El resveratrol, un componente del vino tinto, puede prolongar la expectativa de vida, ya que mejora la función de la mitocondria, “la fábrica de energía” de las células. Así lo reveló un estudio conducido por el Dr. David Sinclair y su equipo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, publicado en la revista Cell Metabolism, en su edición del 2 de mayo de 2012.
Genes y longevidad
La búsqueda de genes relacionados con la longevidad surgió a partir del estudio de organismos como las levaduras y los ratones de laboratorio que al ser sometidos a dietas muy bajas en calorías prolongaban su tiempo de vida.
Los científicos plantearon la hipótesis de que esos organismos tenían genes que les permitían sobrevivir durante períodos de escasez de alimentos y que, a su vez, esos genes eran los responsables de la prolongación del tiempo de vida que experimentaban los animales.
Investigaciones posteriores asomaron la posibilidad de que el gen SIRT1, responsable de la producción de unas proteínas llamadas sirtuinas, tenía un papel determinante en ese proceso y que el resveratrol, un componente del vino tinto, podía desencadenar el mismo mecanismo y prolongar la expectativa de vida sin la necesidad de someter a los animales de experimentación a la restricción calórica.
Resveratrol
Los polifenoles son sustancias químicas naturales (fitoquímicos) que se encuentran en las plantas. El vino tinto, por ejemplo, tiene, aproximadamente, 1.000 clases de polifenoles que actúan de modo sinérgico, sin embargo, el resveratrol es el que más ha atraído la atención de los investigadores.
“El resveratrol tiene el potencial para ser utilizado como tratamiento de diversas enfermedades como la diabetes tipo 2, la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad cardiovascular. Sin embargo, antes de que los investigadores puedan transformar el resveratrol en un medicamento seguro y efectivo, necesitan conocer, con exactitud, los sitios específicos sobre los cuales actúa este polifenol en la célula”, señaló el Dr. Jay H. Chung, director del Laboratorio de Investigación de Obesidad y Envejecimiento del Instituto Nacional de Salud de EE.UU. y autor principal de un estudio previo.
Un mecanismo de acción selectivo
Desde hace 10 años, el Dr. David Sinclair y su equipo han estado investigando el efecto del resveratrol y su mecanismo de acción.
Los primeros estudios fueron realizados en levaduras, lombrices y moscas y demostraron que el resveratrol incrementa la producción de energía y mejora la salud de las células de esos organismos al estimular la expresión del gen SIRT1. Este gen es responsable de la producción de unas proteínas llamadas sirtuinas, que son esenciales para el buen funcionamiento de las mitocondrias, “las fábricas de energía” de las células.
Igualmente, este equipo de investigadores logró desactivar el gen SIRT1 en esos organismos y observaron que sus células no respondían a los efectos del resveratrol.
En el estudio recién publicado los científicos lograron confirmar en ratones, a los que se les había desactivado el gen SIRT1, el hallazgo de los estudios previos. Cuando suministraban resveratrol a los animales, estos no presentaban mejoría de las funciones de la mitocondria. En otras palabras, el resveratrol no ejercía sus efectos si el gen SIRT1 estaba desactivado.
Sin embargo, los ratones con el gen SIRT1 activo que recibieron resveratrol presentaron un aumento importante de los niveles de generación de energía en la mitocondria y una mejor utilización de la misma.
Esta es la primera evidencia que establece una relación directa entre el gen SIRT1 y los efectos metabólicos del resveratrol.
Una mirada hacia el futuro
Una empresa farmacéutica muy importante está, actualmente, realizando estudios experimentales con el resveratrol y otros compuestos que mimetizan sus efectos, ya que regulan directamente la función del gen SIRT1 y activan las sirtuinas. Estos medicamentos están constituidos por moléculas pequeñas, más estables que el resveratrol, y se suministran a dosis más bajas.
El Dr. Rafael de Cabo y su equipo, del Instituto Nacional de Envejecimiento de EE.UU., realizaron un estudio en ratones obesos a los que les suministraron un compuesto (SRT-1720) que tiene los mismos efectos que el resveratrol. Los investigadores observaron que los ratones obesos tratados con el medicamento vivieron 44% más tiempo en comparación con el grupo de ratones obesos que no recibió el tratamiento.
Actualmente, medicamentos similares se están utilizando en protocolos experimentales en humanos.
En un futuro próximo veremos si estos medicamentos logran mejorar o revertir enfermedades como la diabetes tipo 2, la enfermedad cardiovascular, la obesidad y el Alzheimer.
Dra. Berdjouhi Tsouroukdissian