A Cono Gumina. Hace seis meses, en agosto de 2023, todas las agencias de noticias del mundo registraron un evento que seguro pasó inadvertido para desconocedores de lo que significaba:
Más de 70 años después, comienza a hacerse justicia. La familia de Henrietta Lacks, una mujer negra de clase baja de la que extrajeron las células en 1951 de su tumor canceroso sin permiso, ha llegado a un acuerdo histórico con la empresa ThermoFisher, que compensará económicamente su legado eterno a la investigación biomédica. Hoy en día, todavía se siguen utilizando las llamadas células HeLa y han sido claves para desarrollar tratamientos a enfermedades como la poliomielitis. elDiario.es 2 de agosto de 2023
El próximo 26 de marzo, es decir, dentro de un mes, se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino. Entonces, creemos propicio rememorar a Henrietta Lacks como una manera para que su historia, sirva como un recordatorio de la importancia de la información, prevención y concientización para contrarrestar esta enfermedad que representa la segunda causa de muerte por cáncer femenino en nuestro país.
Las estrategias de prevención del cáncer de cuello uterino son el Papanicolaou (PAP), examen en el que se toman células del cuello uterino y se mandan al laboratorio para investigación de células cancerosas; el test de Schiller (inspección visual a simple vista del cuello uterino tras la aplicación de ácido acético al 5% (IVA) y/o solución de yodoyodurada de Lugol (IVL), que constituye una prueba sencilla para detectar las lesiones cervicales precancerosas tempranas y el cáncer invasor temprano; una colposcopia, inspección visual para examinar detenidamente el cuello del útero, la vagina y la vulva en busca de signos de enfermedades; el test de VPH, y la vacuna contra el VPH. El Test de VPH es una prueba que detecta la presencia de los tipos de VPH que pueden producir cáncer de cuello de útero, y la vacuna contra el VPH que previene la infección de los VPH que causan aproximadamente el 80% de los casos de cáncer de cuello de útero. Hay alrededor de 14 tipos de VPH de riesgo alto. Dos de estos, el VPH16 y el VPH18, causan la mayoría de los cánceres relacionados con el VPH.
La Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV) con su loable misión de “contribuir con la reducción de la incidencia, mortalidad y morbilidad del cáncer a través de la educación, pesquisa y diagnóstico precoz para crear conciencia colectiva y fomentar la prevención entre la población sana”, tiene campañas para incentivar la pesquisa y el diagnóstico precoz para reducir el impacto del del cáncer de cuello uterino y para el logro de una vacunación masiva en niñas y jóvenes entre los 9 y 14 años de edad. La SAV, a través de su Programa de Unidades de Clínicas Móviles (UCM) desarrolla diferentes jornadas de abordaje e investigación del cáncer, con el fin de seguir educando a la población y llevar campañas de prevención sobre las enfermedades oncológicas más comunes en la población femenina.
De acuerdo a un reporte de la SAV de septiembre de 2023, ha aumentado número de lesiones premalignas de cuello uterino por VPH en Venezuela, y mujeres entre 15 y 24 años ya son diagnosticadas con lesiones de bajo y alto grado. La aplicación de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano ayudará a disminuir su aparición, sin embargo, lamentablemente, esta vacuna no forma parte del Programa Amplio de Inmunización (PAI) de rutina, que es gratuito y ofrece el Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS). No obstante, la mayoría de los ginecólogos del país aplican en sus consultas la vacuna Gardasil 9 que protege contra nueve tipos del virus.
Volvamos ahora a la historia de Henrietta.
En noviembre de 2021 leí un interesante artículo en The Indian Express del Dr. Partha P. Majumder, Profesor Distinguido del Instituto Nacional de Genómica Biomédica de Kalyani. India. Traduzco así el título: “Dar a Henrietta Lacks lo que le corresponde”. Su escrito es a propósito de muchas cosas por las que hay que reconocer y resarcir a la Sra. Lacks, y que hoy en día, gracias a al acuerdo logrado entre Thermo Fisher Scientific (TMO.N) y la familia de Henrietta, se hace un poco de justicia.
¿Y quién es Henrietta Lacks? Antes de continuar les comento que Henrietta Lacks murió hace 70 años, pero se ha hecho eterna, y no por obras artísticas, musicales, literarias o por aquellas que usualmente permiten catalogar a sus autores como inmortales, a ellos y a sus creaciones. Sus obras, las de Henrietta, son ella misma, y abrieron una ruta con un destino fijo: el bien de la humanidad, independientemente de los baches del camino.
Comparto algunas cosas, aunque son innumerables las citas, crónicas y artículos sobre Henrietta.
- El artículo del 30 de noviembre de 2021 en un periódico de la India. El mismo recuerda que el 1 de agosto de 2020 se celebró el centenario de su nacimiento, y unos días después, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó su estrategia global para acelerar la eliminación del cáncer de cuello uterino. Henrietta tenía solo 31 años cuando murió de cáncer de cuello uterino.
- Un premio póstumo de la Organización Mundial de la Salud entregado el 13 de octubre de 2021 en reconocimiento de su vida, su legado y su contribución a la ciencia médica.
- Una estatua develada en octubre de 2021. Cuando se cumplía el 70 aniversario de la muerte de Henrietta Lacks se develó una estatua de bronce de ella en la Universidad de Bristol en Inglaterra. “Más que una célula”, reza la inscripción.
- Una demanda. Su familia demandó a un gigante farmacéutico multinacional, Thermo Fisher Scientific en un caso de “racismo genético”.
- Un artículo en MiradorSalud Venezuela en enero de 2018*: La invaluable contribución a la Ciencia de una mujer negra
- Una película: La vida inmortal de Henrietta Lacks de HBO que fue estrenada en 2017 dirigida por George C. Wolfe con la actuación estelar de Oprah Winfrey. La pasan a menudo en la televisión por cable.
- Un libro: La vida inmortal de Henrietta Lacks que se puede encontrar en español por Amazon, cuya autora es Rebecca Skloot, y fue publicado en 2010 constituyendo un “best seller” que duró 75 semanas en la lista de los más vendidos del New York.
Como lo relata Irene Pérez-Schael en MiradorSalud, esta historia comienza con una mujer negra de 31 años, Henrietta, con cinco hijos, que muere en 1951 en el Johns Hopkins Hospital de Baltimore a causa de un agresivo adenocarcinoma cervical. Como es usual, tomaron una muestra del tumor para una biopsia que fue enviada a patología, de allí el diagnóstico, pero también, con fines de investigación, parte de la muestra fue remitida al Laboratorio de Cultivo de Tejidos del hospital. Y ahí comienza todo. Henrietta no fue informada ni su autorización solicitada para ello; aparte de eso, sus células resultaron un tesoro.
Resulta que las células cancerosas de Henrietta dieron origen a una revolución científica. Las células de su tejido, hoy conocidas como células HeLa, pudieron ser crecidas en cultivo celular y constituyeron la primera línea inmortal de células humanas que se dividía indefinidamente en un laboratorio. Hoy en día son utilizadas con múltiples fines científicos alrededor del mundo en el diagnóstico, investigación y tratamiento de muchas enfermedades. Pero hubo un problema: la falta de ética al omitir la información en aquel momento sobre la procedencia de las células. Esto ha conducido a justas querellas de la familia.
El Johns Hopkins era uno de los pocos hospitales que, para la época, procuraba asistencia sanitaria a personas negras, y hoy en día, si bien la honra en su página web: El legado de Henrietta Lacks y ha reconocido un lapsus en los estándares bioéticos, señala que en ese tiempo no existía “una práctica establecida para informar u obtener el consentimiento de los donantes de células o tejidos”:
Johns Hopkins celebra y participa regularmente en los esfuerzos para crear conciencia sobre la vida y la historia de Henrietta Lacks. Habiendo revisado nuestras interacciones con Henrietta Lacks y con la familia Lacks durante más de 50 años, descubrimos que Johns Hopkins podría haber hecho, y debería haber hecho, más, para informar y trabajar con los miembros de la familia de Henrietta Lacks por respeto a ellos, su privacidad y sus intereses personales. Aunque la recolección y el uso de células de Henrietta Lacks en la investigación era una práctica legal y aceptable en la década de 1950, tal práctica no ocurriría hoy sin el consentimiento del paciente. Estamos profundamente comprometidos con los esfuerzos en curso en nuestras instituciones y en otros lugares para honrar las contribuciones de Henrietta Lacks y garantizar la protección y el cuidado adecuados de la información médica de la familia Lacks.
Cultivar células humanas en un laboratorio, por ejemplo, en una placa de Petri, y que las mismas se puedan reproducir por largo tiempo, fue siempre un anhelo para la ciencia ya que ello permite hacer experimentos imposibles de realizar en una persona viva. Recordemos que hablamos de células somáticas, aquellas que conforman los tejidos y órganos de un ser vivo pluricelular. No nos referimos a la línea germinal que son las células de los órganos sexuales que producen el esperma y los óvulos. Cualquier célula que no cumple la función de producir espermatozoides u óvulos es una célula somática, y no hace aportes en términos de herencia a través de la genética.
Los intentos de los investigadores de cultivar células somáticas humanas en una placa de Petri siempre fracasaban hasta que el laboratorio de cultivo de tejidos del hospital de Baltimore se topó con las células cancerosas de Henrietta Lacks. Las células de su muestra tenían una propiedad notable, a diferencia de las células de otros tumores que morían rápidamente, las de Henrietta se podían cultivar perfectamente fuera de su cuerpo en el laboratorio, y también se dividían velozmente, duplicándose a diario. Estas células con adecuadas condiciones en el laboratorio pueden crecer indefinidamente fuera del cuerpo humano constituyendo una línea celular «inmortal».
De acuerdo a un fenómeno conocido como el límite de Hayflick, una célula no puede sobrevivir más que a un número limitado de divisiones (alrededor de unas 50). Cuando una célula alcanza este límite ha acumulado numerosas mutaciones, ha sufrido mucho estrés metabólico y sus telómeros se han acortado demasiado. La consecuencia no es otra sino la inducción de apoptosis o muerte celular. Sin embargo, esto no sucedió con las células de Henrietta y las células de su tumor superaron con facilidad el límite de Hayflick y continuaron dividiéndose.
Henrietta falleció hace más de 70 años, a los nueve meses de su dignóstico, pero sus células continúan produciéndose en masa y se han distribuido y emplean en muchos laboratorios de todo el mundo. Las células de Henrietta Lacks han ayudado a salvar innumerables vidas, acercándonos a la eliminación del cáncer de cuello uterino. La parte oscura: Las células se produjeron industrialmente con fines lucrativos sin que su familia recibiese ningún reconocimiento. Más de 50.000.000 de toneladas métricas de células HeLa se han distribuido por todo el mundo siendo objeto de más de 75000 estudios biomédicos.
Una vez fallecida, Henrietta sigue ayudando a la humanidad. Los estudios con sus células han dado lugar a avances científicos descomunales como la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), la vacuna contra la poliomielitis, pues Jonas Salk las usó para probar diferentes cepas del virus y pudo aislar la que causa la poliomielitis en humanos y la fabricación en poco tiempo de la vacuna. De la misma manera se han utilizado para estudiar los efectos de toxinas, medicamentos, hormonas y virus en el crecimiento de células cancerosas sin experimentar en humanos, para estudiar el genoma humano y la medicina de precisión, para probar fármacos contra la infección por el VIH/sida, la hemofilia, la leucemia y la enfermedad de Parkinson; han permitido avances en materia de salud reproductiva, incluida la fecundación in vitro; realizar investigaciones sobre las afecciones cromosómicas, el cáncer, y llevar a cabo estudios para responder a la pandemia del COVID-19 a través de investigación fundamental acerca del virus SARS-CoV-2.
En septiembre de 2020, en medio de la tragedia de la pandemia de COVID-19 y la intensa investigación para conocer y entender al virus y su propagación, utilizando células HeLa los investigadores descubrieron un aspecto importante de la infectividad del SARS-CoV-2 y, por tanto, de la propagación viral. El innovador estudio que identificó la infectividad del virus SARS-CoV-2 en humanos se hizo utilizando células aisladas de Henrietta Lacks. Los científicos comenzaron a estudiar el COVID-19 utilizando células HeLa, pero pronto descubrieron que el virus no infectaba bien estas células. Esta curiosidad llevó a los investigadores a buscar la clave para la entrada viral que aparentemente faltaba en las células HeLa. Otras formas de coronavirus utilizan una molécula, llamada ACE2, enzima convertidora de angiotensina-2, para ingresar a las células. Las partículas ACE2 rodean la superficie de algunas células humanas. Se pensó que quizás el nuevo coronavirus también ingresaba a las células a través de la misma molécula. Después de diseñar células HeLa para que expresaran la molécula ACE2, los autores observaron que el nuevo coronavirus podría entrar e infectar las células. ACE2 actúa como puerta de entrada para que cualquier partícula del SARS-CoV-2 la reconozca y se una. Después de ingresar, puede utilizar la maquinaria de la célula para replicarse y propagarse, causando la nueva enfermedad por coronavirus: COVID-19.
Finalizo citando al Dr. Groesbeck Parham, experto clínico en la iniciativa de la OMS para la eliminación del cáncer del cuello uterino como problema de salud pública, y copresidente del grupo consultivo de expertos del director general:
La lucha por la eliminación del cáncer del cuello uterino forma parte de la lucha más amplia por los derechos humanos. A través de sus células inmortales, la señora Henrietta Lacks nos habla y llama nuestra atención sobre los millones de mujeres jóvenes y madres de los países de ingresos bajos que siguen muriendo de cáncer del cuello uterino porque no pueden acceder ni permitirse adquirir los medicamentos, tecnologías y procedimientos médicos que salvan vidas y que están fácilmente disponibles en los países de ingresos altos. Las preguntas que plantea el espíritu y el legado de la señora Henrietta Lacks son: ‘por qué existe esta situación’, ‘cuáles son las soluciones’ y ‘cuándo se van a aplicar.’
Al rendir homenaje a Henrietta Lacks, la OMS destaca la importancia de reconocer las injusticias científicas del pasado y de promover la equidad racial en la salud y la ciencia.
No puedo sino recordar a mi padre, José León Tapia, y su lucha contra el cáncer de cuello uterino en el Hospital Luis Razetti de Barinas donde atendía a tantas pacientes sin recursos.
“A pesar de que el Dr. H. Doehener, patólogo del Hospital Central de Barquisimeto, nos hacía todo el trabajo desinteresadamente luego de que convencimos a un humilde chofer de taxi de la importancia de su misión en beneficio de muchas vidas, y semanalmente nos llevaba las muestras para biopsia, casi sin costo alguno, era, sin duda, algo poco práctico y lleno de dificultades. La campaña de despistaje de cáncer lograda y realizada con el nuevo servicio de Anatomía Patológica en Barinas, y la simple preparación de un citotécnólogo por cuenta del estado, nos permitió salvar muchas vidas de la población más indigente durante un período de por lo menos 24 meses. Así llegó a Barinas desde Essen, Alemania, un gran anatomopatólogo, el Dr. Eberhard Sauerteig. La experiencia se presentó en congresos científicos nacionales y en publicaciones, como “Carcinoma de cuello uterino en Barinas” (José León Tapia Contreras y Miguel Oscar Carrillo, 1969), e “Incidencia del cáncer de cuello uterino en Barinas y Guanare” (Flor Pardes de Bont, Lila Jiménez Leal, y Eberhard Sauerteig, 1970) …”.
José León Tapia Contreras y José León Tapia González. “La medicina barinesa. Su evolución en el tiempo”. Centauro Ediciones, Caracas, 2002.
Gonzalo Barrios Lugo. “José León Tapia: Médico, escritor y político. A dos años de su desaparición”. Revista de la Sociedad Venezolana de la Historia de la Medicina. Volumen 59, No. 1-2, Año 2010. Disponible en: https://revista.svhm.org.ve/ediciones/2010/1-2/art-6/
Quizás mi papá, Miguel Oscar Carrillo y Eberhard Sauerteig ya se encontraron con Henrietta Lacks en algún lugar que no es de este convulsionado mundo. Seguro que discutieron su caso. Mientras tanto, aquí en la tierra, Henrietta y sus células inmortales continúan haciendo portentos, y nosotros, los barineses, recordando y agradeciéndole a ellos y al resto de los pioneros de la medicina moderna en Barinas, algunos de los cuales aún permanecen con nosotros. El agradecimiento y orgullo se extiende a otras generaciones de barineses herederos de ese legado como el Dr. Cono Gumina, presidente de la junta directiva de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela.
María Soledad Tapia
A través de la iniciativa HELA100 sustentada en el legado de Henrietta Lacks, mi familia se solidariza con la OMS y con nuestras hermanas de todo el mundo para garantizar que ninguna otra esposa, madre o hermana muera innecesariamente de cáncer del cuello uterino.
Victoria Baptiste, bisnieta de Henrietta Lacks.
Fotografía: “Henrietta Lacks (HeLa): La madre de la medicina moderna” de Kadir Nelson, óleo sobre lienzo, 2017. Colección de la Galería Nacional de Retratos Smithsonian y del Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana, Obsequio de Kadir Nelson y JKBN Group LLC. Fuente: https://www.si.edu/newsdesk/releases/national-portrait-gallery-presents-portrait-henrietta-lacks-co-acquisition-national-museum-
4 Comentarios
Alicia Ponte Sucre
Grcias Marisol, que hermoso homenaje a la ciencia, a Henrietta y a la prevención. Gracias
Alexis Mendoza-Leon
Linda historia y homenaje a esa gran mujer, de gran importancia hacerla conocer a la gente joven. Felicitaciones mi querida amiga
Jeannette Diaz
Me uno a este agradecimiento Marisol, por darnos a conocer esta maravillosa excepción de la naturaleza y del enderezamiento de entuertos socio-culturales que siguen brindando beneficios para incontables pacientes del mundo.
Mirador Salud
Jeanette. Gracias a ti. Siempre gracias a ti que nos iluminas con tus artículos.