¿Sabía usted que muchas investigaciones han mostrado una relación inversa entre el consumo de Frutas y Hortalizas (F&H) y el de tabaco? Un estudio de la Universidad de Buffalo publicado este año en Nicotine & Tobacco Research, lo confirma.
Los fumadores que consumen más F&H fuman menos cigarrillos por día, pero además, tienen tres veces más probabilidades de dejar de fumar (cesación de tabaco) que aquellos que no las comen, tardan más tiempo en encender el primer cigarro del día, y logran una menor puntuación en el test de dependencia a la nicotina.
Un metanálisis realizado en 1998 con 51 estudios publicados en 15 países ya nos daba luces sobre las diferencias entre los hábitos de alimentación de fumadores y no-fumadores: los primeros consumían más grasas saturadas, colesterol y alcohol, y menos grasas poliinsaturadas, vitaminas antioxidantes como la C, E y el beta-caroteno que es precursor de vitamina A. Una baja ingesta de vitamina C, beta-caroteno y fibra significa, sin duda, una baja ingesta de F&H.
Un patrón alimentario como este puede exacerbar el riesgo de enfermedad coronaria, y cáncer asociados a fumar. El estudio concluye que cualquier acción preventiva dirigida a fumadores debe orientarse no sólo a suprimir el uso del tabaco, sino también, ir unido a una promoción de mejores hábitos nutricionales.
Muchos estudios publicados sobre alimentación y tabaquismo sugieren incluir factores relacionados con la dieta, especialmente consumo de F&H, en los estudios epidemiológicos, pues los hábitos alimentarios y estilos de vida de los fumadores tienden a ser deficientes.
Ya el Dr. Giovino, autor principal del artículo que comentamos, y su equipo, habían observado que ex -fumadores con períodos de abstinencia de hasta 6 meses podían consumir al menos 5 raciones diarias de F&H con mayor facilidad que personas que continuaban fumando, e igualmente, que fumadores que consumían cantidades abundantes de F&H fumaban menos cigarrillos diarios.
Comenta el Dr. Giovino que entonces uno se preguntaría, si es que el consumo de F&H aumenta la post cesación de tabaco, o si es que a los fumadores que consumen grandes cantidades de F&H se les hace más fácil dejar de fumar. ¿Estará el consumo de F&H relacionado con la dependencia a la nicotina?
Para tratar de conseguir respuesta a estas interrogantes, los investigadores, en un estudio de cohorte, evaluaron la relación longitudinal entre consumo de F&H y consumo de tabaco, incluyendo medidas de dependencia y de abstinencia. Para ello, administraron una encuesta nacional a 1.000 fumadores estadounidenses y 256 ex-fumadores, de más de 25 años de edad, que evaluaba la línea de base de consumo de F&H, mediante un completo cuestionario de frecuencia de consumo, así como indicadores de orientación de salud general (consumo de alcohol, realizar ejercicio, y uso de drogas ilícitas).
Se hicieron análisis multivariables para determinar si la línea de base de consumo de F&H estaba asociada a: intensidad de fumar, tiempo para fumar el primer cigarrillo del día, y puntuación total al aplicar una versión abreviada de la Escala de Síndrome de Dependencia de Nicotina (ESDN), haciéndose ajustes por edad, género, raza, nivel de instrucción e ingreso monetario. 14 meses después, se preguntó a los participantes si habían dejado de consumir tabaco durante el último mes.
Los resultados señalaron que un alto consumo de F&H predice la cesación de tabaco: se asocia con un número menor de cigarrillos fumados por día, con períodos más largos para encender el primer cigarrillo, con menores puntuaciones en la ESDN, y con tener 3 veces más probabilidad de abstinencia en al menos 30 días de seguimiento.
Según los autores se requieren más estudios para sustentar las relaciones encontradas, así como para dilucidar los mecanismos involucrados, pero sin embargo, dan una serie de interesantes explicaciones posibles a los resultados de este estudio de base estadística.
Ya se sabe por ejemplo, que la palatabilidad es un mecanismo en que los alimentos pueden influenciar el sabor del cigarrillo, o viceversa, por lo tanto, las F&H podrían hacer que los cigarrillos sepan peor, lo cual abre caminos a investigaciones en el área.
Las diferencias encontradas en el consumo de F&H entre fumadores y no-fumadores también podría ser explicada por acción de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina que afectan nuestro estado de ánimo, apetito, etc. Las frutas contienen fibra y azúcares, y otros compuestos que pueden interactuar con la dopamina y calmar el ansia de fumar. Los azúcares en las frutas y jugos de frutas pueden aumentar los niveles de dopamina y reducir así el “antojo” o necesidad de un cigarrillo.
Por otro lado, la fibra aumenta la sensación de saciedad, y los mecanismos de saciedad están muy ligados a los antojos de fumar. Algunas personas confunden el hambre con el deseo de un cigarrillo.
Aun más: una dieta rica en F&H puede reducir los síntomas de estreñimiento y de aumento moderado de peso que pueden darse después de dejar de fumar.
La serotonina también media la liberación de dopamina reduciendo la “recompensa” asociada con el consumo de nicotina. Así, niveles menores de serotonina en el cerebro se han asociado con ansiedad y depresión, los cuales a su vez, se asocian a deseos de fumar. Varios estudios han observado que altos niveles de F&H y otros factores dietarios se asocian a niveles menores de depresión y ansiedad.
¿Puede ser esto un primer paso para identificar una dieta que ayude a dejar de fumar? ¿No les parece prometedor? ¡Fumadores a por el frutero y por los camiones de hortalizas! Esperemos próximos estudios. Gracias, Dr. Giovino.
María Soledad Tapia
Maria.tapia@5aldia.org.ve
Un Comentario
Jorge Welti
Muy interesante el estudio y excelente el análisis de la Dra. Tapia…..el tabaco es uno de los principales enemigos de la salud….