El envejecimiento normal puede causar algo de olvido. Al olvidar palabras y nombres es común escuchar frases chistosas como “¿Recuerdas cuando hablábamos corrido?” Estas malas jugadas de la memoria se tienden igualmente a relacionar con la enfermedad de Alzheimer: “Cosas del alemán”. Sin embargo, un estudio reciente publicado en Science Translational Medicine sugiere que la pérdida de la memoria relacionada con el envejecimiento es una condición separada de la enfermedad de Alzheimer.
Lo más relevante de la investigación es que experimentos realizados con ratones indican que la razón de la pérdida de memoria puede residir en el descenso de los niveles de una proteína que se encuentra en una subregión del hipocampo -zona del cerebro donde se forman los recuerdos-. Al evitar la inactivación de esta proteína se podría revertir el olvido.
Este trabajo se realiza en el Centro Médico de la Universidad de Columbia, Estados Unidos. Un dato nada banal: El equipo está liderado nada menos que por Eric Kandel, Premio Nobel de Medicina o Fisiología del año 2000 por sus descubrimientos acerca de la «transmisión de señales en el sistema nervioso» en concreto, porque sus investigaciones «nos han demostrado que esos transmisores, actuando a través de segundos transmisores y de la fosforilación de proteínas, crean la memoria de corto y de largo plazo, fundamento mismo de nuestra capacidad para existir e interactuar con sentido en el mundo.»
Veamos los pasos de esta magnífica investigación. Los científicos analizaron los cerebros de ocho personas fallecidas cuyas edades oscilaban entre 22 y 88 años, sanas, quienes habían donado sus órganos para la investigación médica. En un estudio de expresión genética, los investigadores descubrieron en los cerebros humanos, precisamente en una zona del hipocampo -el giro dentado- que existen 17 genes cuyos niveles de actividad parecían disminuir con el tiempo. De ellos, el que pierde actividad de manera más clara a medida que se envejece es el que contiene las instrucciones para producir la proteína RbAp48.
Estudios anteriores habían identificado esta región como clave en la formación de recuerdos y como la parte del hipocampo más afectada por el envejecimiento.
Posteriormente, los investigadores pasaron a trabajar con ratones y lo mismo que en humanos, se encontró que la proteína RbAp48, era menos abundante en el hipocampo de los ratones viejos en comparación con los ratones jóvenes.
El paso siguiente fue generar ratones transgénicos de forma tal de conseguir déficits de memoria dependiente del hipocampo en ratones jóvenes. Estos déficits eran producto de bajos niveles de la RbAp48. Cuando estos ratones eran sometidos a pruebas de memoria, su desempeño era similar al de los ratones viejos con memoria deficiente.
Posteriormente, los investigadores usaron mecanismos para restaurar los niveles de la RbAp48 en los ratones viejos, logrando revertir el deterioro y mejorar la memoria, recuperando una capacidad de aprendizaje propia de ratones jóvenes.
De acuerdo al Profesor Kandel, el hecho de haber podido revertir la pérdida de memoria relacionada con la edad en ratones es muy alentador, ya que se pudo demostrar que esta proteína juega un papel muy importante en el giro dentado del hipocampo, y sugiere que la pérdida de memoria de la edad se debe a un cambio funcional en las neuronas, a diferencia del Alzheimer, donde no hay una pérdida significativa de neuronas.
Por supuesto que el cerebro humano es mucho más complejo que el de los ratones, por lo tanto, no se sabe el impacto que tendría ajustar los niveles de RbAp48 en humanos o si es posible manipular los niveles de esta proteína de forma segura.
Debe hacerse notar sin embargo, que a una edad avanzada puede darse una combinación de cambios en el cerebro, tanto los relacionados con la edad como aquellos que tienen que ver con etapas temprana del Alzheimer. De acuerdo a los expertos, es un reto separar una etapa temprana de Alzheimer del declive de la memoria relacionada con la edad.
Lo más interesante de la investigación que hemos reseñado es que abre un camino esperanzador para el tratamiento de la pérdida de memoria asociada con el envejecimiento, ya que el identificar los mecanismos de este tipo de deterioro cognitivo podría sentar las bases para soluciones terapeúticas en el futuro. De acuerdo a los autores, estas terapias podrían ir más allá de soluciones farmacológicas, e incluir una dieta adecuada, y ejercicios físicos o actividades intelectuales.
Para entonces podríamos decir como la canción: “me cuesta tanto olvidarte”.
María Soledad Tapia
Maria.tapia@5aldia.org.ve
2 Comentarios
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sidney carrizo
saludos!
quro saber como obtengo la proteina rbap48
gracias!!!!!!!!!!!!