Las mujeres jóvenes y de mediana edad que consumen, al menos, tres porciones de fresas y arándanos a la semana pueden reducir su riesgo de desarrollar infarto de miocardio, de acuerdo con un estudio publicado en la revista Circulation: Journal of the American Heart Association, en su edición del14 de enero de 2013.
La mayoría de los estudios epidemiológicos relacionados con la enfermedad de las arterias coronarias se han enfocado, principalmente, en hombres y mujeres mayores. Sin embargo, los factores de riesgo pueden variar con la edad.
Las mujeres mayores durante la menopausia presentan cambios metabólicos y hormonales que aumentan sus probabilidades de desarrollar infarto de miocardio.
En el caso de las mujeres jóvenes y de mediana edad el hábito de fumar y el consumo de anticonceptivos incrementan el riesgo de desarrollar enfermedad de las arterias coronarias, sin embargo, poco se ha investigado la influencia de los factores dietéticos en la salud cardiovascular de las mujeres de este grupo etario.
Los flavonoides protegen la salud cardiovascular
Las fresas y los arándanos (blueberries) tienen un contenido elevado de unos compuestos fitoquímicos llamados flavonoides que también se encuentran presentes en el chocolate oscuro y en otras frutas y hortalizas como las uvas rojas, moras, ciruelas, berenjenas, pasas y en bebidas como el té el y vino tinto.
El objetivo del estudio que nos ocupa fue demostrar si el consumo de antocianinas, una subclase de flavonoides que aportan el color rojo intenso, azul y púrpura a ciertas frutas y hortalizas, se asociaba a la reducción del riesgo de desarrollar infarto de miocardio en las mujeres jóvenes y de mediana edad.
Estudios previos han señalado que algunos flavonoides específicos tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, disminuyen la oxidación del colesterol LDL (colesterol malo), reducen la presión arterial y ejercen efectos beneficiosos en el endotelio vascular, una fina capa de células que recubre la superficie interna de los vasos sanguíneos.
En condiciones normales, el endotelio vascular produce óxido nítrico, una sustancia que favorece la relajación de las arterias.
Algunos flavonoides aumentan la producción de óxido nítrico y, por lo tanto, mejoran la capacidad que tienen las arterias para dilatarse y relajarse, lo cual beneficia la salud cardiovascular.
Las mujeres jóvenes y de mediana edad tienen mayores probabilidades de presentar vaso espasmo o contracción de las arterias coronarias como consecuencia de la alteración de la función del endotelio vascular que puede ser ocasionada por diversos factores como por ejemplo el humo del cigarrillo, que disminuye la disponibilidad del óxido nítrico, lo cual puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedad coronaria.
Los datos disponibles sugieren que el vaso espasmo de las arterias coronarias en mujeres jóvenes y de mediana edad puede representar hasta 50% de los casos de síndrome coronario agudo, mientras que los problemas obstructivos de las arterias coronarias son menos frecuentes.
Para dilucidar el efecto de las antocianinas en la salud cardiovascular de las mujeres jóvenes y de mediana edad, un grupo de investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard, en Boston, EE.UU., y de la Universidad de East Anglia, en el Reino Unido, les hicieron seguimiento a 93.000 mujeres de 25 a 42 años que estaban registradas en el Estudio de las Enfermeras II (Nurses» Health Study II).
Las participantes respondieron unos cuestionarios de frecuencia de consumo de alimentos y de estilo de vida cada 4 años desde 1991 hasta el 2009.
Las fresas y los arándanos azules fueron escogidos para el análisis de este estudio, simplemente, porque son frutas, con alto contenido de antocianinas, que se consumen con mucha frecuencia en los Estados Unidos. Sin embargo, estos compuestos se encuentran, igualmente, en otras frutas de color rojo intenso, azul y púrpura como las ciruelas, cerezas, uvas rojas, pasas y vegetales como las berenjenas y la remolacha (beetroot).
Durante el período que duró el estudio se registraron 405 infartos de miocardio, una tasa de mortalidad previsiblemente baja porque muchas de las participantes eran aún mujeres de mediana edad. Sin embargo, las mujeres que consumieron la mayor cantidad de fresas y arándanos, tres o más raciones semanales presentaron 32% menos probabilidades de desarrollar un infarto de miocardio precoz, en comparación con las mujeres que habían consumido una ración al mes de estas frutas.
Una porción de fresas o arándanos equivale a una taza.
Las participantes que consumieron más fresas y arándanos también presentaron una tendencia a ingerir una mayor cantidad y variedad de otras frutas y hortalizas, además de reportar con más frecuencia hábitos de vida más saludables, en comparación con aquellas participantes que consumieron la menor cantidad de estos frutos ricos en antocianinas.
Sin embargo, cuando los investigadores hicieron un análisis detallado de las dietas encontraron que las mujeres que consumieron las cantidades más elevadas de fresas y arándanos tenían un menor riesgo de infarto de miocardio, en comparación con las mujeres que habían reportado un consumo elevado de frutas y hortalizas, pero una baja ingesta de fresas y arándanos.
Las cifras de reducción de riesgo de infarto de miocardio se mantuvieron incluso después de que los investigadores tomaron en cuenta, para el análisis estadístico, otros factores que pueden producir confusión como la edad, el sobrepeso y la obesidad, la hipertensión arterial, el tabaquismo, la inactividad física, el ejercicio, el consumo de cafeína, alcohol y otros micronutrientes, además de los antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular.
Estos resultados sugieren que los beneficios observados son específicos de los alimentos ricos en antocianinas y no están asociados a beneficios no específicos obtenidos del consumo elevado de frutas y hortalizas, lo cual sugiere que las antocianinas podrían ser consideradas como parte de los factores protectores de la salud cardiovascular.
Si bien, la ingesta de otras variedades de flavonoides no reportaron disminución del riesgo de infarto de miocardio, los investigadores señalaron que en un estudio previo se observó que el consumo elevado de un flavonoide llamado flavan-3-ol que se encuentra en el chocolate oscuro produce efectos beneficiosos para la salud cardiovascular.
Los resultados del estudio que nos ocupa pueden reflejar el hecho de que a principios de la década de los noventa, cuando comenzó la investigación, la mayor parte de los cuestionarios de frecuencia de consumo de alimentos no incluían al chocolate oscuro.
Los hallazgos del estudio son particularmente alentadores porque demuestran, claramente, cómo la inclusión de frutas y hortalizas ricas en antocianinas puede proteger la salud cardiovascular y reducir el riesgo de enfermedad coronaria en las mujeres jóvenes y de mediana edad.
La American Heart Association favorece el consumo de fresas y arándanos como parte de una dieta balanceada que incluya también otras frutas y hortalizas.
Dra. Berdjouhi Tsouroukdissian