El sistema neuronal que se activa con el estímulo es el de la anticipación o promesa de satisfacción del deseo – no la experiencia directa del placer. Esta ha sido nuestra estrategia evolutiva para mantenernos cazando, recolectando, trabajando, cortejando. Ahora en otros tiempos, en ciudades que nos hiperestimulan, el flujo de dopamina sucede por ejemplo, no sólo cuando vemos, olemos o gustamos comidas con un alto contenido de grasa o azúcar, sino también cuando la imaginamos. Sigue siendo una estrategia adecuada para nuestra supervivencia como especie cuando la comida escasea, pero en nuestro caso, al vivir desbordados por estímulos hacia este tipo de consumo, la corriente de dopamina se convierte en un eficiente inductor de la obesidad o diabetes, de no estar atentos a lo que nos sucede.
Versión actualizada del experimento de Pavlov
Charles Duhigg, con dotes reporteriles reconocidas por su trabajo en el New York Times, nos propone en su libro «El poder de los hábitos» convertirnos en investigadores de los hábitos que desearíamos cambiar para crear unos mejores que los sustituyan. Una experiencia personal, eliminando su galleta de las tres de la tarde y bajar de peso en consecuencia, lo llevó a esquematizar una estrategia sencilla conductual para formar un nuevo hábito más saludable.
Investigadores del MIT descubrieron que cada hábito incluye un circuito neuronal de tres partes: activación, rutina y recompensa. Duhigg plantea que para diagnosticar el hábito que deseamos cambiar tenemos primeramente que identificar la rutina a la cual estamos acostumbrados. Luego descubrir qué la activa y cuál es la recompensa que recibimos cada vez que la ejecutamos. Probando opciones sustitutivas podemos determinar cuál es lo que realmente nos motiva y al descubrirla podemos cambiar las condiciones y establecer el nuevo hábito que lo sustituya. En vez de comerse una galleta a las tres, Duhigg descubrió que su recompensa verdadera era socializar en la cafetería con otros colegas a esa hora. Decidió empezar a levantarse de su escritorio a esa hora y buscar alguno de sus compañeros para compartir, sin necesidad de ir a la cafetería, ni comerse la galleta.
Enfatiza que fortalecer la capacidad de la fuerza de voluntad, no sólo es crucial para las personas, sino también para organizaciones y compañías. Amplía estos argumentos dando ejemplos de cómo organizaciones o compañías son conformadas por sus hábitos colectivos. Añade una interesante contrapartida: de cómo a su vez estas compañías nos inducen hábitos como consumidores.
Recogiendo informaciones clave de sus experiencias como reportero, dedica el capítulo final a la importancia de los hábitos en la generación de movimientos sociales, describiendo el papel que juegan en su formación y desarrollo así como en la creación y promoción de un sentido de identidad colectiva.
En conclusión…
Merece seguir explorando este tema para divulgar las múltiples formas en que podemos fortalecer nuestra fuerza de voluntad y realizar los cambios que deseamos. Añado al final links adicionales de recursos proporcionados por los autores y puntos claves a tomar en cuenta:
- Recordar que fortalecemos la fuerza de voluntad en el largo plazo cuando la ejercitamos de manera frecuente, tal como sucede con nuestros músculos.
- Estar atentos a las trampas que nuestro cerebro nos juega, confundiendo la promesa con la satisfacción del deseo. Si nos exponemos a estímulos que activan nuestras emociones estando estresados, estamos más propensos a acciones impulsivas no convenientes al tener debilitado nuestro autocontrol.
- Tener presente nuestras motivaciones verdaderas y mantener una actitud positiva nos permite perseverar en lo que deseamos hacer aunque estemos agotados.
- Mantener niveles estables de glucosa en la sangre por medio del consumo regular de comidas y meriendas saludables, puede ayudar a prevenir los efectos del agotamiento de la fuerza de voluntad.
Cookie monster nos enseña a controlarnos
Blog de Kelly McGonigal sobre The Science of Willpower
Nota sobre la autora:
Jeannette Díaz es Doctora en Educación de la Universidad de Massachusetts, Amherst, Profesora Titular Jubilada de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela. Durante sus 28 años como docente, Coordinadora Académica y Coordinadora de Investigación disfrutó siendo mentora y coach de estudiantes y profesores apoyándolos en el desarrollo de sus habilidades creativas y progreso en sus carreras docentes. Formalizó esta área de interés cursando estudios y obteniendo la Certificación como Integral Master Coach® de Integral Coaching Canada. Es miembro de la Federación Internacional de Coaches (PCC). Actualmente trabaja como coach, ayudando a sus clientes en el logro de transiciones exitosas en el ámbito personal o profesional. Página web de Jeannette Díaz