A mis amigas psicoanalistas…en celebración del cumpleaños de Freud el pasado 6 de mayo
La histéresis es un término griego que significa «permanecer» o «llegar tarde». Originalmente, el ingeniero y físico escocés, Sir James Alfred Ewing (1855-1935), quién es muy conocido por su trabajo en las propiedades magnéticas de los metales, fue el científico que descubrió el fenómeno de la histéresis, en 1890, amén de darle el nombre al fenómeno, durante su actividad académica en la Universidad de Cambridge. El observó que la magnetización remanece o aparece de nuevo inopinadamente con respecto a la aplicación de una corriente alterna. De allí viene el nombre debido a la permanencia del efecto de un fenómeno físico en relación a otro del cual depende. También describió la curva o representación gráfica de la histéresis. Desde entonces, la histéresis se ha identificado en muchos campos, incluidos la física, biología, química, sociología, política, economía, ingeniería y psicología, entre otros.
¿Cómo descubrí la histéresis y qué me motivo a investigar sobre ella?
Llegué al fenómeno de la histéresis gracias a las vacunas, mí área de desempeño científico. Mientras escribía sobre los grupos antivacunas que promueven la oposición a inmunizarse encontré un estudio matemático que explicaba el deseo de poblaciones a “no querer vacunarse” basado en el fenómeno de la histéresis. Esta resistencia al cambio es ocasionada, entre otras causas, a la vinculación de las vacunas con el autismo en el pasado. La histéresis, en este caso, vulnera la capacidad de cambiar e imprime rigidez al pensamiento aun en presencia de razonamientos científicos que afirman las bondades de las vacunas. Los movimientos antivacunas producen un efecto muy negativo en la sociedad que comprometen la salud en el mundo, lo que unido a la histéresis impulsan estas inclinaciones y en consecuencia cada vez más aumenta la población que se niega a vacunar. Esta situación conlleva a bajas coberturas de inmunización que facilitan la transmisión de los agentes infecciosos e impiden la eliminación de las enfermedades prevenibles por vacunas, proceso muy complejo donde toda la población tiene que participar.
¿Cómo inducir un cambio de conducta en una población cuyo comportamiento se basa en un fenómeno físico? Los autores del trabajo recomendaron promocionar el comportamiento altruista, una condición natural del cerebro humano que responde a lo emocional y no a la razón. Así es que se debe promover la inmunización con el fin de beneficiar a otros como la familia o la comunidad o al planeta y enfatizar que la persona se debe vacunar para evitar convertirse en fuente de transmisión, en lugar de señalar que vacunarse es bueno para no enfermarse, un planteamiento “egoísta”. Se debe apostar a lo emocional y a la bondad del ser humano. Por otro lado, el argumento basado en la racionalidad científica “las vacunas no están asociadas al autismo” utilizado hasta ahora, no ha funcionado, como lo evidencia la aparición de brotes epidémicos de sarampión en los Estados Unidos y Europa.
El altruismo como emoción se opone a la razón de verdades comprobadas. Entonces aplicar lo opuesto, como se verá más adelante, puede influir en la rigidez existente en el presente, ocasionada en el pasado.
La comprensión de los procesos es muy útil en la resolución de problemas, sean estos físicos, sociales, biológicos, económicos, químicos, políticos o en cualquier ámbito relacionado con el ser humano. Por lo cual decidí indagar en el fenómeno de la histéresis y su manifestación en distintos campos del saber con el deseo oculto de encontrar respuestas al comportamiento social de los venezolanos durante los tan aciagos momentos que actualmente transita Venezuela. En este artículo pretendí incursionar el tema sin ninguna pretensión académica. Solo para comprender.
Histéresis
La histéresis nace en el campo de la física, específicamente en el magnetismo que se define como histéresis magnética, la cual se expresa cuando al magnetizar un ferromagneto – materiales sin carga eléctrica que tienen la propiedad de atraerse mutuamente – el material mantiene la señal magnética aun después de retirar el campo magnético que la indujo. Este fenómeno es muy útil, por ejemplo, en las computadoras pues permite el almacenamiento de información en los imanes del disco duro que codifican para el sistema binario 0 – 1. De allí que cuando se magnetiza un imán con este propósito, éste mantiene la codificación en ausencia del campo magnético que la originó y puede ser leída posteriormente, así como también puede ser invertida aplicado un campo magnético en sentido contrario.
Generalizando el concepto, la histéresis es la capacidad de ciertos materiales o procesos para conservar algunas de sus propiedades en ausencia de las causas o circunstancias que las ocasionaron; asimismo, es la cualidad de depender del proceso histórico y no de la presencia de situaciones que dieron curso a su inicio. En síntesis, es una condición del sistema que depende de su pasado y lo une con su historia.
El fenómeno también ha sido estudiado en el campo de la microbiología ya que la comprensión de la evolución bacteriana puede darnos luces para aliviar el problema de la resistencia antimicrobiana. En un estudio publicado en la revista PNAS de 2018 fue evaluada la relación bacteria-resistencia desde un punto de vista teórico utilizando modelos matemáticos, la genómica y el análisis genético funcional. El estudio demostró que la histéresis aumentó la susceptibilidad de la bacteria a otro antibiótico que no hubieran presentado resistencia en el pasado, al mismo tiempo que redujo la selección de bacterias resistentes y evitó que las mismas se adaptaran al tratamiento.
En la investigación, investigadores alemanes y suecos utilizaron el agente patógeno denominado Pseudomona aeruginosa como modelo y encontraron que la aplicación de tratamientos secuenciales rápidos, en los cuales los antibióticos se cambian en lapsos de 12 a 24h, impone una presión selectiva que desfavorece la mutación de las bacterias y la aparición de la resistencia. Este nuevo método contrasta con los tratamientos de larga duración (5 a 10 días), aplicados actualmente en hospitales, amén de no requerir el desarrollo de nuevos antibióticos porque se pueden usar los que ya existen. El estudio demostró que los cambios rápidos de los fármacos disminuyen la evolución de la resistencia y favorecen respuestas específicas a los efectos fisiológicos inducidos apuntando a otros genes. Aquí también funcionó emplear lo opuesto a lo establecido: tratamiento secuencial rápido vs. tratamiento largo.
Los autores concluyen que la identificación de la histéresis celular es clave para contrarrestar la acción negativa de las bacterias y se puede aprovechar para optimizar la terapia con antibióticos para lograr una mejor eliminación de las mismas y evitar la aparición de la resistencia, un problema muy complejo en el mundo de hoy.
En el área de la fisiología, la histéresis interviene en la mecánica pulmonar, la homeostasis paratiroidea e incluso en la urodinámica. La histéresis igualmente participa en la dinámica emocional. Adaptarse al entorno es esencial para mantener la salud mental por lo que la regulación de las emociones juega un papel muy importante. Dificultades en la regulación emocional son evidentes en el autismo, déficit de atención, hiperactividad, estrés post-traumático, depresión, trastornos de ansiedad y recientemente se ha observado también en la esquizofrenia.
A la par, el fenómeno de la histéresis también se presenta asociado a las disciplinas humanísticas. En esta dirección, el Dr. Juan Martínez-Val, catedrático de la Universidad Francisco de Vitoria, Madrid – España, recién publicó un artículo titulado: “La pertinencia del concepto de histéresis en las disciplinas humanísticas” con el fin de incluir el fenómeno en las humanidades para el análisis de sus procesos. La incorporación de la visión científica en estas disciplinas amplía su campo de acción y la comprensión de los fenómenos humanos.
El artículo refiere que “el fenómeno de la histéresis evidencia lo que pueden definirse como estados no reversibles de un sistema, o más aún, como sistemas propiamente no reversibles; es decir, sistemas que gozan de una linealidad unidireccional, pues al ser sometidos a las circunstancias inversas a las que dieron origen a una situación, el sistema no logra regresar a su estado inicial”. Sin embargo, ya hemos visto que esta condición de irreversibilidad total no se ha observado en la física ni en la biología, por ejemplo.
La mente y sociedades, en general, se comportan como sistemas no reversibles. Cuando una persona padeció una vivencia profunda o experimentó un aprendizaje de técnicas o habilidades ya no tendrá ninguna opción de regresar a su estado anterior. Freud, al estudiar el funcionamiento de la mente, describió el fenómeno de la histéresis en la mente humana y lo usó para construir su método psicoanalítico sin conocer su existencia. Para Sigmund Freud, los eventos ocurridos en nuestra niñez ejercen gran influencia en la conformación de la personalidad y en la vida adulta. En la mente, el inconsciente y los sueños desempeñan un papel muy importante donde el pasado y presente no están tan claramente delimitados según Freud. Para él, el inconsciente es atemporal: no reconoce pasado ni futuro, todo es presente. Conflictos o traumas ocurridos en el pasado son reprimidos en el inconsciente y el síntoma es uno de los resultados posibles de ese proceso represivo. El tratamiento psicoanalítico comprende derrumbar la barrera que inhibe la afloración de estos conflictos para traerlos al consciente, expresarlos y elaborarlos de manera que los síntomas se alivien hasta desaparecer. Otra vez nos encontramos en el proceso de solución de la histéresis con los opuestos: represión vs. liberación.
Otro ejemplo que señalan Martínez-Val y col. en donde interviene la histéresis en el campo de la psicología es el inconsciente colectivo del Dr. Carl Jung.
El primer paso para conocer los procesos de la mente es comprender que el pasado, en algunas circunstancias, interviene en el presente y delimita la conducta humana aun cuando la circunstancia del pasado haya desaparecido.
Como señalan los autores: “Para liquidar la infancia, la adolescencia, la juventud de una persona, esa persona debe morir. Para liquidar la historia de un pueblo, tal pueblo ha de dejar de existir como ser social e histórico”.
Por último, el fenómeno de la histéresis se aparece igualmente en la economía y el mercadeo. Un ejemplo del efecto de la histéresis en economía sería el efecto de la consolidación fiscal emprendida en 2010 en el crecimiento mediocre y la debilidad del mercado laboral actual. En la vertiente del mercadeo, la histéresis se manifiesta en el desgaste de la publicidad cuando las ventas disminuyen a pesar de que la publicidad se mantiene o cuando permanecen altas las ventas aun cuando se reduce el estímulo, hechos que deben ser tomados en cuenta a la hora de planificar estrategias. Generalmente, no es posible recuperar una posición perdida, aunque se restablezca la causa que la originó. La histéresis puede representar un grave peligro para aquellas empresas que desconocen sus efectos y se muestran renuentes a actuar.
Histéresis, resiliencia y Venezuela
Venezuela vive tiempos de cambios bruscos en la política y en todos los ámbitos de la existencia humana que solo permiten a la población sobrevivir, en lugar de crear, progresar y disfrutar la vida. Esto es consecuencia de la instalación de un régimen totalitario durante 2 décadas que se resiste a desalojar el poder. Se vive una crisis permanente en donde cada minuto suceden incidentes que requieren de la atención total, racional y emocional, para resolver los problemas asociados a cada suceso. Por algo, Venezuela es el país con la más alta tasa de suicidios en el continente. Se vive en una continua histéresis porque mientras los incidentes ocurren a una velocidad vertiginosa, los cambios en la mente para adaptarse a las nuevas situaciones van a una velocidad muy lenta. Entonces ocurren importantes desajustes a causa de las diferencias entre las velocidades de ambos procesos: el político y el mental.
Los venezolanos debemos correr en forma constante y precipitada para eliminar o cambiar aquello que acabamos de internalizar, a veces sin comprenderlo, cuando nos encontramos ante un nuevo suceso. Siempre «llegamos tarde» a la nueva situación por lo que nos refugiamos en las certezas pasadas. En este caso, la histéresis es la distancia entre la adaptación y ese «llegar tarde» o brecha entre lo que en definitiva cambia y lo que difícilmente se admite que cambió o la resistencia a cambiar. Disminuir esa distancia, llamada histéresis, ayudaría a los venezolanos a funcionar mejor. Los cambios van a una velocidad asombrosa mientras que la mente procesa los hechos muy lentamente, reteniéndonos en el pasado. La diferencia entre estas velocidades se traduce en desajustes mentales, emocionales y en la salud en general.
Esta diferencia es todavía más marcada entre los jóvenes que nacieron y han crecido en épocas de acentuados cambios, por ejemplo, los tecnológicos, hecho que les da ventajas, y los adultos mayores que crecieron en tiempos de relativa estabilidad tecnológica y menos cambiante.
¿Cómo disminuir la histéresis? Una vía es ser más flexible y disminuir la rigidez mental y la resistencia a cambiar. Otra forma de contrarrestar la histéresis es aumentar la resiliencia o la habilidad para anticiparse, prepararse, responder y recuperarse de un cambio o shock.
Una última reflexión: La población venezolana vivió, al menos medio siglo, sumergida en una gran estabilidad económica y social que no requirió flexibilidad mental para vivir saludablemente. Quizás esa quietud y seguridad no han permitido que respondamos apropiadamente a los retos que presenta este régimen totalitario y mucho menos a la velocidad que exigen las circunstancias. Y este comportamiento se observa en el individuo común, en el político, en el intelectual, en el académico o en el empresario. Quizás por esto sea más fácil migrar que intentar transformar la realidad.
Finalizo con estas preguntas: ¿qué debemos hacer para mantener el equilibrio emocional? ¿debemos eliminar la fuente de desequilibrio político y cambiar este presente que nos agobia?, ¿cómo debemos trabajar para desalojar al régimen del poder?, ¿se debe aplicar el método de los opuestos?, ¿debemos reconocer la realidad y enfrentarla abiertamente?, ¿debemos confrontar en lugar de negociar?
Estas preguntas, creo, deben ser respondidas mediante un análisis de las circunstancias según lo que hemos aprendido del fenómeno de la histéresis.
Irene Pérez Schael
Nota: Los textos entre comillas fueron intervenidos al utilizar la negrilla para destacar los resaltado en el texto original.
8 Comentarios
geyna
excelente articulo,da que pensar y razonar
Mirador Salud
Gracias Geyna, Si, los venezolanos tenemos mucho que analizar y pensar.
Jose quintero
Una maravilla Irene! No conocía el concepto de histéresis y lo desarrollas en varios ámbitos disímiles convirtiéndolo en una especie de vector compresivo a partir del cual elaborar preguntas. Somos unos primates muy estúpidos, infinitamente estúpidos y también infinitamente inteligentes. En Venezuela nos enfrentamos a un caos destructivo dirigido por criminales, delincuentes organizados en alianza planetaria con regímenes oprobiosos. Predomina el pensamiento mágico y no nos conocemos como gentilicio. ¿Enfrentar o negociar? Las dos…y fluir lo mejor que podamos. Gracias por escribirlo y compartirlo. Abrazo.
Mirador Salud
Hola José Luis, gracias por tu comentario…Este tema da para mucho trabajo y mucho que pensar. Me encuentro en ese camino ahora.
Saludos. Irene
Miguel Miguel García
Bien interesante, Irene. Sigue así, aportando análisis a la TRAGEDIA de Venezuela.
Mirador Salud
Gracias Miguel, en eso estamos.
Lirio
La histéresis es la resistencia al cambio . Excelente y muy explícito artículo . La rigidez mental se ataca fomentando , como ya lo han descrito , el altruismo , la resilencia y la proactividad … !!! El caso venezolano es atípico en todo, pues existe histéresis tanto en los dirigentes como en todos los ámbitos de interacción social y cultural !!! .. Esto está produciendo una sociedad enferma en el sentido literal del término . No existen condiciones mínimas que ayuden a la salud psicosocial de la población . Ese es el mayor de los virus .
Mirador Salud
Gracias Lirio
Muy buena síntesis del artículo, pero aún mejor tu interpretación y aplicación
a Venezuela.
Sí, aquí vivimos dos pandemias: la de la covid-19 y la enfermedad totalitaria…
Saludos
Irene