Inicio esta entrega compartiendo con los asiduos lectores de Mirador Salud algo de mi contexto personal. Las semanas transcurridas desde el 28 de julio han sido como una montaña rusa emocional, supongo que similar experiencia para muchos de ustedes. El 27 de agosto MiradorSalud publicó “El cambio como proceso colectivo” donde con mucho orgullo señalé aspectos fundamentales que, a mi juicio, hicieron posible la inesperada victoria de la oposición. Imposible negar el amplio margen de votos obtenido en todos los estados del país, demostrando dentro y fuera de Venezuela el deseo mayoritario de la población de retornar a un gobierno democrático.
Sin embargo, en las semanas siguientes, esperé en vano que el gobierno reconociera el claro mensaje de cambio enviado por la mayoría del pueblo venezolano y aceptara su derrota. Cada vez que me enteraba de alguna noticia positiva en este sentido, mi ánimo subía y luego al poco tiempo, no sucedía nada y bajando abruptamente mi montaña rusa.
A la fecha de publicación de esta nueva entrega han transcurrido cuatro meses y la crisis política del país se ha agudizado. Han aumentado las persecuciones injustas, los presos por protestar y los migrantes venezolanos huyendo de la situación y desangrando las fuerzas productivas del país. Ante este panorama desolador no ha sido fácil centrar mis capacidades para ofrecerles un mensaje inspirador y motivador para finalizar el año acumulando energías para el nuevo año. Espero recordarles en esta oportunidad la importancia de fortalecer nuestra resiliencia ante la adversidad, cultivar la esperanza para construir un mejor mañana y así re-encuadrar positivamente la situación que atraviesa el pueblo venezolano.
Celebrar lo alcanzado
Creo que para seguir la lucha “hasta el final” requerimos fortalecer nuestra resiliencia colectiva. Para ello antes que todo, es necesario reconocer los desafíos que enfrentamos como país, inmerso en una situación mundial plena de dificultades y conflictos. Este reconocimiento objetivo, en vez de amilanarnos, debe destacar la magnitud de lo logrado y demostrar la solidaridad, creatividad y fortaleza de que es capaz un pueblo unido y con determinación. Es una celebración construida a partir de los pequeños triunfos que permitieron llegar al acto final de divulgación de las actas a nivel mundial. Lentamente, más lento de lo que quisiéramos, los países han ido reconociendo la verdad y valentía de los venezolanos. Sabemos que no es suficiente y que todavía tenemos un camino arduo que recorrer. Pero, también, debemos recordar las capacidades que tenemos y el hito grabado en la memoria histórica venezolana, que nos servirán de aliciente para seguir la lucha.
Cultivar lo sembrado
Se sembraron muchas ideas, prácticas e iniciativas durante el proceso previo a las elecciones. También se fortalecieron vínculos, organizaciones y saberes. La lista de aspectos que contribuyeron al triunfo electoral incluida en el artículo “El cambio como proceso colectivo” reúne unas cuantas de las semillas plantadas durante ese proceso. Les destacaba allí, que para reconstruir el tejido social democrático había que cultivar estas prácticas exitosas.
La esperanza de construir un mañana mejor es un pensamiento que nos permite mantener la fe y fortalecernos para afrontar las adversidades. Este fin de año es un momento clave para inspirarnos a realizar acciones cotidianas que nos fortalezcan emocional y espiritualmente. El poder de la comunidad y el apoyo que brindan los vínculos humanos son vitales para fortalecernos en tiempos de crisis. Justamente la unión de la comunidad venezolana, tanto dentro como fuera del país fue un elemento clave para el triunfo de las elecciones.
Redescubrir oportunidades
Un nuevo año es como una página en blanco; es una nueva oportunidad que nos brinda la vida para reinventarnos. Empecemos por tomar un pequeño tiempo de hibernación, para disfrutar de un viaje interior y redescubrir cuál es nuestro propósito personal. Después de un intenso tiempo viviendo impactados por hechos exteriores, es el momento para dirigir nuestra mirada internamente precisando lo que realmente le da sentido a nuestras vidas.
- Hagamos un balance y retomemos el camino fortalecido por la claridad de la ruta. Pregúntense ¿Qué los motiva? ¿Qué les gustaría cambiar o mejorar en el nuevo año? ¿Tienen algún proyecto olvidado o engavetado que quisieran retomar? Si se animan por algún proyecto de cambio en particular, hagan un pequeño plan destacando etapas motivadoras y realistas que puedan realizar. Durante este ejercicio, recuerden que ustedes tienen el poder de escribir su propia historia.
- Un pequeño cambio, puede generar logros significativos. Propónganse metas factibles. Tendemos a fijarnos metas exigentes y luego al no poder cumplirlas, nos descorazonamos. Es preferible que adopten pequeños cambios en el día a día y les aseguro que sentirán la diferencia. Por ejemplo, pueden proponerse estar atentos a motivos que agradecer o personas a las cuales quisieran demostrarles su agradecimiento. Para reforzar este propósito pueden hacer un diario de gratitud en el cual anoten diariamente una o dos cosas por las cuales estén agradecidos. Estar atento a manifestaciones de la naturaleza en sus alrededores o al brote nuevo en la pequeña planta que tienen en su casa, les alegrará el alma.
- En tiempos difíciles, el autocuidado es de crucial importancia. Es comprensible sentirse ansiosos o abrumados por la situación del país o del mundo y descuidan los necesarios cuidos a su salud física y emocional. El nuevo año es la mejor oportunidad para iniciar un motivador ritual de autocuidado. Por ejemplo, pueden empezar con cinco minutos de meditación o simple desconexión de estímulos externos. También pueden incorporar una pequeña rutina de ejercicios o caminata que los anime a empezar el día estimulados físicamente. Existen muchas rutinas en internet que pueden adoptar según sus necesidades o preferencias. Cuando las personas se cuidan a sí mismas, también están mejor capacitadas para cuidar a los demás y contribuir a fortalecer vínculos importantes para su salud emocional.
Espero que algunas de estas ideas les sean útiles y los animen a iniciar el nuevo año repotenciados para abrir un nuevo capítulo en sus vidas. Les deseo el mejor re-encuadre creativo que les brinde salud, paz y energía en el 2025. Aprecio los comentarios o sugerencias que deseen hacer y que pueden enviar por mi correo electrónico.
Jeannette Díaz
Fotografía: li-zhang-kbgoyL5pXuw de Unsplash JD
Nota sobre la autora:
Jeannette Díaz es Doctora en Educación de la Universidad de Massachusetts, Amherst, Profesora Titular Jubilada de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela. Durante sus 28 años como docente, Coordinadora Académica y Coordinadora de Investigación disfrutó siendo mentora y coach de estudiantes y profesores apoyándolos en el desarrollo de sus habilidades creativas y progreso en sus carreras docentes. Formalizó esta área de interés cursando estudios y obteniendo la Certificación como Integral Master Coach® de Integral Coaching Canada. Es miembro de la Federación Internacional de Coaches en el nivel Profesional (PCC). Actualmente trabaja como coach, ayudando a profesionales creativos, arquitectos y emprendedores a cerrar la brecha entre sus expectativas y logros alcanzados. Página web de Jeannette Díaz.