Ante la alarmante propagación de COVID-19, o enfermedad por coronavirus SARS-CoV-2, en nuestro país, que alcanza todos los estados, municipios, ciudades, barrios, urbanizaciones, sentimos que el virus toca la puerta de nuestros hogares. Lo más triste es que ya tiene cara: la de amigos, colegas, familiares, vecinos. Hemos perdido gente conocida y muy cercana familiarmente. Todos estamos muy angustiados. De pronto ha aparecido una buena cantidad de notas encabezadas más o menos así: “Para todos los que vivan en edificios residenciales. Normas a seguir”. He leído algunos y he encontrado cosas buenas, recomendaciones sensatas, algunas plenas de sentido común y de humanidad; en otras aparecen unos exabruptos evidentes, autoritarismo y recomendaciones exageradas. Sentí entonces que era mi deber contrarrestar algunas de estas cosas con información orientadora y veraz por lo que me dispuse a compilar algunas notas para mi comunidad residencial. Las comparto aquí.
Las personas, las comunidades y las Juntas de Condominio. Todos deben ser responsables y conscientes de la gravedad de la situación. Las Juntas de condominio deben hacer un llamado a la comunidad solicitándoles extremar las medidas de prevención apelando a principios y valores básicos de responsabilidad personal, comunitaria, de salud pública, solidaridad y empatía.
Las Juntas de Condominio deben asesorarse adecuadamente para manejar los casos de COVID-19 en las residencias y en especial, saber cómo actuar con los casos de los trabajadores residenciales que dependen de su administración. Es indispensable manejar criterios adecuados para enfrentar la situación a partir de evidencias científicas, las mejores prácticas sanitarias, y un estricto apego y respeto a las personas y sus derechos personales y ciudadanos como miembros de una comunidad.
Solidaridad, responsabilidad y seguridad personal y comunitaria. Si los trabajadores residenciales informan tener COVID-19, confirmado o sospecha de la enfermedad, la recomendación es ayudarlos para que puedan acceder a la prueba de COVID-19 que corresponda, facilitar su aislamiento y apoyarlos de modo que lo cumplan como lo recomiedan las normas epidemiológicas, sin tener que salir a supermercado o farmacias, pues no solo puede empeorar su estado de salud, sino que, además, se constituyen en una fuente de contagio para las personas que encuentren. Recordemos el alto número de casos actuales y pensemos que muchos pueden haberse originado por esa vía. Recordemos también el parámetro llamado número reproductivo instantáneo o número promedio de casos nuevos que genera un caso dado a lo largo de un período infeccioso. Dicho de otra forma, la cantidad de personas que se infectan en promedio a partir de una persona enferma.*
Se ha observado que ciertos grupos de individuos infectados por el coronavirus se comportan como supertransmisores (también llamados superpropagadores, supercontagiadores o superdifusores) de la COVID-19. «Un supertransmisor es un individuo inusualmente contagioso que ha sido infectado por patógenos que causan enfermedades». En el contexto del coronavirus, los científicos no han determinado la cantidad de infecciones que alguien debe causar para ser calificado como un supertransmisor, pero en términos generales supera ampliamente a las dos o tres personas que los investigadores inicialmente determinaron que el paciente infectado promedio podría infectar.
Todos, absolutamente todos podemos enfermarnos. Es esencial recordar que nadie puede ser estigmatizado por contraer la enfermedad y ya que el 80% de las personas que se infectan con SARS-Cov-2 no requieren de hospitalización, el aislamiento en casa de los casos leves o positivos asintomáticos, tal como lo dice la OMS, es una opción válida y aceptable que reduce la ocupación innecesaria de camas hospitalarias, pero que, en nuestro país, dada nuestras precarias condiciones económicas y sanitarias, puede ser la única opción. Según la OMS, el aislamiento de personas infectadas que no requieren hospitalización debe ser en sus casas o en centros de atención primaria, con protocolos claros para el tratamiento de síntomas y el cumplimiento efectivo de su aislamiento. Los familiares, amigos y vecinos deben idealmente colaborar de modo de facilitarles el aislamiento.
En caso de síntomas. En caso de que alguien tenga algún síntoma debe pensar que en estos momentos cualquier virosis debe considerarse como enfermedad por coronavirus hasta que sea descartada.
La OMS estima que:
- 80% de los infectados no presentan síntomas o tienen malestar leve
- 20% restante requiera asistencia médica, y de ese porcentaje, solo el 5% puede llegar a ser crítico o mortal.
Podemos caer en cualquiera de esos porcentajes.
Toda persona con síntomas, aunque se presuma un resfriado común, debe aislarse responsablemente y avisar a sus contactos cercanos de modo de advertirlos, quienes a su vez deben igualmente hacer cuarentena por precaución y estar atentos a síntomas. Esta es una forma de cortar la cadena de contagios y evitar la propagación de la enfermedad. Los médicos recomendarán el tratamiento y las pruebas a efectuar. Debemos recordar las limitaciones que tenemos los venezolanos para el acceso a las pruebas PCR (reacción en cadena de la polimerasa), por lo tanto, es indispensable conocer las limitaciones y validez de las pruebas rápidas disponibles: antígenos (por hisopado) y anticuerpos (sangre).
Si una persona sintomática no presenta mejoría en un plazo de 48 horas debe recibir atención médica. Gracias a las redes sociales y grupos de chats internos de las comunidades se maneja mucha información de utilidad sobre servicios de atención domiciliaria, servicios de atención de consultas en línea, servicio de laboratorio a domicilio, incluso para toma de muestras de exudado nasofaríngeo para la prueba de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), alquiler de bombonas o concentradores de oxígeno, etc.
Un contacto sumamente útil que todas las personas y condominios deben conocer es el de SOS Telemedicina de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela.
Comunicación responsable de los casos. Cada persona contagiada está en su derecho de hacer respetar su privacidad, pero no por ello debe poner en peligro la salud de los demás. Por ello, no debe salir y romper su aislamiento, por su salud y la salud de las otras personas. Lo ideal es que las personas que viven solas soliciten asistencia y sean ayudadas por familia, amigos o vecinos. El sentimiento de empatía, solidaridad y humanidad debe prevalecer.
Si una persona, como, por ejemplo, un trabajador residencial se contagia, dado que, por las características de su muy digno oficio, está en contacto con muchas personas, es el deber de sus superiores, es decir, de la Junta de Condominio, en el momento de conocer de la condición del mismo, o cuando reciba el reposo del trabajador, informar a la comunidad de manera de identificar sus contactos cercanos en los últimos días, quienes puedan estar en riesgo de haberse contagiado para que tomen sus precauciones, hagan cuarentena para que no contagien a sus familias y amigos y estén atentos a síntomas posibles. Esta es una de las recomendaciones epidemiológicas para cortar la cadena de contagios y detener el avance de la enfermedad. A los trabajadores enfermos se les debe prestar asistencia para que cumplan su reposo en aislamiento y la comunidad solidariamente debe apoyarlos.
Áreas comunes. Hay que redoblar las medidas de prevención y de higiene en nuestros hogares y en las áreas comunes de nuestras residencias, como son los pasillos, ascensores, sótanos, parques, jardines, piscina, cuartos de basura, y tomar precauciones en la disposición de la basura.
La higiene de las áreas comunes y superficies es importante, pero lo principal es no tocarse la cara (ojos, nariz, boca) despues haber tocado cualquier superficie, lavarse las manos inmediata y frecuentemente, y el uso correcto y obligatorio de mascarillas adecuadas por parte de los trabajadores y de los vecinos que circulen estas áreas, cumpliendo el distanciamiento apropiado. Eso es mucho más importante que, por ejemplo, poner un felpudo desinfectante para los zapatos, o asperjar con alcohol, que son medidas costosas y de efectividad aun en discusión.
Las reuniones de personas en las áreas comunes no son recomendables pues pueden ser un importante foco de contagios si no se cumplen las reglas básicas de distancia, usos de mascarilla e higiene de las manos.
Mascarillas. Debe asegurarse que las mascarillas que usen los trabajadores residenciales sean de buena calidad. Hay que recordar que la eficiencia de protección de las mascarillas depende de su capacidad para filtrar partículas exhaladas de una persona infectada que es la principal vía de contagio de COVID-19, por lo tanto, si usan mascarillas de tela, estas deben estar limpias y no deben ser de una sola capa de tejido.
El uso adecuado de mascarilla debe ser obligatorio en la residencia, lo mismo que el distanciamiento social. El hecho de estar al aire libre, si bien es una situación ventajosa comparada con lugares cerrados y de poca ventilación, no es garantía de no contaminarse ya que los aerosoles que emitimos todas las personas por el simple hecho de respirar quedan suspendidos en el aire y se inhalan de manera natural. En ambientes como una piscina puede además ocurrir relajamiento y distensión y las personas contando con estar al aire libre se acercan demasiado sin usar mascarilla.
Las medidas de prevención son efectivas cuando se aplican juntas, nunca por separado: mascarillas, distancia e higiene de manos Las personas con una infección activa en las vías respiratorias son grandes transmisores por aerosoles. Al hablar fuerte, gritar, cantar se emiten más aerosoles.
Aerosoles: Es esencial recordar que los aerosoles son una de las principales vías de transmisión de virus. Todas las personas, al hablar y respirar emiten aerosoles a partir de sus vías respiratorias de diferentes tamaños que pueden permanecer en el aire hasta por 8 horas. De ahí la importancia de la mascarilla, la distancia y de la ventilación.
Infección por asintomáticos o pre-sintomáticos. Hay estudios que indican que el máximo de capacidad de infectar se produce a mitad de camino desde el inicio de los síntomas (aproximadamente entre los días 3 y 10 de la infección), sin embargo, una gran proporción de personas infectadas puede ser asintomáticas o pre-sintomáticas, y capaces de contagiar en un 75%, frente al 100% de capacidad de contagiar de los sintomáticos.
Se estima que más del 50 % de las nuevas infecciones por SARS-CoV-2 se originan porque las personas contactan a otros infectados, pero asintomáticos.
Por lo tanto, debemos considerar que cualquier persona cerca de nosotros, o nosotros mismos, aunque no se tengan síntomas, podemos estar infectados.
LOS NIÑOS PUEDEN SER importantes TRANSMISORES ASINTOMÁTICOS. Es esencial que usen mascarilla como los adultos, y de buena calidad. Lamentablemente niños asintomáticos han sido vinculados con infecciones de sus padres y abuelos, en algunos casos de gravedad y mortales.
Nuevas variantes. Las nuevas variantes de virus son preocupantes. Muchos hospitales en Brasil y USA están notando que sus pacientes de coronavirus son cada vez más jóvenes y saludables. En USA, brotes vinculados a niños han obligado a cerrar guarderías.
Unos tips importantes sobre la incubación del virus y las pruebas. La detección oportuna de personas infectadas es clave para minimizar la transmisión y controlar el tamaño de la epidemia.
- Existe un desfase temporal de 5–6 días entre el momento del contagio y la fecha de inicio de los síntomas en pacientes sintomáticos, que es el periodo de incubación del virus.
- A los 12 días, el 95 % de los casos que llegan a desarrollar síntomas, lo hacen en este tiempo. Si a este desfase natural se le añade una demora adicional entre la toma de la muestra del paciente para una prueba que, además, puede no ser la adecuada por el tipo de prueba y la etapa de infección del paciente, el riesgo de empeorar la salud del paciente y de transmisión, aumenta, pues la persona puede considerar que está libre del virus si esa prueba es negativa.
- Esto es un gran problema en nuestro caso venezolano cuando tenemos tantas limitaciones para hacernos la prueba más efectiva que es la PCR, y se depende mayoritariamente de pruebas de determinación de anticuerpos y de antígenos
- Una prueba de anticuerpos (sangre) no puede determinar si en el momento estás infectado con el virus de la COVID-19. Se hace para saber si se tuvo una infección con SARS-CoV-2. Una prueba de anticuerpos no puede determinar si en el momento estás infectado con el virus de la COVID-19. Por lo tanto, un resultado negativo es poco confiable y no se puede descartar un diagnóstico de COVID por esa prueba. Después de la infección con el virus que causa la COVID-19, puede llevar de dos a tres semanas o hasta 1 mes para desarrollar suficientes anticuerpos como para poder detectarlos en una prueba de anticuerpos, así que se recomienda no hacer la prueba demasiado pronto.
- Una prueba PCR usa exudado nasal o de garganta y detecta el material genético del virus. Puede detectar una alta carga viral antes del inicio de los síntomas; es adecuada en pacientes con síntomas o contacto cercano, en los primeros 15 días desde el inicio de síntomas o contacto (desde unos días antes de la aparición de síntomas hasta el final de la segunda semana).
- Los test de antígenos (también por hisopado de exudado nasal o de garganta) detectan ciertas proteínas en el virus, solo son efectivos durante los primeros 5 días de la enfermedad y siempre y cuando el paciente manifieste síntomas. Por tanto, no son adecuados para detectar casos asintomáticos o pre-sintomáticos. Sin embargo, algunos países permiten viajar con una prueba de antígenos negativa.
- La OMS y el CDC establecen que, en los pacientes sintomáticos leves, que den positivo en la prueba del SARS-CoV-2 (por PCR), deben transcurrir 10 días después del final de los síntomas, y, por lo menos, otros 3 días sin síntomas para finalizar el aislamiento (10 + 3).
- En pacientes asintomáticos deben transcurrir 10 días después de dar positivo en la prueba del SARS-CoV2 (por PCR).
Para finalizar recordemos estas reglas:
Regla de las Tres M (OMS): Aplicar estrictamente en las reuniones con amigos o familia
- Manos (lavado)
- Mascarilla (uso)
- Metros (distancia)
Regla de las Tres C: Evitar tres situaciones:
- Los lugares Cerrados, con poca ventilación.
- Los espacios Concurridos, con mucha gente alrededor.
- El contacto Cercano, cara a cara, sobre todo con personas que no son del entorno familiar.
Recordemos que la solidaridad es un valor humano fundamental en todo momento y ahora más con la crisis del coronavirus. Debemos cuidarnos y cuidar a nuestra comunidad. Los costos médicos de la enfermedad son inalcanzables para la mayoría.
Debemos cuidar nuestro personal de salud que no se da abasto con los casos de hospitalización, se contagia y está muriendo en un inaceptable y doloroso número en medio de una crisis sanitaria de enormes dimensiones.
Todo esto ocurre en un escenario de vacunación desigual y en mínimas proporciones, sin un Plan Nacional de Vacunación y ante nuevas variantes. Los ciudadanos nos encontramos desamparados y a la deriva por lo que la responsabilidad de cuidarnos es solo nuestra y debemos cuidar a quienes dependen de nosotros.
María Soledad Tapia
*Para que la epidemia tienda a desaparecer ese número debe ser menor de 1. La Academia de Ciencias Físicas Matemáticas y Naturales (ACFIMAN) proyectó para diciembre de 2020, 4.000 casos diarios bajo escenarios de contagio moderado (Rt = 1) (una persona infecta a una persona), a 14.000 casos diario en escenario de contagio alto (Rt = 1,2), (una persona infecta a 1,2 personas).
Plan de Vacunación. Hay que exigir que el país se inicie de forma urgente y masiva, una campaña de inmunización basada en principios de equidad y evidencia científica con vacunas de reconocida seguridad y eficacia y énfasis en los grupos de individuos más vulnerables de acuerdo a las recomendaciones de la OMS.
Algunos estudios recomiendan que las personas que han tenido Covid-19 deben volver a hacerse la prueba PCR, cuatro (4) o más semanas después de que los síntomas aparezcan por primera vez para minimizar el riesgo de infección. Esto se debe a que el SARS-CoV-2, el virus responsable de la infección por COVID-19, puede tardar un promedio de 30 días en eliminarse del cuerpo después del primer resultado positivo de la prueba y un promedio de 36 días después de que aparecen los primeros síntomas, y aún no se sabe lo contagiosa que puede ser una persona en la fase de recuperación, advierten los investigadores. https://bmjopen.bmj.om/content/10/8/e040380
CDC. Cuándo ponerse en cuarentena. 12 de marzo de 2021.
5 Comentarios
Ingrid mata
Excelente la información
Mirador Salud
Muchas gracias Ingrid. Ojalá sea de utilidad en estos tiempos aciagos.
M. Tapia
Simonetta
Excelente. Clara, amplia en cuanto a los conceptos que expone y concreta en cada uno de ellos.
Mirador Salud
Muchas gracias Simonetta. Ojalá sea de utilidad.
Cordial saludo.
M. Tapia
Zurima González
Estimada Marisol:
Excelente artículo. Muy completo y la información suministrada es clara, concreta, veraz, accesible y acualizada.
Muchos saludos,
Zurima González