Pareciera que todos deseamos cambiar algo en nuestras vidas: directamente en nosotros mismos, en el entorno de trabajo, familiar o en un país convulsionado. Sinceramente nos prometemos eliminar esa conducta o hábito que nos perjudica, que impide el logro de nuestras aspiraciones. Dos meses después de nuestra firme resolución de año nuevo, sentimos que nos sigue molestando lo que estábamos determinados a cambiar definitivamente. Nos culpamos por nuestra falta de voluntad, o achacamos el no lograr el cambio deseado a la falta de tiempo para ajustar nuestra vida por ello o a la falta de colaboración de quienes nos rodean, en fin, a múltiples causas externas a nosotros.
Expertos aplicando postulados de la psicología del desarrollo nos indican que no es la falta de voluntad lo que nos impide que cambiemos, sino el no tener desarrolladas las capacidades necesarias para hacerlo. En este sentido, deseamos compartir una propuesta que precisa y comprueba su efectividad no solo en las personas sino en grupos y organizaciones que desean un cambio cualitativo en sus vidas.
Tipos de cambio: técnicos y adaptativos
No todos los cambios de desarrollo personal requieren de esfuerzos o estrategias similares. Dependiendo de la persona, su situación y el cambio que desee realizar, según la conceptualización de Heifetz (1998) podemos distinguirlos como: técnicos y adaptativos. Los cambios técnicos, comúnmente denominados de mejoramiento, se logran expandiendo nuestros conocimientos o habilidades. Aprender un nuevo idioma, llevar una agenda electrónica o conocer las porciones y tipos de alimento adecuados para comer saludablemente son cambios técnicos. Por más complicados que sean, se logran teniendo suficiente motivación para dedicarles las horas de estudio y práctica requeridas.
Los cambios adaptativos personales requieren – además de nuevos conocimientos y dedicación para incorporarlos en las diarias rutinas – de un cambio mental a otro nivel diferente de donde nos encontramos. Necesitan de un cambio de perspectiva o actitud sobre cómo pensamos sobre lo que queremos cambiar. Esto incluye tanto criterios, asunciones o creencias sobre el tema y sus condiciones como sobre nosotros mismos y nuestra relación con éstos.
Entender estos tipos de cambio y sus particulares estrategias es igualmente importante cuando se desea lograr transformaciones cualitativas en organizaciones, comunidades o sociedades. Según Heifetz el fracaso mayor de quienes lideran es tratar de resolver retos adapatativos como problemas técnicos. Indudablemente una estrategia técnica es más sencilla de implementar y produce ciertos resultados en el corto plazo. Lo que no suele considerarse es que, después de un aparente triunfo, el problema retorna luego agravado por el tiempo.
Ambos tipos de cambios requieren de motivación y perseverancia para lograrlos y a mayor complejidad se añaden dificultades al proceso. Ahora bien, cabe preguntarse: si tenemos la información, argumentos y deseo que justifican el cambio que queremos lograr ¿qué hace que nuestra motivación disminuya o nuestra perseverancia flaquee impidiéndonos lograr y mantener lo que deseamos a largo plazo?
Nuestros sistemas inmunes nos protegen pero también se equivocan.
Los psicólogos Robert Kegan y Lisa Lahey, profesores de la Universidad de Harvard, después de estudiar durante muchos años el desarrollo de formas de pensar y de los procesos mentales complejos en la adultez, han desarrollado la teoría de «Inmunidad contra el cambio». Ellos plantean que así como tenemos un sistema inmune en nuestro cuerpo que nos protege ante invasiones no deseadas, también poseemos un sistema inmune psicológico. Este nos protege de las amenazas de cambio a la forma de pensar que hemos construido y a través de la cual nos percibimos a nosotros mismos y captamos al mundo con el cual interactuamos.
Sabemos cómo el sistema inmune de un individuo, por ejemplo, al intentar protegernos mediante el rechazo de trasplantes, puede activar complejos mecanismos de defensa que pueden tornarse hasta mortales. Igualmente, según esta teoría, la existencia de un sistema inmune psíquico nos explica por qué las estrategias técnicas no funcionan para lograr cambios adaptativos.
Un ejemplo de esta dinámica anti-cambio sería la razón por la cual los programas puntuales de adelgazamiento mediante dietas y ejercicio (estrategia técnica para bajar de peso) no funcionan a largo plazo si no forman parte de estrategias adaptativas hacia un estilo de vida saludable. Estas incluirían cambios en nuestra forma de pensar y sentir respecto a nuestro cuerpo, sus necesidades, el estar delgado, relación con la comida y el mantenernos activos. Kegan y Lahey (2014) se han unido a las propuestas que han surgido en el pasado reciente para abordar «de adentro hacia afuera» la frecuente dificultad de mantener el peso alcanzado a través de soluciones técnicas.
¿Cómo disminuir la distancia entre lo que las personas genuinamente intentan hacer y lo que son capaces de realizar?
Esta propuesta de un sistema inmune psíquico contribuye también a derrumbar uno de los mitos sobre el aprendizaje de los adultos, demostrando que es posible crecer cualitativamente después de la adolescencia. Esos saltos cualitativos mejoran la habilidad de las personas para ver (dentro de sí y dentro de su mundo) y en consecuencia actuar más efectivamente dentro de una nueva perspectiva.
Kegan y Lahey han ampliado con éxito la aplicabilidad de este enfoque de individuos a grupos y organizaciones diversas, guiándolos hacia la modificación consciente de sus formas limitantes de ver. Este proceso de desarticular nuestras verdades construidas para retarlas y convencer a nuestro sistema inmune de su equivocación no es fácil, pero es posible. Requiere dedicarle un tiempo de atención y aprender a canalizar positivamente la ansiedad que conlleva la exploración de nuevos territorios. Aunque la metodología ofrecida es clara, los autores recomiendan acometer el proceso con el apoyo de una persona cercana, con interés similar o de un coach.
El Coaching Integral utiliza estos principios, aunado a la perspectiva integral desarrollada por Ken Wilber, para ofrecer un acompañamiento en procesos de cambio a personas y organizaciones. A través de programas personalizados, enfocados y acotados en el tiempo, las personas logran hacerse más conscientes de la forma de ver que los guía y de la que desean desarrollar. Mediante prácticas pertinentes adquieren las nuevas habilidades requeridas y obtienen insights construyendo nuevos significados. Este abordaje integral permite que puedan relacionarse con mayor objetividad dentro de los distintos ámbitos donde participan.
Los resultados a largo plazo de cambios con este tipo de intervenciones, trascendiendo los obstáculos reales – antes no percibidos – demuestran un crecimiento cualitativo personal o grupal, no sólo logrando lo deseado sino ampliando sus respectivos horizontes de vida.
Jeannette Díaz
Nota sobre la autora:
Jeannette Díaz es Doctora en Educación de la Universidad de Massachusetts, Amherst, Profesora Titular Jubilada de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela. Durante sus 28 años como docente, Coordinadora Académica y Coordinadora de Investigación disfrutó siendo mentora y coach de estudiantes y profesores apoyándolos en el desarrollo de sus habilidades creativas y progreso en sus carreras docentes. Formalizó esta área de interés cursando estudios y obteniendo la Certificación como Integral Master Coach® de Integral Coaching Canadá. Es miembro de la Federación Internacional de Coaches. Actualmente trabaja como coach, ayudando a sus clientes en el logro de transiciones exitosas en el ámbito personal o profesional. Página web de Jeannette Díaz
3 Comentarios
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Marta Vallmitjana
Hola Jeannette: te felicito por esta actividad que desarrollas que ya me comentaste un día que nos encontramos en la farmacia de la UCV. Como tu ya sabes sufro de un Linfoma No Hodkings recurrente afortunadamente de baja agresividad (en USA lo llaman the indolent) ya lo he tenido dos veces, lo que implica dos años de quimio. Aunque me han felicitado los médicos por mi actitud positiva , sin embargo, estar enfermo y vivir hoy en Venezuela es un ay yayyay, que perjudica la salud mental: se terminan o escasean las medicinas, los alimentos básicos; las guarimbas que arriegan las citas médicas, el no poder estar segura de cuando se puede viajar al exterior ,la inseguridad, los muertos, las agresiones terribles a nuestras univerdsidades, el progresivo deterioro del páis. etc. etc. Creo que podrías investigar que tipo de sistema inmune aplica o hay que combatir para «sobrevivir»en la situación en que vivimos. ¿o hay que marcharse? Un beso y adelante Marta
Jeannette Diaz
Querida Marta, gracias por compartir tus ay yayays, compartidos por tantas personas.
Dentro de Mirador Salud en la pestaña de psiconeuroinmunología encontrarás información relevante a tu caso que seguramente será repaso para tu mente investigativa, pero que pueden serte útiles en estos momentos.
Dentro del Coaching Integral hay un grupo de coaches quienes, por ser sobrevivientes de enfermedades autoinmunes, se han dedicado a este especial grupo de personas. En el Taller de Maestría que asistí recientemente en Ottawa hicieron una presentación de lo que están haciendo que me impactó mucho. Si quieres más detalles sobre esto, escríbeme a mi correo.
Sigue tan positiva como siempre dándonos el ejemplo a seguir.
Con un gran abrazo, Jeannette