La nutrición in utero y su relación con el desarrollo cognitivo del niño no ha sido suficientemente estudiada. Se sabe que el desempeño cognitivo se determina por factores genéticos, y ambientales como la alimentación de la madre. Las frutas han sido un componente importante de la dieta de los seres humanos y de los homínidos, y de hecho, es bien conocido que comer frutas ayuda a reducir el riesgo de enfermedades del corazón, de derrames cerebrales y cáncer. Un nuevo estudio publicado en EbioMedicine demuestra que los beneficios de la fruta pueden comenzar desde el útero, al encontrar que las madres que consumían más frutas durante el embarazo daban a luz a niños con mejor desempeño cognitivo. al año de edad.
Los autores de la investigación deseaban identificar factores que afectan el desarrollo cognitivo, encontrando que uno de los mayores predictores de desarrollo cognitivo era cuanto de frutas consumen las madres durante el embarazo. Mientras más frutas consumían las madres, mayor el desarrollo cognitivo de sus niños.
Para la investigación usaron datos del Estudio Longitudinal Candiense del Desarrollo de Niños (CHILD por sus siglas en inglés), un estudio nacional de cohortes de nacimientos en el que participaron más de 3.500 niños canadienses y sus familias.
El estudio examinó los datos de 688 niños de Edmonton, y controlaron los factores que puedan afectar el aprendizaje y desarrollo del niño, tales como el ingreso familiar, la educación paterna y materna y la edad gestacional del niño, y por supuesto, la alimentación de las madres.
Utilizando como modelo una escala tradicional de Coeficiente Intelectual (IQ por sus siglas en inglés), el IQ promedio es 100 y la desviación estándar es de 15; dos tercios de la población caerán entre 85 y 115. El estudio mostró que, si las madres embarazadas habían comido entre seis y siete porciones de fruta al día, e incluían jugo de frutas, sus hijos al año de edad tenían seis o siete puntos por encima en escala, en pruebas de desarrollo cognitivo, y esta es una diferencia considerable: la mitad de una desviación estándar.
Se sabe que cuanto más tiempo está un niño en el vientre, más se desarrollan, y estos resultados indican que una porción adicional de fruta al día en la dieta de una madre, puede ofrecer a su bebé el mismo beneficio de nacer una semana más tarde.
Confirmando mediante un modelo experimental con la mosca de la fruta
Aunque con los estudios epidemiológicos se pueden inferir asociaciones, es ideal realizar estudios experimentales directos, especialmente en especies modelo, que proporcionan inferencias más causales y generalizables.
Las moscas, por ejemplo, son muy diferentes de los humanos, pero, sorprendentemente, poseen el 85 por ciento de los genes implicados en la función del cerebro humano, por lo que constituyen un gran modelo para estudiar la genética de la memoria en humanos. Se ha encontrado que varios genes que son necesarios en la memoria de la mosca, están involucrados en condiciones de discapacidad intelectual y autismo en humanos. Por ello, el modelo de memoria y aprendizaje olfativo de la mosca Drosophila se ha utilizado ampliamente para examinar la discapacidad intelectual.
Por otro lado, la dieta de la Drosophila es simple y está principalmente compuesta de proteínas y carbohidratos, lo que permite una manipulación dietética fácil en los experimentos para extrapolar a hallazgos humanos. Por ejemplo, las larvas de Drosophila son más viables y se desarrollan más rápido con el aumento de ácido fólico en su dieta.
En una serie posterior de experimentos, los autores demostraron que las moscas nacidas después de haber sido alimentadas prenatalmente con 30% de suplementación de zumo de fruta (jugo de naranja, que es rico en fructosa y bajo en licopeno) y jugo de tomate, fuente de licopeno), tuvieron una mejor capacidad de memoria (puntuaciones 30% más altas en el índice de rendimiento de aprendizaje, similar a los resultados encontrados con los niños de un año de edad. Desde el punto de vista bioquímico se encontró una explicación: la ruta del adenilato monofosfato cíclico para ser un regulador principal de este efecto.
Entonces, los autores sugieren que la función del cerebro es afectada beneficiosamente por las frutas y los mecanismos implicados se han mantenido a través de la evolución y se conserva en todas las especies. Esto es interesantísmo.
Si bien los resultados son alentadores, los autores sugieren que las madres no deben desbocarse y consumir frutas en exceso por los posibles riesgos tanto para el bebé como para ellas: alto peso al nacer, y diabetes gestacional, condiciones que se pueden relacionar con un alto consumo de azúcares libres. Como el estudio se realizó en Canadá, sugieren que las mujeres embarazadas se guíen por el consumo diario recomendado en la Guía de Alimentos de Canadá y por supuesto, deben consultar con sus médicos.
Las frutas pueden mejorar el aprendizaje y la memoria mediante la mejora del estado antioxidante general. Los resultados de este estudio apoyan fuertemente la recomendación del consumo de frutas como parte de la dieta prenatal en la población general de mujeres embarazadas.
Al menos en Venezuela, esta temporada de mangos está siendo aprovechada por toda la población. El problema está en el resto de los nutrientes.
María Soledad Tapia
Si desea saber algo de la metodología seguida:
El desarrollo cognitivo se evaluó mediante la escala de Bayley de Desarrollo Infantil (BSID-III); un instrumento bien validado de desarrollo cognitivo de los niños de 1 a 42 meses de edad. La escala cognitiva BSID-III (91-items) evalúa preferencia visual, la atención, la memoria, la exploración, la manipulación y la formación de conceptos. El cuestionario sobre el comportamiento adaptativo del lactante (241 itemsl) evalúa el uso de comunicación, autocuidado, autodirección, salud y seguridad, el ocio, y el comportamiento social.
Un cuestionario de frecuencia de alimentos (FFQ por sus siglas en inglés) desarrollado por el Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson fue modificado para reflejar las preferencias multiénicas canadienses de alimentos. La FFQ con 175 items fue autoadministrada y se completó al momento del reclutamiento. Se pidió a las madres embarazadas reportar el tamaño de la porción y la frecuencia de consumo de los alimentos indicados desde que salió embarazada. La ingesta total de la fruta (método «5 al día») fue la suma de «porciones de fruta, excepto los jugos» más las «porciones de jugo por día». El cuestionario de frecuencia de alimentos define una porción mediana de fruta, ya sea como una taza de ¾ de jugo de fruta 100%, ½ taza de fruta fresca, o ¼ de taza de fruta seca.
La Base de Datos de Nutrición para la Investigación, de la Universidad de Minnesota fue «Canadienizada» para incluir alimentos de orígenes étnicos múltiples y se empleó para calcular la ingesta de nutrientes (por ejemplo, el licopeno y fructosa) para cada madre que partipó.
Si está interesado en el entrenamiento de las moscas usando los tests de Aprendizaje Olfativo y Pruebas de Memoria, avísenos y con mucho gusto lo compartimos.