Este año inicié una serie de artículos, enfocados en el desarrollo de las capacidades creativas que serán publicados durante el 2020. Esta pandemia inesperada y cambiante, hora a hora, modificó las primeras ideas para este artículo. Sin embargo, el tema seleccionado inicialmente: habilidades requeridas para un proceso creativo – toma de decisiones y pensamiento crítico – es totalmente pertinente en estos momentos de incertidumbre. Aunque todavía no se posee toda la información y recursos necesarios para enfrentar este nuevo reto planetario de salud, en situaciones como ésta, primeramente nos corresponde convocar nuestras cualidades de colaboración, empatía, solidaridad y compasión para potenciar las soluciones creativas que podamos generar para este problema común.
Entre la variedad de enfoques sobre el proceso creativo que existe, deseo destacar la conceptualización adoptada en los programas de creatividad de la Universidad del Estado de Nueva York (SUNY) en Buffalo. Esta opción propone no la secuencia lineal usualmente destacada en las referencias sobre la creatividad sino la iteración de dos fases que se alternan, similar a la de los procesos de diseño. Estas fases son: generación de ideas y toma de decisiones para seleccionar entre las ideas generadas. Hoy les propongo recorrer este enfoque del proceso creativo con la simulación de una situación relacionada con la pandemia del coronavirus.
El proceso a seguir sería el siguiente:
- Clarificar el problema a solucionar.
- Generación de ideas buscando crear la mayor cantidad de opciones posibles con la información disponible.
- Selección de ideas, para reducir el número de opciones de acuerdo a las condiciones iniciales del problema.
Cada proceso requiere de tantas iteraciones como el problema a resolver las necesite, alternándose estas dos fases hasta llegar a la solución deseada.
¿Qué implica aplicar el pensamiento crítico en la toma de decisiones?
A diferencia de la actitud abierta requerida para obtener el mejor resultado en la de generación de ideas, cuando pasamos a evaluar las opciones en la etapa de selección de ideas, debemos aplicar concienzudamente el razonamiento y la lógica. Al utilizar el pensamiento crítico se debe empezar por analizar diferentes fuentes de información. Tratar de mantener las emociones o preferencias a un lado para cotejar los pros y contras de una situación y estar abiertos a la mejor solución posible, aunque no haya sido nuestra preferencia inicial.
Quienes se interesan por los cambios en los trabajos del futuro plantean que la toma de decisiones se hará cada vez más compleja para nosotros los humanos, quienes finalmente seremos los que tengamos que decidir aplicando una adecuada – humana – percepción del riesgo. Es cierto que las computadoras y los programas cada vez más avanzados pueden procesar una cantidad de información y brindar perspectivas que serían imposible hacerlo sólo con el esfuerzo humano. Sin embargo, será un humano quien tendrá que tomar decisiones claves tomando en cuenta las implicaciones de mayor alcance en áreas tan importantes como justicia o moral. La tecnología a futuro nos seguirá facilitando tareas repetitivas y complejas, pero a nuestro entender los humanos seguiremos ocupándonos de la toma de decisiones al más alto nivel. Estos cambios se empiezan a evidenciar en problemas como esta pandemia del COVID-19
Exploremos creativamente una situación dentro de la pandemia del coronavirus
Problema simplificado:
Contaminación por el coronavirus en una localidad determinada, ¿cómo prevenir que las personas se contaminen y se enfermen?
1ª Iteración:
Etapa 1: Generación de ideas. En este momento se dispone de una información básica, suficiente para generar las primeras opciones. Se recomienda hacer esta tormenta de ideas con una actitud de apertura, sentirse libres de expresar lo que se desee, dar rienda suelta a las ideas que surjan, sin coartarse de expresar aquellas que pudieran estar fuera de lo común. Es importante no juzgar las ideas y practicar salirse de las zonas de confort. Podemos indagar con curiosidad dentro de nuestra experiencia, siempre manteniendo la motivación interna de explorar por el placer de hacerlo.
Etapa 2: Selección de ideas. Después de obtener un número suficiente de ideas se pasa a la segunda etapa. Al contrario de la etapa anterior, en ella debemos asumir una actitud evaluativa y crítica. Aprovechamos para investigar e informarnos sobre las condiciones de la epidemia (enfermos y contactos) y del número de habitantes de esa localidad, para poder evaluar con más propiedad cuáles serían las opciones más convenientes de aplicar. Aquí se consideran – entre otras – las implicaciones económicas y sociales, evaluando sus consecuencias tanto positivas como negativas en los distintos estratos de la población y sectores económicos. En esta ronda de evaluación, se seleccionarán las opciones más factibles y efectivas para evitar la propagación de la enfermedad, con la información que se dispone en este nivel de indagación.
En esta etapa del proceso, se obtienen algunas propuestas que seguramente requerirán más rondas de exploración. Si una de las opciones seleccionadas para evitar la propagación del virus es cerrar las escuelas, será una opción a investigarse con profundidad para comprobar su viabilidad. Es decir, en este punto la toma de decisiones se debe afinar con una adecuada percepción del riesgo – título del artículo. Pudiera suceder que la idea que se creía mejor tiene algunas implicaciones que dificultarían su implementación. ¿La descartamos? No necesariamente.
2ª Iteración:
Etapa 1: Se puede iniciar otra iteración del proceso explorando nuevas ideas, ahora prestando atención al riesgo que se correría al implementar las opciones en juego.
Etapa 2: Se pasa seguidamente a evaluar las opciones más convenientes que cumplan con los nuevos requisitos y se sopesan los riesgos con las ventajas de aplicarlas. La solución de cerrar las escuelas en nuestro ejemplo implicaría entre otras cosas que los niños estarían en sus casas y que un gran porcentaje de padres de ingresos bajos trabajan en el sector terciario o de servicios, donde se requiere su presencia en los mismos.
3ª Iteración:
Se plantearía aquí una nueva ronda de tormenta de ideas y toma de decisiones en torno a: ¿Cómo minimizar el costo social de los trabajadores y de las empresas, que requieren la presencia de éstos para funcionar? ¿Cuáles serían las implicaciones para la dinámica social de no prestarse estos servicios?
Como se puede apreciar dentro de este ejemplo simplificado, cada nueva iteración permite profundizar sobre el conocimiento del problema para mejorar las soluciones que habíamos considerado más acertadas. Vemos también que el proceso creativo puede extenderse hasta que hayan propuestas que contribuyan eficazmente a la solución del problema planteado.
Volviendo al desarrollo de capacidades creativas a través de prácticas, es conveniente hacer una pequeña pausa informativa antes de ofrecerles la práctica complementaria correspondiente.
Diferencia entre práctica y disciplina para incorporar una nueva conducta.
Deseo compartir este excelente cuadro (Barbara Braham & Chris Wahl, 2000) donde se detallan las diferencias entre un cambio motivado por la disciplina – aplicando el auto control – para mantener una rutina y una práctica animada por la auto-consciencia y el aprendizaje, derivados del cambio deseado.
Práctica diseñada para la toma de decisiones tomando en cuenta la percepción de riesgo en estos tiempos de coronavirus.
- Investiguen en una fuente confiable, como la Organización Mundial de la Salud, cuáles son las indicaciones para evitar la propagación del virus y cuál es su riesgo de acuerdo con su edad y condición de salud.
- Piensen y tomen nota de lo que podrían hacer para disminuir el impacto del estrés colectivo en su sistema inmunológico. Recuerden que sufrir estrés por un tiempo prolongado aumenta la producción del cortisol, lo que disminuye la capacidad de su sistema inmunológico.
- Diseñen una práctica adaptada a su vida diaria para bajar el estrés dentro del confinamiento que seguramente tendrán que aplicar en mayor o menor medida. Organicen nuevas rutinas para el día a día. Buscar en lo posible espacios personales para oír música relajante, leer libros que se han dejado de lado por no tener tiempo u organizar áreas de su vivienda.
- Si viven solos o están lejos de la familia, aprovechen estos tiempos de aislamiento social, para utilizar el internet de forma positiva y mantener contactos que le brinden afecto por las redes. Pueden también formar un grupo para intercambiar información que les brinde una sonrisa y minimizar el consumo de noticias que lo angustien.
- Cada vez que tengan la idea de salir y entrar en contacto con alguien, evalúen la posibilidad de riesgo por contagio tanto para ustedes como para la otra persona y, particularmente, en el caso que ustedes hayan estado expuestos. ¿Es necesario ir de compras? Pregúntense si alguien puede hacerla por ustedes o ustedes pueden realizarla para alguien con mayores restricciones o condiciones de riesgo de salud.
- La idea de tomar consciencia cuando hay que decidir en la cotidianidad durante situaciones como éstas, considerando el riesgo al cual se exponen, es una excelente práctica para conectar la información científica con la responsabilidad que tenemos con nosotros mismos y con quienes compartimos nuestros espacios de vida.
Espero que les sean útiles estas prácticas. Les agradezco los comentarios o sugerencias que deseen hacer a través de Mirador Salud o de mi dirección de correo en mi página web.
Jeannette Díaz
Nota sobre la autora:
Jeannette Díaz es Doctora en Educación de la Universidad de Massachusetts, Amherst, Profesora Titular Jubilada de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela. Durante sus 28 años como docente, Coordinadora Académica y Coordinadora de Investigación disfrutó siendo mentora y coach de estudiantes y profesores apoyándolos en el desarrollo de sus habilidades creativas y progreso en sus carreras docentes. Formalizó esta área de interés cursando estudios y obteniendo la Certificación como Integral Master Coach® de Integral Coaching Canada. Es miembro de la Federación Internacional de Coaches en el nivel Profesional (PCC). Actualmente trabaja como coach, ayudando a profesionales creativos, arquitectos y emprendedores a cerrar la brecha entre sus expectativas y logros alcanzados. Página web de Jeannette Díaz