Los resultados de una investigación publicada en la edición del mes de febrero del American Journal of Public Health, y en la revista en línea PLoS ONE sobre el efecto de los pigmentos carotenoides (amarillo-naranja y rojo) en el color de la piel, representan una interesante vía para promover el consumo de frutas y hortalizas.
De hecho, la perspectiva de mejorar la apariencia, apelando un poco a la “vanidad”, puede resultar más efectiva que presentar una lista de los efectos benéficos de estos alimentos en el largo plazo.
Como lo dicen los autores, quienes son miembros del Laboratorio de Percepción de la Escuela de Psicología de la Universidad de St. Andrews y de la Universidad de Malasya en Kuala Lumpur, la apariencia puede ser un motivador muy poderoso, y la investigación señala los beneficios de una dieta rica en frutas y hortalizas en la apariencia saludable de la piel. Estos motivadores se han usado en otras campañas de salud con el objetivo de persuadir a las personas para que dejen de fumar, evitar la exposición excesiva al sol y disminuir el consumo de alcohol, al enfatizar que son factores que aceleran el envejecimiento.
Los carotenoides son pigmentos de color amarillo-naranja y rojo sintetizados por las frutas y hortalizas, siendo los más frecuentes el alfa y beta-caroteno y la beta-criptoxantina, que son provitamina A y la luteína, la zeaxantina y el licopeno, que no tienen actividad de vitamina A, pero por el hecho de no ser micronutrientes no dejan de tener una muy importante actividad fisiológica en nuestro organismo.
Los carotenoides dietarios se han asociado a la reducción del riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, cáncer de próstata, degeneración macular y cataratas, accidentes cerebrovasculares, diabetes y a mejoras de la respuesta inmune.
El impacto de los carotenoides en la coloración de la piel es un tema que se ha estado investigando desde hace tiempo. Estudios previos ya han asociado la “coloración carotenoide” de la piel con la percepción de salud, mejoras del sistema inmune, y fotoprotección en humanos (junto con la melanina propia de organismo), al establecerse la “coloración carotenoide” como una señal válida de salud humana, perceptible en una forma que podría ser relevante incluso en la selección de pareja, tal como lo es en especies coloridas de aves y peces.
El estudio actual se hizo con 35 participantes con una edad media de 20 años, que consumieron, y registraron su ingesta diaria de frutas y hortalizas durante seis semanas en cuestionarios de frecuencia de alimentos. Se pidió a los voluntarios que no utilizaran camas solares, bronceado artificial, ni maquillaje durante el período de estudio. Los investigadores analizaron el tono de la piel de los individuos antes, durante y al final del experimento. Los resultados al final del estudio mostraron un incremento en los tonos rojos y amarillos de la piel cuando consumían frutas y hortalizas ricas en beta-caroteno y licopeno con una consecuente percepción de “apariencia saludable” (2,91 porciones al día), y de “atractivo” (3,30 porciones al día).
Un mensaje que muestre los efectos positivos en el color de la piel del consumo de frutas y hortalizas, ricas en carotenoides, puede influir en la percepción de salud y atractivo físico. El promover este efecto podría motivar a aumentar la ingesta de este importante grupo de alimentos y acercarse a la meta de consumir 5 raciones diarias.
Los autores concluyen que este enfoque representa una dirección novedosa en el campo de salud y nutrición, potencialmente adecuado para lograr altos niveles de difusión en la población a través de medios visuales. Así, un mensaje que promocione mejorar el color de la piel mediante el consumo de una dieta adecuada, podría contribuir, a su vez, a mejorar la salud en el mundo.
Dra. María Soledad Tapia
Maria.tapia@5aldia.org.ve