La cara del cansancio. La falta de sueño ha sido estudiada durante más de un siglo, proporcionando extenso conocimiento sobre los beneficios del sueño para muchas funciones fisiológicas, cognitivas, y de comportamiento. Sin embargo, sólo ha habido indicios anecdóticos acerca de cómo luce una persona cansada o privada de sueño y cómo es percibida por los demás, e incluso de qué forman son evaluados, y qué tratamiento reciben de otras personas.
En una tesis doctoral en psicología defendida recientemente en la Universidad de Estocolmo, Suecia, se investigaron científicamente estos aspectos: ¿Cómo es percibida y evaluada por los demás una persona con pérdida de sueño?
El diseño de la tesis incluyó la realización de fotografías faciales de 48 participantes, después de un sueño normal y después de, bien una (1) noche de privación total de sueño, o dos (2) noches de privación parcial de sueño.
Las fotografías fueron evaluadas en cuatro estudios diferentes por un total de 288 evaluadores contratados tanto en universidades como seleccionadas de un público general, todos de Estocolmo.
Las caras fueron calificados de acuerdo a escalas que tomaban en cuenta los siguientes aspectos: atractivo, salud, cansancio, somnolencia, sociabilidad, honradez, “empleabilidad”, y capacidad de liderazgo.
Todos estos factores se vieron afectados negativamente por la pérdida de sueño. El aspecto “cansado” se asoció fuertemente con lucir menos atractivo, menos saludable y menos digno de confianza, y ser percibido como un empleado del cual no se esperaría el mejor desempeño, y que no tenía liderazgo.
Una de las pruebas evaluó los rasgos faciales asociados comúnmente con el “aspecto cansado”, que demuestran que los resultados de la falta de sueño se expresan en los ojos, que lucen más hinchados y rojos, con ojeras y párpados caídos, y la piel luce más pálida y con más líneas de expresión y arrugas.
Las personas privadas de sueño fueron también percibidas como más tristes.
Los cuatro estudios muestran que la pérdida de sueño que incide en una apariencia cansada, la cual afecta significativamente la manera como esa persona es percibida por los demás. Estas percepciones pueden llevar a evaluaciones negativas en situaciones interpersonales, tanto personales como profesionales. Por tanto, esta tesis demuestra los beneficios sociales de la priorización del sueño, sumando a la investigación fisiológica, cognitiva y conductual el sueño y su privación.
La investigadora comenta que si bien todos sabemos que el sueño es muy importante para nuestra salud y desempeño, muchos de nosotros empleamos algunas de las horas que necesitamos para el sueño, dedicadas al trabajo o para ver series de televisión o pasar tiempo en Internet. Se esperaría que estos resultados puedan ayudar a las personas para que logren elegir dormir bien, sobre otras actividades menos esenciales.
Interrumpir el sueño, y borrar la memoria. Los pacientes con la enfermedad de Alzheimer acumulan amiloide-? en sus cerebros, formando placas del péptido. Las placas de amiloides, también llamadas placas seniles son depósitos extracelulares de beta-amiloide en la sustancia gris del cerebro que impiden que las neuronas se comuniquen entre sí. Un número elevado de estas placas amiloides y ovillos neurofibrilares (integrados por un conglomerado anormal de proteínas compuesto por pequeñas fibrillas entrelazadas dentro de las neuronas), son elementos característicos de la enfermedad de Alzheimer. Se cree que los depósitos de amiloide son tóxicos y causan daños a las células nerviosas muchos años antes del inicio de la demencia.
Sin embargo, el mecanismo subyacente entre acumulación de placa amiloide y la pérdida de memoria es aún desconocido. Un hecho que complica la conexión amiloide-memoria es que el péptido se acumula en gran medida en la parte delantera del cerebro, en particular en la corteza pre-frontal medial, lejos del hipocampo que es la región que facilita la formación de la memoria.
Un trabajo muy reciente publicado en Nature Neuroscience realizado en la Universidad de California, Berkeley, sugiere que la acumulación del péptido puede borrar la memoria parcialmente por causa de la interrupción de las etapas más profundas del sueño.
De acuerdo a los investigadores, el sueño no MOR (movimiento ocular rápido) o sueño de ondas lentas (SOL), podría ser la clave entre el péptido y la memoria debido a la conexión de no MOR a la corteza pre-frontal medial. Esta parte del “sueño sin sueños” es la más profunda, cuando se está “más fuera de combate” y el cerebro está más alejado de la conciencia.
Durante el sueño No MOR, la corteza pre-frontal medial genera señales eléctricas grandes y lentas ya que muchos de sus neuronas disparan al unísono.
Estudios previos ya habían demostrado que las personas forman recuerdos estables, a largo plazo, cuando presentan más de esta supuesta actividad de ondas lentas durante el sueño. Es decir, con el sueño profundo.
Los investigadores se preguntaron entonces, si una mayor acumulación del amiloide provocaba la reducción de la actividad de ondas lentas, y en consecuencia, conducía a una pérdida de memoria.
Esta hipótesis fue probada mediante el estudio de 26 adultos mayores que no mostraban signos de demencia o de Alzheimer. A estas personas se les midió la cantidad de amiloide en sus cerebros utilizando tomografía de emisión de positrones (PET). Se pidió a estos voluntarios aprender 120 pares de palabras antes de ir a dormir ocho horas, en el laboratorio. Los investigadores midieron la actividad cerebral durante la noche con electroencefalografía.
Al analizar los niveles de amiloide, la cantidad de actividad de ondas lentas, y la memorización de los pares de palabras por parte de los sujetos al día siguiente, encontraron una fuerte conexión que confirma la hipótesis.
Entonces, la interrupción del sueño podría convertirse en un marcador precoz eficaz para la enfermedad de Alzheimer, y la mejora de la calidad del sueño podría mejorar la función cognitiva en los pacientes que sufren esta enfermedad.
Se empiezan ya a diseñar investigaciones que permitan observar cómo los cambios en los niveles de amiloide conducen a cambios en el sueño y la memoria.
Corolario: Cuidemos nuestro sueño. Debe ser una de nuestras prioridades para una vida saludable (rostro y mente)
María Soledad Tapia
Maria.tapia@5aldia.org.ve
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