Aunque el consumo de frutas y verduras (hortalizas), está asociado con un menor riesgo de enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular, su asociación con la enfermedad arterial periférica (EAP) o arteriopatía periférica, no ha sido suficientemente estudiada.
Una nueva investigación realizada por un equipo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, publicada en Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular Biology, revista de la American Heart Association, concluye que comer tres o más porciones de frutas y hortalizas, (F&H) por día puede reducir en 18%, el riesgo de desarrollar EAP, que produce el estrechamiento las arterias de las piernas y limita el flujo de sangre a los músculos haciendo difícil o doloroso caminar o ponerse de pie. La EAP es un signo de aterosclerosis sistémica y su presencia incrementa la probabilidad de mortalidad vascular y general, constituyendo un importante predictor de enfermedad cardiovascular y cerebrovascular.
Los investigadores estudiaron datos de casi 3,7 millones de personas que fueron obtenidos de participantes auto-referidos a más de 20.000 sitios en EE. UU., quienes completaron cuestionarios médicos y de estilo de vida y fueron evaluados mediante los valores de índice tobillo-brazo (ITB), (ankle brachial index).
Como lo dice la literatura, el ITB es un parámetro que muestra la relación entre la tensión arterial sistólica de la extremidad superior y la extremidad inferior. Este indicador ha mostrado ser un excelente predictor de mortalidad tanto vascular como por causas generales cuando presenta valores fuera del rango establecido como normal (0,90-1,30). En dichas situaciones la utilidad del ITB reside en detectar precozmente la existencia de enfermedad arterial periférica (EAP) durante su fase asintomática y servir como parámetro de corte para el establecimiento de medidas preventivas más contundentes antes de que el daño vascular existente se haga sintomático. Se realiza por ecografía doppler.
En el estudio se evidenció la asociación entre la ingesta de frutas y hortalizas y menor riesgo de EAP. Esta asociación persistió después de tener en cuenta la edad, el sexo, la raza, el tabaquismo, actividad física y otros factores de riesgo cardiovascular. Se encontró que las mujeres blancas mayores eran más propensas a comer tres o más porciones de F&H diariamente, mientras que los hombres negros más jóvenes eran los menos propensos. La baja ingesta de F&H se asoció particularmente con EAP entre fumadores actuales y ex fumadores.
La demostración de una asociación inversa entre el consumo de F&H y la prevalencia de EAP sugiere la necesidad de continuar los esfuerzos para incorporar más frutas y hortalizas en la dieta diaria de las personas, una mayor conciencia de la salud pública sobre la importancia del consumo de frutas y hortalizas, y una evaluación más rigurosa de su función en la prevención de EAP.
Los investigadores aseguran que su estudio confirmó que la ingesta total de frutas y hortalizas de los estadounidenses sigue siendo terriblemente baja. Ni pensemos en el caso de Venezuela país que tradicionalmente tiene un bajo consumo de F&H, agravado con la situación de disponibilidad y acceso que compromete nuestra seguridad alimentaria. Sin embargo, el consumo de frutas y hortalizas ha aumentado pero lamentablemente en detrimento de las proteínas. Ya estamos en la estación del mango y volveremos a ver como muchas personas sustituyen una o dos comidas por esta fruta.
María Soledad Tapia
Maria.tapia@5aldia.org.ve
3 Comentarios
Gloria
Soy paciente de un médico angiologo en particular y la verdad que obvió la recomendacion acerca del consumo de frutas y hortalizas. Me gustaria conocer las frutas y hortalizas mas apropiadas para el consumo.
Mirador Salud
¡Gloria! Gracias por tu comentario. Sería una larga respuesta.
Escríbeme a maria.tapia@5aldia.org.ve
Un abrazo
Fabiana
Tengo enfermedad vascular periferica y no es por comer pocas verduras ni fruta. Mi alimentación de siempre es la frutas y las verduras, consumo poco y casi nada de carnes. Mi edad que encontraron esta enfermedad fue a los 50 años y ya la tenía de antes. Mi abuelo tenía lo mismo que yo. No tengo colesterol en sangre no soy deabetica. Siempre hice ejercicio, aumenté de peso porque fui mamá a los 40 pero no sobrepeso 15 kg de más. Cuando no podía caminar aumenté 19 kg de mi peso normal. Esta enfermedad hay que seguirla desde los 20 años y medicar la si hay antecedentes familiares. Es muy importante que los médicos pregunten los antecedentes como preguntan si hay familiares con cáncer también tienen que preguntar si hay familiares con arterioclerosis