Nuevas evidencias sobre los beneficios de la dieta mediterránea (DM): El Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry, acaba de publicar en su número de mayo de 2013, que la DM, reforzada con aceite de oliva extra virgen, o con frutos secos, parece mejorar significativamente la capacidad cognitiva de las personas mayores.
Esta investigación forma parte del estudio PREDIMED, (PREvención con DIeta MEDiterránea), coordinado desde la Universidad de Navarra, España, del cual ya habíamos hablado en MiradorSalud.
PREDIMED analiza el papel de la DM como estrategia para prevenir las enfermedades cardiovasculares, primera causa de muerte mundial. El proyecto tiene financiamiento mayoritario del estado español (Instituto de Salud Carlos III), participan 105 científicos de los principales grupos de investigación españoles que trabaja en alimentación saludable, obesidad y nutrición.
Como un dato interesante, el proyecto distribuye por ejemplo, 2,5 toneladas de aceite de oliva entre los participantes, semanalmente.
En este gran ensayo clínico, con más de 600 publicaciones en 10 años, se pretende conocer si en una gran muestra de ciudadanos españoles (más de 17.000 participantes), que sigue la DM tradicional suplementada con grasas naturales de origen vegetal: aceite de oliva extra virgen (1 grupo) o frutos secos (otro grupo), se evita la aparición de enfermedades cardiovasculares (muerte de origen cardiovascular, infarto de miocardio y/o accidente vascular cerebral), en comparación con un 3er. grupo que sigue una dieta general baja en grasas. Es decir, se hacen intervenciones nutricionales con estos tres tipos de dieta.
El New England Journal of Medicine publicó recientemente (abril de 2013), un artículo de PREDIMED que concluye que el seguimiento de la DM, suplementada con aceite de oliva extra virgen o frutos secos, resultó en una reducción sustancial del riesgo de eventos de enfermedad cardiovascular en personas de alto riesgo. Se sustenta de esta manera la evidencia de las bondades de la DM para la prevención primaria de enfermedad cardiovascular (EC).
Algo aún más interesante es que una parte de este estudio español, extiende los beneficios de la DM del corazón, al cerebro.
Los investigadores evaluaron 552 individuos de alto riesgo cardiovascular, con edades entre los 55 y los 80 años quienes al inicio de la investigación no presentaban ningún problema de corazón, aunque sí tenían un perfil de riesgo para EC: diabetes tipo 2 o varios factores asociados, como la hipertensión o el tabaquismo.
Después de 6 años y medio de intervención nutricional para comparar los 3 tipos de dieta, se aplicaron Pruebas de Desempeño Cognitivo Global a los individuos de la muestra, para evaluar su función cerebral y detectar posibles signos de deterioro cognitivo.
Para ello, emplearon el Minimental (Mini-Mental status examination) y el Test del Reloj (Clock Drawing Test), herramientas habituales en el diagnóstico de deterioro cognitivo, y enfermedades mentales. Se evaluó así, la memoria, la orientación, el pensamiento abstracto o los niveles de atención de cada uno de los participantes.
Se hicieron ajustes por edad, nivel de educación, genotipo de Apolipoproteína E (por su asociación con la enfermedad de Alzheimer, la demencia de tipo vascular y otros desordenes neurodegenerativos), antecedentes de historia familiar de deterioro cognitivo/demencia, actividad física, índice de masa corporal, hipertensión, dislipidemia, diabetes, consumo de alcohol y e ingesta energética total.
Los resultados indicaron que los grupos intervenidos con los dos tipos de DM, particularmente, el grupo de DM + aceite de oliva extra virgen, presentaron un deterioro cognitivo significativamente menor, así como menores niveles de demencia. Asimismo, los resultados de los tests en cuanto a capacidad cognitiva también eran mejores para los grupos de DM.
De acuerdo a los autores, es la primera vez que una muestra tan amplia muestra estos efectos benéficos a nivel cerebral. Entre los mecanismos que podrían explicar esta protección, podría ser que el aceite de oliva favorece la eliminación del cerebro de la proteína beta-amieloide, «clave en el Alzheimer».
El aceite de oliva parece tener propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que protegen contra las demencias de tipo vascular, y la tipo Alzheimer, las cuales parecen ser mediadas por mecanismos muy similares. El aceite de oliva se asocia a la reducción de los marcadores de inflamación, como el fibrinógeno o la proteína C reactiva.
Una limitante que exponen los autores es que a los participantes no se les realizó un test mental al inicio de la prueba, lo cual hubiese sido ideal.
La conclusión es sin embargo, que la DM, mejorada con aceite de oliva o con nueces, mejora el desempeño cognitivo al compararse con una dieta baja en grasas.
María Soledad Tapia
Maria.tapia@5aldia.org.ve