Comer carnes rojas acompañadas de alimentos ricos en almidón resistente como granos enteros, frijoles y tubérculos podría disminuir el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal.
Así lo señala un estudio publicado, en agosto de 2014, en Cancer Prevention Research, la revista de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer.
El ensayo fue realizado por un equipo de investigadores del Flinders Center for Innovation in Cancer, de la Universidad Flinders en Adelaida, Australia.
¿Qué clase de carbohidrato es el almidón resistente?
Los monosacáridos son la forma más simple de carbohidratos, no se pueden descomponer, ya que están constituidos por una sola unidad de azúcar: glucosa, fructosa o galactosa.
Los disacáridos están formados por dos unidades de azúcar. Por ejemplo, la sacarosa, también conocida como “azúcar de mesa”, está formada por una molécula de glucosa y otra de fructosa, mientras que la lactosa (azúcar de la leche) está constituida por una molécula de glucosa más una de galactosa.
A los monosacáridos y disacáridos también se les conoce como carbohidratos simples. Las dietas ricas en este tipo de azúcares (bebidas azucaradas, dulces) aumentan rápidamente la glucemia (azúcar en la sangre) y producen picos elevados de insulina, lo cual puede tener efectos negativos para la salud.
Los carbohidratos complejos están formados por tres o más unidades de azúcares unidos entre sí: pueden ser oligosacáridos (3-9 unidades de azúcar) y polisacáridos (más de 10 unidades de azúcar).
El almidón tanto digestible como resistente y la fibra son polisacáridos
La mayoría de los carbohidratos de la dieta se ingieren como almidones.
La amilopectina es el principal componente del almidón digestible presente en los cereales, tubérculos y leguminosas. Gracias a la acción de las enzimas durante el proceso de digestión en el intestino delgado, la amilopectina se descompone en moléculas de glucosa que son absorbidas y pasan a la sangre.
La velocidad de este proceso aumenta cuando los alimentos ricos en almidón digestible tienen un contenido bajo de fibra dietaria como es el caso de las papas (patatas) y el pan blanco, lo cual produce un aumento relativamente rápido de la glucosa en sangre, pero menor al observado después de la ingesta de carbohidratos simples como el azúcar de mesa.
Sin embargo, cuando este tipo de almidón digestible se encuentra combinado con fibra dietaria en los alimentos como ocurre con los granos enteros y los frijoles (judías), el proceso de digestión es más lento, al igual que la absorción de la glucosa, lo cual evita los picos elevados de glucemia e insulina.
Almidón resistente
Hasta hace pocos años se pensaba que todo el almidón de los alimentos era digestible. De hecho, el método estándar para identificar el almidón resistente in vitro comenzó a utilizarse a partir de 2002.
La amilosa constituye 15 al 20% del almidón. Se caracteriza por resistir la digestión en el intestino delgado y pasa al colón sin cambios estructurales, donde tiene efectos similares a los de la fibra soluble.
Los alimentos con alto contenido de amilosa se digieren más lentamente y producen menos picos de glucosa e insulina en sangre.
Por otra parte, el almidón resistente alimenta a las bacterias beneficiosas del colon, aumenta su proliferación y reduce el crecimiento de las bacterias patógenas.
Cuando las bacterias beneficiosas digieren los almidones resistentes, forman varios compuestos que incluyen gases y ácidos grasos de cadena corta como el butirato que, a su vez, alimentan a las células del colon.
Estudios realizados en modelos de ratas que presentaban colitis ulcerativa han demostrado que los ácidos grasos de cadena corta como el butirato juegan un papel importante en el mantenimiento de la integridad de la barrera intestinal.
Los alimentos ricos en almidón resistente incluyen a las bananas que no están del todo maduras. Por otra parte, los granos enteros, frijoles, garbanzos y lentejas contienen un tipo de almidón resistente que mantiene su estructura incluso cuando están calientes.
El almidón resistente también se forma cuando algunos alimentos como las papas (patatas), el arroz y la pasta han sido cocidos y posteriormente sometidos a refrigeración. El enfriamiento transforma el almidón digestible en almidón resistente, por lo tanto, la ensalada de papa, pasta y el sushi elaborado con arroz son una buena fuente de almidón resistente.
Después de esta breve explicación sobre los diferentes tipos de carbohidratos y las características del almidón digestible y resistente, retomamos el estudio que nos ocupa.
Investigaciones previas han reportado que las personas que ingieren abundantes cantidades de carnes rojas diariamente presentan una mayor incidencia de cáncer de colon, mientras que aquellos que ingieren fibra dietaria en cantidades adecuadas presentan una reducción del riesgo de desarrollar esa afección oncológica.
Como el almidón resistente tiene efectos parecidos a la fibra dietaria, los autores diseñaron el presente estudio, para evaluar las consecuencias de su consumo.
Los investigadores reclutaron 23 participantes sanos, 17 hombres y seis mujeres entre 50 y 75 años.
A un grupo de voluntarios se les asignó al azar una dieta que contenía 300g de carne roja al día por cuatro semanas (una ingesta muy elevada de este alimento), mientras que al otro grupo se le indicó la misma cantidad de carne más 40g diarios de un suplemento de almidón resistente durante el mismo tiempo. Posteriormente, a ambos grupos se les indico cuatro semanas de dieta normal (washout period) y, después de la pausa, cambiaron para la otra dieta durante otras cuatro semanas.
Los investigadores encontraron que la ingesta de 300g de carne roja magra diaria durante cuatro semanas aumentó los niveles de un tipo de material genético llamado microARN en el tejido rectal de los participantes, asociado al cáncer de colon.
Sin embargo, el consumo de 40g de almidón resistente por día junto con la carne roja redujo a niveles basales un microARN específico (miR-17-92) relacionado con el cáncer de colon.
¿Cuáles son las funciones del ARN mensajero y del microARN?
El ARN mensajero o mARN transfiere la información contenida en los genes hasta unas organelas de las células llamadas ribosomas, donde se producen las proteínas. Cada una de nuestras células presenta decenas de miles de diferentes mRNAs, que conducen a la producción de una amplia variedad de proteínas.
El microARN o miARN es un pequeño pedazo de ARN celular que regula la producción de proteínas mediante su unión a un mARN, lo cual bloquea la capacidad de funcionar del mARN. Los científicos han descubierto cientos de miles de miARN en los seres humanos que regulan más de la mitad de nuestros genes codificadores de proteínas.
Los hallazgos del presente estudio colocan al almidón resistente como un posible factor de prevención del cáncer de colon. Afortunadamente, muchos de los alimentos ricos en este tipo de almidón también contienen cantidades significativas de fibra soluble e insoluble.
Reducir la ingesta excesiva de carnes rojas es una medida saludable, al igual que acompañarlas, cuando se consuman, de una cantidad adecuada de alimentos como granos enteros, frijoles y algunos tubérculos que aportan tanto almidón resistente como fibra dietaria.
Igualmente, es importante resaltar que algunos de estos alimentos como los frijoles, las lentejas y los garbanzos cuando se acompañan con granos enteros como el arroz integral, aportan todos los aminoácidos esenciales y pueden sustituir perfectamente varias raciones de carnes rojas a la semana.
Investigaciones futuras podrán determinar si una dieta rica en almidón resistente logra reducir significativamente el riesgo de cáncer de colón.
Dra. Berdjouhi Tsouroukdissian