Existen muchas interrogantes acerca del consumo de frutas por los diabéticos, ya que las mismas pueden ser muy ricas en azúcares que al ser liberados rápidamente en la sangre, producen hiperglucemia. Por otro lado, es casi una regla, alertar a los diabéticos acerca del consumo de frutas como uva, níspero, mango y cambur, por su alto contenido en azúcar.
Entonces, ¿Cómo es que se recomienda el consumo de 5 raciones diarias de frutas y hortalizas (F&H) para prevenir la diabetes mellitus tipo 2 (DT2), junto a otras enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT)?
Igualmente, la pregunta sobre la fruta entera vs. su jugo está siempre presente, y hasta hay corrientes que han llegado a calificar a un jugo de naranja natural como “comida chatarra” dado su alto contenido de azúcar, lo cual es una absoluta exageración.
La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce suficiente insulina (hormona que regula el azúcar en la sangre), o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce.
La diabetes de tipo 1 (anteriormente denominada diabetes insulinodependiente o juvenil) se caracteriza por la ausencia de síntesis de insulina.
La diabetes de tipo 2 (DT2), llamada anteriormente diabetes no insulinodependiente o del adulto, tiene su origen en la incapacidad del cuerpo para utilizar eficazmente la insulina, lo que a menudo es consecuencia del exceso de peso ó la inactividad física. Por lo tanto, puede prevenirse con cambios conductuales hacia estilos de vida saludables.
El efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre), que con el tiempo daña gravemente muchos órganos y sistemas, especialmente los nervios y los vasos sanguíneos.
La DT2 es una de las ECNT más comunes en todo el mundo, siendo la principal causa de mortalidad prematura, de morbilidad, y de costos de los sistemas de salud.
Muchos ensayos de intervención de estilos de vida, basados en cambios en los hábitos alimentarios han demostrado ser eficaces en la prevención del desarrollo de DT2. Si bien, la recomendación general es consumir una dieta saludable que incluya 5 raciones diarias de frutas y hortalizas (F&H) y una cantidad reducida de azúcar y grasas saturadas, todavía hay mucho por investigar en los aspectos específicos de la dieta que confieren este beneficioso efecto preventivo.
Una consulta de expertos de la Organización Mundial de la Salud generó la recomendación de un consumo mínimo de 400 gramos o 5 porciones (basado en una porción media de peso de 80 g) de F&H combinadas por día, para la prevención de varias de las ECNT más importantes, entre las que se incluye la DT2, además, de proporcionar una ingesta adecuada de micronutrientes, fibra dietética, y una multitud de otros compuestos bioactivos importantes.
Sin embargo, hay muchas cosas aún por investigar acerca de la ingesta de F&H y el riesgo de DT2.
Revisemos algunos estudios recientes que utilizan elementos de los cuales echar mano para esclarecer nuestras interrogantes acerca del tema.
Una importante investigación publicada el año 2012 en Diabetes Care, realizada en Addenbrooke’s Hospital y en la Universidad de Cambridge, Reino Unido, evaluó la asociación entre la cantidad y variedad de frutas, hortalizas, y el consumo combinado de ambas (F&H), y la incidencia de DT2.
Este fue un estudio prospectivo de cerca de 4.000 hombres y mujeres, de quienes se obtuvo información dietética y de salud, detallada.
Los investigadores encontraron que una dieta caracterizada por una mayor cantidad de hortalizas, disminuía el riesgo de DT2, y que mientras mayor era la variedad, más no la cantidad, de frutas consumidas, se observaba una asociación directa con un riesgo menor de DT2.
Estos resultados sugieren que al menos en este estudio, las frutas no se asociaron individualmente, más sí en conjunto, con la disminución del riesgo de DT2 y respaldan las recomendaciones actuales de salud pública que fomentan el consumo de F&H como parte de una dieta equilibrada, con especial hincapié en el importante e independiente papel que puede jugar tanto, la cantidad, como la variedad de F&H en ayudar a prevenir el desarrollo de DT2.
Un estudio realizado en la Escuela de Salud Pública de Harvard, publicado el 29 de agosto de 2013, en British Medical Journal (BMJ), intenta ir más allá y seguir ahondando en el tema de si las frutas individuales están asociadas con el riesgo de DT2.
De acuerdo a este gran estudio, parece que sí, ya que los resultados proporcionan nueva evidencia que sugiere que algunas frutas, en particular, pueden ser especialmente beneficiosas en la reducción del riesgo de diabetes.
Los investigadores analizaron 190.000 personas que tomaron parte en 3 estudios desde 1984 hasta 2008, sanas, sin diagnóstico de diabetes, enfermedad cardiovascular o cáncer. A 7% de los participantes (12.198 personas) se les diagnosticó diabetes en el período del estudio.
Los individuos fueron interrogados consistentemente acerca del consumo de 10 frutas individuales: 1) uvas o pasas, 2) durazno o melocotón, 3) ciruelas o ciruelas pasas, 4) bananas, 5) melón, 6) peras o manzanas, 7) naranjas, 8) grapefruit, 9) fresas y 10) moras.
Las frutas fueron agrupadas de acuerdo a su Índice Glucémico (IG) y su Carga Glucémica (CG) por porción en 3 grupos, y se investigó, la asociación de estos grupos de frutas con el riesgo de DT2. Los valores de CG por porción de las frutas individuales fueron calculados a partir de los valores de ID de la Base de Datos Internacional de ID, y la cantidad de carbohidratos en cada fruta a partir de la Base de Datos Nutricional del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA).
Este estudio fue aún a mayores profundidades: se investigaron los efectos de sustitución de las frutas individuales con sus jugos en relación al riesgo de DT2.
¿Y los resultados? El estudio concluye que existe heterogeneidad en las asociaciones entre el consumo individual de frutas y el riesgo de DT2. La CG y el IG de las frutas no parecieron ser un factor que determinase su asociación con DT2 en este estudio, aunque en estudios clínicos se ha encontrado que el consumo de frutas de bajo IG mejora el control glucémico de personas con diabetes. y varios meta análisis encuentran que un mayor IG/CG se ha asociado a un mayor riego de DT2 .
El gran hallazgo fue que las personas que consumían al menos 2 veces a la semana, moras, uvas y manzanas tenían 23% menos probabilidades de desarrollar DT2 que aquellas que sólo las consumían 1 vez al mes. Pero aquellas que tomaban 1 porción o más de jugo de fruta al día tenían un riesgo mayor de DT2, hasta de 21% más que los demás.
De acuerdo a los investigadores, estos datos endosan las recomendaciones de aumentar el consumo de frutas enteras antes que los jugos y las refina para facilitar la prevención de la diabetes.
¿Qué pasa con los jugos?
Los jugos tienen altos valores de CG, además de tener niveles reducidos de algunos nutrientes que se encuentran en la fruta entera debido al proceso de despulpado y extracción del jugo. Por ejemplo, el valor de CG por porción para naranjas enteras es de 6,2, mientras que para el jugo de naranja es de 13,4.
Con respecto a los niveles de fibra por porción, estos son 3,1 y 0,5 g respectivamente. Por ello, es importante fomentar el consumo de frutas enteras por el beneficio de la ingesta de fibra, y el mayor tiempo que requiere la ingesta de la misma cantidad de energía.
Adicionalmente, la diferencia en la viscosidad de los alimentos es también un factor que afecta la dinámica postprandial de la glucosa en la sangre. Los fluidos pasan del estómago al intestino más rápidamente que los sólidos, aunque el contenido nutricional sea similar. Por ejemplo, los jugos de frutas conducen a cambios más rápidos y mayores en los niveles séricos de glucosa y de insulina que las frutas enteras.
Dada esta velocidad de absorción, se aconseja que las personas con diabetes, hiperglucemia, hiperinsulinismo, combinen los jugos con una dieta rica en fibra, con productos integrales por ejemplo, de manera de retardar el paso del azúcar a la sangre. Mientras que la población sana debe cuidar la cantidad de jugo que ingiere pues existe el riesgo de un aporte calórico mayor en caso de tomar más lo necesario.
El tema de los jugos ha sido siempre muy controversial. El Comité Científico “5 al día” de España, publicó un Documento de Postura respecto del consumo de jugos de frutas en el marco de una alimentación saludable:
• Sólo se aceptarán los jugos de frutas 100% directos o procedentes de concentrados reconstituidos, hasta la proporción media presente en las frutas u hortalizas de las que proceden y que no contengan azúcares añadidos.
• No debe inducirse al consumidor a sustituir sistemáticamente el consumo de frutas frescas sólidas por el de zumo de frutas.
• En los mensajes que pudieran utilizarse en los envases debe delimitarse el consumo de jugos de frutas a un máximo de 1 ración al día, de modo que se eviten declaraciones que hagan pensar al consumidor que la ingesta de más de una ración de zumo supone sumar otra ración de fruta. El mensaje debe necesariamente incluir “1 vaso de este jugo”, para ayudar al consumidor a reconocer el tamaño de una ración de consumo de jugo. Por ejemplo: Toma cada día de 5 raciones entre frutas y hortalizas variadas. El consumo de 1 vaso de este jugo puede considerarse como máximo una de ellas, toma las otras 4 entre frutas y hortalizas variadas.
Las alegaciones de considerar por ejemplo al jugo de naranja como comida chatarra están fuera de lugar. La visión de que los jugos de frutas y hortalizas son nutricionalmente pobres, en relación con la disminución del riesgo de enfermedades crónicas, es injustificada.
El papel de los jugos respecto a la prevención del riesgo de cáncer y enfermedades cardiovasculares, ha sido estudiado, encontrándose que hay una relación positiva pero débil con el riesgo de padecer cáncer, mientras que existen evidencias convincentes de estudios epidemiológicos y clínicos acerca de que los zumos de fruta reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares. El papel de las frutas y hortalizas en la prevención de dichas enfermedades (cáncer y enfermedad cardiovascular) está más firmemente ligado con los antioxidantes que con la fibra.
Estamos hablando de jugos 100% de frutas u hortalizas. Cabe preguntarse cuántos jugos industrializados 100% de fruta hay en el país. Haga usted este ejercicio. Adicionalmente, los jugos y batidos de frutas naturales que tomamos los venezolanos con tanta frecuencia, llevan mucha azúcar añadida.
Con respecto al consumo de frutas enteras, siempre será su médico su mejor consejero.
Sólo recuerde que es cierto que hay unas que contienen más azúcar que otras, pero es la cantidad de carbohidratos lo que afecta los niveles de glucosa en sangre, no su procedencia. Y las frutas contienen fibra que ralentizan el paso del azúcar a la sangre. Los planes de alimentación por raciones de 10 g de gramos de carbohidratos suelen ser muy útiles.
María Soledad Tapia
Maria.tapia@5aldia.org.ve