Seguimos explorando el tema de la felicidad. Justamente los tiempos de crisis son los más apropiados para dar saltos evolutivos personales y movernos a otros espacios de aprendizaje que aporten mayor armonía y felicidad a nuestras vidas. El título que he adoptado para esta crónica es el título de un trabajo de investigación publicado en la revista Science (A wandering mind is an unhappy mind. Killingsworth, M. and Gilbert, T Vol 330, 932, 2010.
Los seres humanos pasamos la mayoría de nuestro tiempo, contemplando eventos que pasaron en el pasado o anticipando hechos que pueden ocurrir en el futuro e incluso que no ocurrirán nunca. Por supuesto, esta práctica de la mente de los humanos ha representando un avance evolutivo remarcable ya que gracias a esta habilidad podemos aprender, razonar y planificar. Sin embargo, poco se conoce sobre el costo emocional que tiene para las personas esta forma de actuar de la mente humana. Muchos filósofos, y distintas religiones han planteado que la felicidad se encuentra en el momento presente.
Por primera vez en el trabajo Killingsworth y Gilbert, se condujeron experimentos de laboratorio para evaluar las consecuencias emocionales de este divagar de la mente en la vida diaria de las personas. A este efecto, se desarrolló una aplicación web para iphone, que permitió evaluar muestras de 2250 adultos con una edad media de 34 años y averiguar sobre cuán a menudo la mente de la persona divaga, sobre que tópicos divaga y como este divagar de la mente afecta su felicidad.
Los resultados reportados en este interesante trabajo fueron los siguientes: las personas que divagan frecuentemente son el 46.9%, independientemente de la actividad que se esté realizando (excepto haciendo el amor). Segundo, un análisis de regresión reveló que las personas eran menos felices cuando la mente divagaba que cuando se concentraban en el momento presente, independientemente del tópico sobre el que se divagaba. Aunque un 42% de las mentes divagaba sobre tópicos agradables comparado con sólo 26.5% concentrados en tópicos desagradables y 31% en tópicos neutrales, no eran más felices que cuando su mente estaba enfocada en lo que estaban haciendo. Tercero, lo que las personas estaban pensando era más importante que la actividad que realizaban.
La conclusión general de este trabajo es que la mente humana es una mente que divaga y que una mente que divaga es una mente infeliz. La habilidad de pensar acerca de lo que no está ocurriendo es un logro cognitivo pero que tiene un enorme coste emocional.
Sin embargo, hoy en día existen múltiples herramientas que permiten entrenar la mente para permanecer el mayor tiempo posible en el momento presente, con una atención concentrada en lo que se está haciendo. Una de esas técnicas de meditación, la cual está siendo evaluada en varios centros de investigación del mundo, ha demostrando beneficios a nivel biológico, psicológico, emocional y social los cuales discutiremos en nuestra próxima entrega. Es la meditación “mindfulness”, que según el Dr Jon Kabat-Zinn de la Universidad de Massachusetts en Boston, pionero del estudio de esta técnica en occidente, la define como: “la consciencia que emerge al prestar atención a propósito, en el momento presente, y sin juzgar a la experiencia, momento a momento”
Empoderarnos de este conocimiento sobre la relación entre el divagar de la mente y la felicidad y poner en práctica una atención plena en el momento presente a través de la meditación “mindfulness” nos permitirá ser más felices y por ende gozar de una mejor salud.
Marianela Castés
cronicasdemcastes@gmail.com
2 Comentarios
Miguel Elasmar Hakim
En siglo 9no en Persia ya Omar Kayam escribió: ‘La clave de la felicidad y la salud mental, es no permitir que tu mente traspase el momento presente.. ‘. Y aun antes: ‘Bástale a cada día su afán.’ El resto son Spin offS de esos principios..
MEH
Magdalena
Excelente muchas gracias ❤️