Un nuevo informe del CDC muestra que Clostridium difficile (CD), una bacteria que causa con frecuencia infección intrahospitalaria, no solamente ha aumentado, sino que se ha identificado en pacientes provenientes de la consulta ambulatoria, donde usualmente no se identificaba. Esto constituye una alarma porque indica que los pacientes transportan la bacteria de un centro asistencial a otro.
El Clostridium difficile (CD) es una bacteria anaeróbica del género Clostridium que causa desde una diarrea autolimitada hasta colitis seudomembranosa. Estos bacilos gram positivos producen dos tipos de toxinas (A y B) pero también tienen la capacidad de formar esporas, lo que influye en su permanencia en el ambiente, particularmente en los hospitales.
El tratamiento con antibióticos de amplio espectro reduce la flora normal intestinal que, a su vez, actúa como barrera protectora al competir con los agentes agresores del medio ambiente. La desaparición de la microflora normal del intestino permite que el CD prolifere y lo colonice, causando una diarrea que puede ser fatal.
El CDC publicó el 9 de marzo, en el Morbidity and Moratality Weekly Report (MMWR), un trabajo titulado “Previniendo las infecciones por Clostridium difficile”. El estudio fue realizado debido a que en la última década los egresos hospitalarios por CD se han duplicado y el diagnóstico de la bacteria se triplicó.
En los Estados Unidos esta bacteria se asocia a 14.000 muertes anuales. Según otro estudio del CDC, las muertes por infecciones gastrointestinales se han duplicado en 8 años pero, además, el CD es uno de los factores que ha contribuido con ese incremento. Según el estudio de MMWR, el riego de la infección aumenta con la edad y la mitad de ellas suceden en personas menores de 65 años. El 90% de las muertes están presentes en personas mayores de 65 años.
Lo más relevante del estudio se debe a que fue realizado en poblaciones de hospitales y de establecimientos fuera del hospital, como hogares de ancianos y la consulta externa, hecho que aporta datos poco conocidos. El estudio muestra que el 75% de las infecciones por CD se encontraron en pacientes fuera de los hospitales. También muestra que 20% de la infecciones intrahospitalarias ocurrió en residentes de los hogares de ancianos pero, a su vez, 67% de los pacientes de los ancianatos con CD habían egresados recientemente de un hospital. Hecho que muestra como la bacteria es transportada de un lugar a otro.
Esta situación no solo sucede en los Estado Unidos. En España ocurre algo similar. Según un estudio nacional realizado para evaluar la situación de CD en el país, donde participaron 118 hospitales, se encontró que CD no se diagnosticó en 66% de las muestras porque no se solicitó la prueba o porque no se usó la técnica adecuada. También se encontró que 20% de las infecciones se encontraron en jóvenes no hospitalizados y embarazadas o pacientes atendidos en ambulatorios. Esto indica que existe un subregistro, ya que no hay un procedimiento claro para solicitar el examen debido a que los clínicos no están conscientes de la problemática que representa el CD. En este estudio, los investigadores también se alarmaron por la presencia de la bacteria en pacientes tratados ambulatoriamente.
De acuerdo al CDC, se debe sospechar la presencia de Clostridium difficile cuando ocurre una diarrea en un paciente después del tratamiento con antibióticos, por lo que se aconseja cambiar a otro antibiótico.
Este tipo de infección intrahospitalaria se puede reducir promoviendo, entre otras, las siguientes normas entre el personal que trabaja en el hospital: recetar menos antibióticos, lavarse las manos con más frecuencia y aislar a los pacientes infectados. En el mismo estudio, los autores presentaron datos optimistas provenientes de varios hospitales, en 3 estados de Estados Unidos, que muestran una reducción de 20% de la tasa de infección por Clostridium difficile debido a la aplicación de programas de intervención orientados a disminuir este tipo de infecciones.
El creciente aumento de infecciones por CD unido al problema de la multirresistencia bacteriana plantea un reto para el futuro. Como bien dijo Margaret Chan, Directora de la OMS, en una conferencia reciente de expertos en enfermedades infeccionas, “ nos estamos acercando a una era posantibióticos, en la que las operaciones rutinarias serían imposibles y lesiones tan simples como un rasguño podrían ser letales”.
Irene Pérez Schael