disminución del riesgo de mortalidad y recurrencia del cáncer de mama se mantuvo incluso después de considerar otros factores como el consumo de soya, carne, vitaminas, la actividad física, el estadio del cáncer, las características demográficas, los ingresos y el nivel de educación.
La Dra. Sarah J. Nechuta, autora principal del estudio, señaló en un comunicado de prensa que “los hábitos de consumo de las diferentes variedades de vegetales de la familia de las crucíferas difieren entre la población china y la de Estados Unidos. El repollo chino o bok choy, las hojas de nabo y los brotes de mostaza representan las variedades más consumidas en el país asiático, mientras que en EE.UU. y, en general, en los países occidentales predomina el consumo de brócoli y coles de Bruselas”.
Además, aclaró que “la ingesta de crucíferas entre las mujeres chinas es mucho más alta que entre las estadounidenses”, y sugirió que “esos factores deben ser considerados a la hora de generalizar los resultados de este estudio a la población de sobrevivientes de cáncer de mama de los EE.UU.”
Los fitoquímicos, indispensables para la salud
Los fitoquímicos son sustancias biológicamente activas que se encuentran en vegetales, legumbres, hortalizas, frutas y granos enteros. Se les considera sustancias no nutritivas, ya que no se requieren para el metabolismo, sin embargo, son indispensables para la salud.
En la actualidad los fitoquímicos o quimiopreventores ocupan un lugar muy importante en las investigaciones que desarrolla la industria farmacéutica y alimentaria. Una gran variedad de estos compuestos están siendo ampliamente estudiados, para evaluar los efectos protectores que ejercen en la salud cardiovascular, en el sistema neurológico, inmunológico y en la reducción del riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer.
Familia de las crucíferas
Las crucíferas son vegetales que contienen compuestos fitoquímicos como los indoles y los isotiocianatos, entre los que destacan los sulforafanos. Todas estas sustancias parecen tener un efecto protector en contra del desarrollo de ciertos tipos de neoplasias como el cáncer de mama y de próstata.
El brócoli es uno de los vegetales de la familia de las crucíferas que tiene el mayor contenido de estos fitoquímicos, especialmente en su forma de brotes. Estos compuestos también se encuentran en las coles de Bruselas, el repollo, la coliflor, la col rizada, el nabo, el rábano, los brotes de mostaza, la rúcula y el berro.
Crucíferas y cáncer de mama
Un estudio previo publicado en la revista The American Journal of Clinical Nutrition, en el año 2008, realizado, igualmente, en un grupo de mujeres chinas, estableció una asociación entre el consumo de ciertas crucíferas como el repollo chino y el nabo y la disminución del riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Sin embargo, este nuevo estudio tiene el mérito de ser uno de los primeros en investigar las características del consumo de vegetales de la familia de las crucíferas en las mujeres con cáncer de mama y su relación con la sobrevida de las afectadas y la recurrencia de la enfermedad.
Dra. Berdjouhi Tsouroukdissian