El consumo excesivo de alcohol combinado con el hábito de fumar produce un deterioro muy importante de las funciones cognitivas, de acuerdo con un estudio publicado en la edición en línea de la revista British Journal of Psychiatry, el 11 de julio de 2013.
El ensayo fue realizado por un equipo de investigadores del University College de Londres (UCL), en el Reino Unido, una de las escuelas más prestigiosas que conforman la Universidad de Londres.
La combinación del tabaquismo con el consumo excesivo de alcohol ha sido asociada, en estudios previos, tanto al aumento del riesgo de la mortalidad general como al incremento de la incidencia del cáncer de las vías respiratorias y del sistema digestivo. Sin embargo, han sido pocos los estudios que han examinado el efecto combinado de ambos factores de riesgo en el deterioro cognitivo y la enfermedad de Alzheimer. Por otra parte, muchos de los resultados de estos ensayos han sido poco consistentes.
Para determinar si consumo combinado de alcohol y cigarrillos acelera el declive de las funciones cognitivas a partir de la mediana edad hasta la vejez temprana, los autores reclutaron 6.473 adultos (4.635 hombres y 1.838 mujeres) de 45 a 69 años, que formaban parte del estudio Whitehall II integrado por funcionarios públicos británicos.
Los investigadores llevaron un registro detallado de los hábitos de consumo de alcohol y cigarrillos de los participantes. Igualmente, les practicaron pruebas para evaluar algunas funciones cognitivas como el razonamiento verbal y matemático, memoria verbal a corto plazo y fluidez verbal. Estos exámenes fueron realizados en tres oportunidades durante los 10 años de seguimiento.
El equipo de investigadores encontró que los fumadores que consumían alcohol por encima del límite recomendado (14 unidades por semana para las mujeres y 21 unidades para los hombres) presentaban una tasa de deterioro cognitivo 36% más acelerada, en comparación con aquellos individuos que ingerían cantidades moderadas de alcohol y no fumaban.
El consumo moderado de alcohol se ha asociado en estudios previos a un menor riesgo de desarrollar demencia, sin embargo, su ingesta excesiva produce, más bien, efectos adversos en algunas de las funciones cognitivas como la memoria verbal a corto plazo.
El combo cigarrillo/alcohol acelera el envejecimiento
Los investigadores observaron que los fumadores activos que reportaron un consumo elevado de alcohol presentaron, al finalizar los 10 años de seguimiento, un grado de deterioro cognitivo equivalente al que se hubiera producido al cabo de 12 años, debido al proceso normal de envejecimiento. En otras palabras, estos individuos le agregaron 2 años más de edad y de desgaste a sus facultades cognitivas.
Igualmente, los autores observaron que el deterioro cognitivo entre los fumadores se aceleraba en la medida que aumentaba el número de unidades de alcohol consumidas.
¿Sabe usted qué cantidad de alcohol tiene su bebida?
No es posible medir la cantidad de alcohol que una persona ingiere simplemente contando cuántas copas, vasos o latas ha tomado. La forma más confiable de saberlo es conocer los gramos de alcohol puro que hay en cada bebida.
La unidad de alcohol es una manera simple de expresar la cantidad de etanol puro que hay en una bebida. En España equivale a 10 g, en el Reino Unido es igual a 8 g, y en EE.UU. corresponde a 14 g. Esta medida representa, aproximadamente, la cantidad de alcohol que un adulto promedio puede procesar en una hora.
El contenido de unidades de alcohol que tiene una copa de vino o un trago depende del grado alcohólico de la bebida y de su volumen.
Contenido de alcohol de las bebidas más comunes
– Vino tinto, blanco o rosado de 13 % de grado alcohólico.
Una copa de 150 ml (medida estándar de restaurantes y bares) = 15,6 g de alcohol puro y equivale a casi 2 unidades en el Reino Unido, país en el que se realizó el estudio que nos ocupa.
– Whisky, ron o vodka de 40% de grado alcohólico
Un trago de 30 ml = 10 g de alcohol puro y equivale a 1,25 unidades.
El conocimiento del concepto de unidades de alcohol nos permite interpretar adecuadamente y sin confusiones las recomendaciones que hacen los organismos de salud pública de los diferentes países.
Por ejemplo, el límite de consumo de alcohol para las mujeres, en el Reino Unido, es de 14 unidades semanales, que equivalen a 1 copa (150 ml) diaria de vino, mientras que para los hombres es de 21 unidades/semana.
Recomendaciones
Los organismos de salud pública encargados de difundir información sobre estilos de vida saludables deberían alertar a la población general sobre los efectos contraproducentes que tiene la combinación alcohol/cigarrillo en las funciones cognitivas. En la medida que más personas decidan abandonar el hábito de fumar y limiten, a las cantidades recomendadas, el consumo de bebidas alcohólicas, el envejecimiento cognitivo precoz podría reducirse significativamente.
Los hábitos saludables en la mediana edad pueden prevenir el deterioro cognitivo en la vejez temprana.
Dra. Berdjouhi Tsouroukdisian