Introducción
En la parte 1 de este ser humano como un Todo/Quinteto expusimos su conexión con la cognición, específicamente con la postura corporal, el intestino, la respiración, el corazón y la mente para luego abordar los procedimientos de los estímulos, receptores sensoriales y la percepción. En esta parte 2 concluiremos el desarrollo y funcionamiento de la cognición y daremos ejemplos de aplicaciones de la neurotecnología para comprender el funcionamiento de algunos procesos del cerebro y vislumbrar el futuro hacia donde nos conduce el desarrollo de esta nueva herramienta, la neurotecnología; todo lo cual alude a la mente que define cómo pensamos, cómo sentimos o cómo somos individuos, dependiendo del entorno en donde transcurra nuestra vida, razón por la cual somos distintos y únicos.
Desarrollo y funciones de los procesos cognitivos.
Iniciamos con la definición del desarrollo cognitivo que es el proceso mediante el cual la persona va adquiriendo la capacidad y habilidad de pensar, razonar e interactuar socialmente, por medio de las funciones cognitivas. Es decir, con el desarrollo cognitivo, progresivamente y a medida que pasa el tiempo, el cerebro organiza mentalmente la información que recibe desde los sentidos y comienza a resolver situaciones nuevas con base en experiencias anteriores. En otras palabras, los procesos mentales tienen como fin encausar y reorganizar la información esencial para comprender y poder adaptarnos al medio ambiente o entorno.
El estudio de la evolución de la cognición por etapas le permitió a Jean Piaget elaborar su teoría de desarrollo cognitivo, una de las más reconocidas y adelantadas para su época. Su trabajo dio significado a la comprensión de cómo piensan y aprenden las personas, observando los períodos cognitivos de los niños al transcurrir el tiempo. Así, delimitó 4 etapas o períodos: sensorio-motora (a 2 años), preoperacional (2 a 7 años), operaciones concretas (7 a 11 años) y operaciones formales (11 a 17 años).
Para Piaget “el desarrollo cognitivo es el producto de los esfuerzos del niño o niña por comprender el mundo”. Durante esos esfuerzos, el niño construye su propio conocimiento y su propia realidad a partir de su memoria y de la interacción con su entorno. Luego, debido a la neurociencia, se comprueba que el desarrollo del cerebro sucede por etapas y va acompañado del desarrollo de la cognición, lo que hace universal la teoría de Piaget.
Por otra parte, las funciones cognitivas son procesos más definidos que nos facultan para realizar cualquier tarea, de forma que la persona pueda participar activamente en recibir, almacenar, procesar y construir la información que recibimos del ambiente que nos rodea. El ejercicio de estas funciones es importante en el desarrollo cognitivo.
Entre estas funciones, se encuentran la atención, memoria, orientación, el lenguaje, percepción, razonamiento, motivación, las gnosias (reconocimiento de información anteriormente aprendida a través de los sentidos como la música, olores, situaciones, personas o síntomas del cuerpo), las funciones ejecutivas, la praxis o habilidades motoras y la habilidad para moverse y percibir la profundidad y distancia del espacio.
Las mismas comprenden procesos mentales, algunos complejos (funciones ejecutivas) y otros simples como son: las sensaciones (registrar información a través de los sentidos), percepción (imagen mental que le da forma a la sensación a partir de lo almacenado en la memoria), atención (centrarse o concentrarse en una determinada sensación) y memoria (almacenar la información útil para el futuro). Estas funciones habilitan la capacidad de realizar las actividades cotidianas como cocinar, hablar, caminar, estudiar, entre otras. Los procesos cognitivos complejos o superiores incluyen el pensamiento, lenguaje, aprendizaje, creatividad, inteligencia y las funciones ejecutivas. En ambos tipos de procesos, como ya fue señalado, la percepción cumple una función clave en “cómo somos”.
Las funciones ejecutivas son las responsables de la monitorización y regulación de los procesos cognitivos en la realización de funciones mentales complejas. Son destrezas que comprenden la organización, anticipación, planificación, memoria de trabajo, flexibilidad mental, autorregulación, inhibición y control de la conducta. Gracias a estas destrezas podemos autocontrolarnos y autorregularnos emocionalmente con el fin de frenar los impulsos y tomar decisiones más racionales.
Insisto en recordar que la percepción influye, y mucho, en la realidad de cada quién; pero, a su vez, es vulnerable a los cambios del entorno tales como experiencias, creencias y cultura. Esta vulnerabilidad puede ser negativa cuando el ambiente no es estimulante o es inflexible como pasaría con ciertas religiones, cuyas normas y creencias deben ser seguidas rigurosamente, sin cometer errores. Este tipo de percepción no cambia en el tiempo y la realidad interna tampoco cambia. Son personas muy rígidas y difíciles para lidiar con las circunstancias, por ejemplo, los musulmanes.
A la vez, esta vulnerabilidad puede ser positiva en un ambiente cambiante, flexible, abierto a nuevas experiencias, de manera que la percepción pueda ajustarse o adaptarse a la realidad. Es decir, según sea mi percepción puedo ver al mundo bello o feo, puedo ser optimista o pesimista, puedo ser más o menos feliz, más aún, los pensamientos pueden cambiar la percepción, lo que quiere decir que tenemos la capacidad de cambiar.
Estimulación cognitiva
El pensar, razonar y utilizar las funciones cognitivas se adquiere mediante el aprendizaje y la experiencia, a medida que vamos utilizando a lo largo de la vida, la memoria, el lenguaje, la percepción. La evolución de estas capacidades es el fundamento de oportunidades para el desarrollo cognitivo, por lo cual, la estimulación cognitiva temprana contribuirá oportunamente con este desarrollo.
Agregaríamos que estos procesos también son elementos claves para consolidar una mejor calidad de vida y prevenir problemas de salud. La mente puede todo, si se desea y siempre que sea entrenada. Repetimos lo que decía Ramón y Cajal “podemos ser los escultores de nuestro propio cerebro”. No menos significativo es que la estimulación cognitiva temprana incide positivamente en el aprendizaje, en la autoestima, en el amor, en la interacción con el entorno, como ya se dijo, y disminuye la aparición de emociones negativas.
Para cualquier época, la estimulación cognitiva es muy importante para el entrenamiento cerebral conforme a las actividades acordes con la edad. En general, todo lo que implique transformaciones, desafíos y aprendizaje, así como el hábito de la lectura y de los ejercicios físicos son fundamentales para mejorar la capacidad y el desarrollo del cerebro. Precisamente, este beneficio ocurre gracias a la neurogénesis y neuroplasticidad de la mente y contribuye con la “reserva cognitiva”.
Para finalizar esta parte nos gustaría alertar sobre el malestar contemporáneo del entorno mundial asociado a la influencia de la aceleración del tiempo, concepto desarrollado por el filósofo coreano Byung-Chul Han. Él advierte que la tecnología de la información remodela la sociedad porque colapsa la atención y, se podría agregar que bloquea el YO; esto ocurre porque en los medios digitales todo aparece y desaparece al mismo tiempo. Por ejemplo, uno ve algo en YouTube y cambia el tema y quiere regresar y ya desapareció. Ese colapso merma el significado del tiempo que deja de ser cronológico y afecta la manera de ver el mundo, percibiéndolo como un lugar hostil o un enemigo que nos excluye, no cuenta con nosotros y al que no podemos aportar nada: es un diario vivir muy penoso. Ver video.
No existimos, no tenemos identidad por lo cual debemos tratar de pensar y comprender no solamente lo expresado en este artículo, sino en los anteriores que llevan una secuencia del significado de las emociones y sentimientos en la mente en las circunstancias actuales.
Algunos ejemplos de la utilización de neurotecnologías avanzadas en el estudio de la fisiología cognitiva del cerebro
El cerebro por medio de sus estructuras en forma de redes neuronales, coordina el pensamiento, emociones, conducta, movimientos, sensaciones y otros procesos, ya mencionados anteriormente. Hasta el momento, hemos abordado cómo son los circuitos emocionales sin todavía comprender la consciencia, el cómo somos o el ¿qué son el pensamiento y la mente?, menos aún, su fisiología; ahora con los avances en la neurotecnología se abren puertas para su estudio fisiológico; lo que todavía no se conoce aún, si bien podría ser una realidad mañana.
Algunos avances:
Neurocientíficos que utilizan la neurotecnología: Dr. Stanislas Dehaene y el Dr. Rafael Yuste.
Gracias a la neurotecnología, las herramientas para estudiar la fisiología de la corteza cerebral son actualmente una realidad. Aquí describiremos someramente algunos ejemplos de estudios realizados por los Dres. Stanislas Dehene y Rafael Yuste.
No todas las partes del cerebro se desarrollan con igual velocidad; por ejemplo, el orden aceptado hasta ahora para el desarrollo de los sentidos es que el primer sentido es el tacto que se desarrolla en la etapa embrionaria/feto y es el primero en madurar, seguido por el gusto, olfato y oído, por último, la vista. Todos continúan madurando después del nacimiento.
Empero, el neurocientífico francés, Dr. Stanislas Dehene, ha desafiado este orden con sus investigaciones. Sus trabajos más recientes han mostrado que durante los primeros meses de edad, el niño puede percibir las palabras, analizarlas y discriminar, aunque no hable; el cerebro de un niño puede diferenciar sílabas, a pesar de que su corteza cerebral no esté completamente madura. Ellos reaccionan más lentamente, pero perciben lo que sucede.
Con imágenes de Resonancia Magnética Funcional (RMF), una neurocientífica y colega del Dr. Dehaene demostró que cuando ella – madre – besa a su bebé, hay zonas del cerebro que se activan, notándose una “presencia de colores” que aparece en la corteza cerebral, observado en una imagen escaneada del cerebro del niño. A la par, los colores encendidos muestran un trazado de comunicación mucho más amplio cuando se compara con la imagen del cerebro de un niño que no ha sentido ese cariñoso estímulo. Ver video. Un ejemplo, del significado del amor en la corteza cerebral.
De acuerdo al Dr. Dehaene, el cerebro del niño pequeño está ávido de interacción o contacto social, del habla y del desarrollo de ciertos circuitos del cerebro, los cuales serán mayor y mejor cuanto más el niño interaccione con el lenguaje o habla. La palabra sirve para nutrir el cerebro del niño y su desarrollo será mejor en ambientes con abundante comunicación con palabras. Lo mismo ocurre con la lectura. Cuando el niño comienza a leer se activan ciertas áreas del cerebro que van creciendo con el tiempo hasta que la lectura se vuelve automática y las áreas no crecen más o no se potencian con el fin de ocupar menos espacio en la corteza cerebral.
Una alerta importantísima en estos momentos es el boom de los celulares, puesto que los padres pasan más tiempo viendo el celular que interactuando con los hijos. De igual modo, durante la pandemia, los niños padecieron la ausencia de interacción al no ir al colegio. El ejemplo de Suecia es muy claro: tuvieron que dar marcha atrás al uso de las computadoras y retiraron las pantallas de las aulas, regresando a la utilización de los libros para mejorar el aprendizaje que se había perdido a causa del impacto negativo de las mismas. Hechos que confirman lo dicho por Stanislas Dehaene.
Él, quién ha promovido la neuroeducación en Francia, define los 4 pilares que favorecen un correcto aprendizaje: atención – compromiso activo (motivación) – revisión a partir del error (retroalimentación) – consolidación. Cuando el aprendizaje se sostiene, entonces se consolida y pasa a ser una actividad automática. Actualmente, la neuroeducación debería convertirse en una disciplina que conjugue conocimientos de educación, neurociencia, neuropsicología y de las ciencias cognitivas, todos integrados a programas didácticos de enseñanza.
Otro gran estudioso de la neurociencia que nos ha permitido conocer más a fondo el cerebro es el afamado neurocientífico el Dr. Rafael Yuste, CoDirector del Kavli Institute of Brain Science. Él comenta que el cerebro es un órgano extraordinario que posee 100 mil millones de neuronas, conectadas por las sinapsis y cada neurona enlazada a otras 10.000 por las dendritas, hecho que infiere una alta complejidad cerebral reflejada en una gran red que abarcaría 3 veces el internet digital de todo el planeta. Otra de sus reflexiones es que cada cerebro crea su propia realidad y que ésta es diferente a la de cualquier otro cerebro. Aquí, Yuste coincide con Kant, quién expresaba: “no podemos conocer verdaderamente la cosa en sí, porque siempre accederemos a ella a través del prisma de nuestra mente” o como el proverbio que dice: “No vemos las cosas como son sino como somos”. Decía Yuste lo que vemos fuera lo tenemos en la mente, el mundo que vemos/percibimos está en nuestra mente. El Yo existe en mi cerebro y agregaba que vivíamos en una isla que no conocemos.
Estas reflexiones ya se han demostrado y fueron parcialmente explicadas en la Parte 1, como en otros artículos, cuando nos referirnos a la función de la percepción en el proceso desde el estímulo a la conducta.
Entender cómo funciona el cerebro (corteza cerebral) y saber qué hace o cómo lo hace es su principal objetivo. Su laboratorio en Columbia investiga el descifrar el código neuronal o la relación entre la actividad de las neuronas y el comportamiento o estados mentales por medio del estudio de la función de los circuitos neuronales.
Según él, la neurotectología podrá acceder a nuestra actividad mental por medio de estas técnicas que permitirán registrar información, mapear el cerebro y luego manipularlo, hecho que será una revolución para los humanos porque el saber cómo somos o actuamos o sentimos tendrá repercusiones en el humanismo cuando podamos contestar ¿qué es un ser humano? En su laboratorio han registrado, descifrado y manipulado actividades cognitivas en ratones, modificando su percepción visual por estimulación de la corteza visual donde el ratón interpreta una imagen interna como propia que ha sido causada por un estímulo.
Ya no se habla de la posibilidad de leer el pensamiento, sino él afirma que ya hay máquinas que leen el pensamiento, aunque todavía son rudimentarias. Estas máquinas pueden entrar en la mente y conocer lo que la persona está viendo o escuchando, sino que son también capaces de identificar lo que alguien está imaginando.
Para el Dr. Yuste, esta “ciencia ficción” es ya una realidad: estamos muy cerca de la fabricación de implantes para ser más inteligentes, ya se han fabricado y patentados dispositivos neurotécnológicos externos como los cascos, lentes inteligentes, auriculares o la pulsera, aún no patentada, que registra la actividad de los nervios que pasan por la muñeca. A la vez, se unen a estos avances, los dispositivos para aumentar la memoria por estimulación magnética. Por otro lado, el control social por medio de tarjetas de identificación digitalizada ya se encuentra en marcha.
Existen también las interfaces cerebro-computadoras (ICC, por sus siglas en español) que tienen la habilidad de adquirir señales cerebrales, analizarlas, y traducirlas en comandos que se transmiten a dispositivos de salida que ejecutan las acciones deseadas. Su objetivo es reemplazar o restaurar funciones en personas con discapacidades neuromusculares. Pueden ser útiles en la rehabilitación del ictus y otros trastornos. Esta tecnología parte de la base que los humanos pueden usar las señales eléctricas de la actividad cerebral para interactuar con, influir o modificar su entorno. Estas técnicas pueden mejorar la calidad de vida o pueden ser utilizadas con fines pocos éticos y ser contraproducentes para la preservación de los derechos humanos.
Es decir, la ética es un punto crítico en la utilización de la neurotecnología. Todavía no se sabe cómo impedir su uso en procesos que no cumplan los parámetros de los derechos humanos. Al mismo tiempo, le preocupa mucho al Dr. Yuste que se pueda desvirtuar su utilidad y que su uso equivocado pueda interferir con los derechos humanos, razón por la cual lidera un proyecto de concientización y difusión de los neuroderechos llamado NeuroRights Foundation.
Finalmente, Yuste define “al cerebro como una máquina orgánica que genera un modelo mental del mundo para predecir el futuro y así funciona la corteza cerebral”. Dicho de otra manera: “En su teoría El Teatro del Mundo concibe el cerebro como una máquina de predicción del futuro que utiliza las redes neuronales para generar un modelo del mundo como si fuese un prototipo de realidad virtual”.
La mente puede manipular el modelo para ver lo que va a ocurrir en el futuro y así sobrevivir. Para manipular el modelo es necesario conocer el pasado y tener una base de dónde partir. Así evolucionamos, adelantándonos a lo que sucederá y “el modelo del mundo es único para cada individuo y se traduce en un mapa del mundo que es su realidad y distinta a otros individuos”, comenta Rafael Yuste. Sin embargo, estas realidades pueden interactuar y relacionarse entre sí para convivir y construir este mundo. Esto constituye un nuevo paradigma.
En definitiva, Yuste en su libro “El cerebro, el teatro del mundo”, utilizando un lenguaje al alcance de todos, expone su muy compleja hipótesis que todavía no ha sido demostrada: “El cerebro es una máquina de predicción del futuro diseñada por la evolución porque es la manera más inteligente de sobrevivir: alguien inteligente es quien ve venir las cosas antes que tú”, en el que expone lo explicado en este texto.
En ambas partes (1 y 2) de este artículo, analizamos el cuerpo y la mente como un Todo/Quinteto, su utilidad para vivir plenamente y sobrellevar el futuro, así como incursionamos en los avances tecnológicos para el estudio del cerebro.
En los últimos tiempos los avances en neurociencia han dado un gran salto y el mundo está cambiando cognitivamente; amén de que aún no sabemos hacia dónde se dirige este cambio y, mucho menos, estamos preparados para enfrentar dichos avances.
Terminamos con algunas reflexiones sencillas y útiles para preservar el “SOY YO” individual, tomadas de este texto y de las referencias:
.- Conocer las interacciones mente–cuerpo nos proporciona herramientas para conducirnos con consciencia, alcanzar sentimientos positivos como el amor y la empatía y, así, mantener la salud física y mental. El papel del cuerpo en la toma de decisiones es clave para nuestro crecimiento.
.- Aprender a ampliar nuestra consciencia corporal y a escuchar los susurros pre-cognitivos que nos anuncian hacia dónde irá nuestra conducta, en aras de tomar decisiones conscientemente. Las sensaciones anticipan lo que puede suceder.
.- Practicar técnicas y ejercicios físicos que nos ayuden a ser conscientes de nuestro cuerpo, a la vez, que son la base de la regulación emocional.
.- Necesitamos aprender a cambiar nuestros pensamientos, vivir nuevas experiencias, sentir la naturaleza, tener consciencia de nuestra percepción y, tener voluntad para modificar nuestro comportamiento.
.- Necesitamos un cambio en la cultura que ha prevalecido en los últimos tiempos. Debemos recuperar nuestra antigua cultura y valores. Primero tengo que cambiar yo para incidir en el entorno que me rodea.
.- Conocer cómo funcionamos nos da libertad para transitar por la vida y dejar una huella de significativas experiencias para uno y, a la vez, para otros.
Espero que esta selección de artículos acoplados sean una puerta para experimentar la libertad del Yo. En nuestro artículo final trataremos de llegar a conclusiones que nos ayuden a ser como debemos Ser.
Irene Pérez Schael
NOTA: Ha sido necesario repetir algunos conceptos e información en este recorrido para dejar una huella profunda en el “Ser” de cada uno.
Esta es la parte 2 del artículo que lleva el mismo nombre: El ser humano: su Todo/Quinteto, su desarrollo cognitivo y el bienestar humano.




















