El estrés es considerado un factor de riesgo para las enfermedades crónicas no-transmisibles (ECNT), junto a una dieta no saludable, inactividad física, tabaquismo, etc. Hoy en día, muchos estudios sugieren que los mismos factores modificables de estilos de vida para prevenir ECNT, son también factores de riesgo -modificables- de las enfermedades mentales, y el estrés es uno de ellos.
La vida moderna está llena de desafíos, exigencias, sacrificios, competencia, frustraciones, etc. El estrés se ha convertido en un elemento presente constantemente en la vida de los individuos, incluidos los niños.
En algunas ocasiones “un estrés limitado” puede ayudar a alcanzar y cumplir ciertas metas, por lo que es muy común escuchar en los adultos frases como esta: “yo funciono bien es bajo presión”. Pero dosis elevadas de estrés pueden causar grandes estragos tanto en el cuerpo como en la mente , interfiriendo con la vida, las actividades y la salud de los individuos. El estrés puede afectar la forma como las personas piensan, actúan y sienten.
En los Estados Unidos, abril es el Mes de Concientización sobre el Estrés.
MiradorSalud desea compartir con sus lectores una serie de “tips” para reducir la ansiedad y el estrés, publicados el 17 de abril de 2013 en el portal del Nyack Hospital (New York, USA) para ayudar a los lectores a auto examinarse e identificar aquellas cosas que causan más estrés en sus vidas y tomar algunas medidas para relajarse, aunque no se pueda cambiar la causa y fuente de estrés:
- Ejercitarse regularmente para aumentar los químicos cerebrales que nos hacen “sentir bien” llamados endorfinas. Un juego de tenis, montar bicicleta, subir una montaña, o correr, pueden hacernos sentir mejor, además de mejorar el humor y el sueño.
- Apartar 15 minutos diarios para uno mismo. Relajarse respirando profundamente o haciendo yoga.
- Hacer un ejercicio mental serio acerca de cómo y en qué, empleamos nuestro tiempo. Durante 3 días debemos anotar todo lo que hacemos y buscar maneras para utilizar mejor nuestro tiempo de manera de hacer un espacio para ejercitarnos o hacer otras actividades.
- Tomarse un tiempo para los amigos. Las investigaciones indican que las personas con grandes tensiones en su vida pueden hacerles frente con mayor facilidad, de apoyarse en amigos o familiares.
- Tomar las riendas de los acontecimientos estresantes que sabe que debe enfrentar, aprendiendo lo más que pueda acerca de ellos con anticipación, de manera de planear, y hasta ensayar, maneras para enfrentarlos.
- No hacer un hábito de “tomarse un trago” para relajarse. El alcohol impide que el cerebro entre en un sueño profundo.
- Risa. El humor puede ser uno de los mejores antídotos para el estrés.
- Saber cuándo se debe pedir ayuda. Una buena idea es siempre recurrir a su médico de confianza, a algún programa de asistencia u orientación que ofrezca la empresa o institución donde trabaje, grupos de apoyo, etc.
Por supuesto que es poco realista pensar que podemos deshacernos de todo el estrés en nuestras vidas, pero se pueden tomar medidas para gestionarlo. Poniendo en práctica estas estrategias, se puede ayudar a prevenir que el estrés se apodere de nuestras vidas.
Con respecto a los niños y adolescentes, las recomendaciones para aliviar el estrés son muy similares:
- Hablar de los problemas. Si no pueden comunicarse con sus padres, intentarlo con alguien en quien pueda confiar.
- Tratar de relajarse. Escuchar música suave. Darse un baño con agua tibia. Cerrar los ojos y respirar profundo y lento. Tomarse un tiempo para estar solo. Si tienen una actividad favorita o un hobby, darse tiempo para disfrutarlo.
- Hacer ejercicio. La actividad física reduce el estrés.
- Fijarse expectativas realistas. Esforzarse al máximo sin olvidar que nadie es perfecto.
- Aprender a quererse y a respetarse a sí mismo. Respetar a los demás. Estar con personas que lo acepten y respeten.
- Recordar que las drogas y el alcohol nunca resuelven los problemas.
- Pedir ayuda si tiene problemas con el manejo del estrés.
Lo que es muy importante, los padres pueden ayudar a sus hijos a responder ante el estrés de forma saludable de muchas maneras, controlando su propio estrés, estimulando la actividad física, compartiendo ratos tranquilos y relajados con sus hijos, educándoles con amor y autoridad equilibrada, alentándoles a expresar sus inquietudes, preocupaciones y miedos, sin criticarlos, fortaleciendo los sentimientos de autoestima del niño.
De la misma manera se debe utilizar estimulación y afecto, tratar de involucrar al niño en situaciones en las que pueda tener éxito. También, utilizar recompensas y estímulos positivos en lugar de castigo.
Igualmente, es muy importante darles oportunidades de hacer elecciones y de tener algún control sobre su vidas ya que se demostrado que cuanto más sienten las personas que tienen control sobre una situación, mejor será su respuesta al estrés. Igualmente, mantener al niño informado de cambios necesarios y anticipados como cambios en el trabajo o mudanzas, y por supuesto, buscar ayuda o asesoría profesional cuando los signos de estrés no disminuyan ni desaparezcan normalmente.
María Soledad Tapia
Maria.tapia@5aldia.org.ve