El 31 de marzo de 2013, la Organización Mundial de la Salud (OMS) fue notificada por la Comisión de Salud y Planificación Familiar de China de la existencia de 3 casos de infección humana por el virus de influenza aviar A(H7N9). Los casos fueron confirmados por laboratorios autorizados de China el 29 de marzo. Las pruebas fueron negativas para los virus A(H3N2), A(H1N1)pdm09, A (H5N1) y para el nuevo coronavirus. La enfermedad del primer caso comenzó el 19 de febrero.
La OMS ha emitido 17 alertas epidemiológicas entre el 1 y 19 de abril. En las primeras etapas de la epidemia la mayoría de los pacientes presentaron infecciones respiratorias que progresaron hacia neumonía grave con disnea, incluyendo otros síntomas como fiebre y tos.
Para el reporte del 19 de abril de 2013 existían 91 casos confirmados por laboratorio con 17 (19%) fallecidos, notificados en 4 provincias: Anhui 3 (1), Henan 3 (0), Jiangsu 22 (3) and Zhejiang 30 (2) y en 2 Municipalidades: Beijing 1 (0) y Shanghai 32 (11). Actualmente, 67 (74%) de estos están hospitalizados.
En la semana, entre el 13 y 19 de abril, han ocurrido 42 nuevos casos (casi la mitad de los enfermos desde que comenzó la epidemia) y apareció el primer caso en Beijing, lo que podría indicar que se está propagando más allá de su epicentro en el este del país. Declan Butler, en la revista Nature, reseña que ya fueron notificados el primer caso asintomático y varios casos leves, lo que sugeriría que el virus se ha diseminado más de lo que se ha pensado y se está adaptando mejor para infectar a los humanos.
El virus de Influenza A (H7N9) es un subgrupo de los virus de influenza que comparten la hemaglutinina H7, normalmente circulan en las aves y muy ocasionalmente han infectado al hombre. Los virus de influenza H7 han sido identificados en distintas partes del mundo, principalmente en epidemias de aves del corral con síntomas leves. Sin embargo hasta ahora, el virus A(H7N9) no había infectado a los humanos.
La fuente de la infección no ha sido identificada aún, ni tampoco la forma de contagio, lo que es difícil de demostrar dada la poca sintomatología que este virus está causando en las aves. El virus ha sido encontrado en aves en los mercados de Shanghai y otras ciudades pero no se ha demostrado que sean la fuente de infección. Tampoco se conocen evidencias de su transmisión entre humanos.
China ha secuenciado 3 cepas que han sido publicadas y están disponibles para toda la comunidad científica. El análisis genético del virus sugiere que ha evolucionado a partir de las aves y muestran signos de adaptación en los mamíferos, como poseer la capacidad de unirse a células de mamíferos y crecer a sus temperaturas, la cual es distinta a la de las aves. Así mismo, algunos cambios genéticos están asociados a mayor capacidad de transmitirse.
En este sentido, Andrew Pekosz, experto de la Universidad de Johns Hopkins, EE.UU., comentó: «Este virus es causa de una gran preocupación, ya que cuenta con la firma genética que podría causar el salto a la población humana con mínimas mutaciones», añade «en el aspecto práctico, no está claro sí eso va a ocurrir y cuánto tiempo tomará».
Dada la importancia de la situación, el 19 de abril de 2013, las autoridades de salud de China y OMS llegaron a un acuerdo para que un equipo de expertos en epidemiología, pruebas de diagnóstico y manejo de la clínica estudien el brote y visiten las áreas afectadas. Desde la notificación del primer caso confirmado el personal de la OMS y la comunidad internacional han trabajado muy cercanamente con las autoridades chinas (Ver: Informe sobre la misión de la OMS en China al 19 de abril de 2013).
Prevención.
Medidas para tratar de prevenir la infección: lavado de manos con jabón y abundante agua antes de preparar los alimentos, comer y después de ir al baño y de haber estado en contacto con animales o con superficies que podrían ser fuentes de infección (en las clínicas y hospitales). Cubrirse la boca y nariz cuando tosa o estornude y lavarse muy bien las manos después de estar en contacto con secreciones respiratorias.
Como medidas de prevención el gobierno chino ha parado la comercialización y las ventas de aves vivas en Shanghai, Hangzhou y Naijing, al igual que cerró los comercios en dichas ciudades.
Según el Centro para el Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) las personas que viajan a China deben tomar las siguientes precauciones: No tocar a las aves, cerdos u otros animales, vivos o muertos, evitar visitar los mercados de pájaros, aves de corral o mascotas; comer los alimentos bien cocidos y calientes, comer huevos bien cocidos, no comer comida de los vendedores ambulantes ni aquellas que contenga sangre de animales. Además de practicar las medidas higiénicas mencionadas anteriormente, se debe lavar las manos con frecuencia, no tocarse los ojos, nariz o boca sin lavarse las manos previamente y visitar inmediatamente al doctor si se enferma y presenta fiebre, tos y disnea.
Tratamiento.
El tratamiento incluye drogas inhibidoras de la neuraminidasa viral como el oseltamivir (Tamiflú) y el zanamivir (Relenza). La susceptibildad de este virus para estas drogas ya ha sido comprobada. Sin embargo, existe preocupación sobre la aparición de resistencia asociada a mutaciones que han sido descritas en una cepa de H7N9 aislada de un paciente, según fue informado en Bloomberg.
Vacunas.
Aunque no hay una vacuna todavía, existen una variedad de cepas virales aisladas y caracterizadas genéticamente, como fue mencionado, alguna de las cuales podría servir como candidata a vacuna. En este sentido todos los grupos de investigadores y compañías farmacéuticas que trabajan en el área están abocados al logro de una vacuna. Precisamente, el CDC en su preparación para una pandemia ha comenzado a trabajar para desarrollar una vacuna contra la cepa H7N9 y anunció que ya recibió el virus de China para trabajar en este sentido. También está trabajando con la secuencia de los 3 virus que ha sido publicada.
Cualquier virus que sea capaz se infectar a los humanos es considerado como un riesgo de causar una pandemia. Algunos, al comparar esta epidemia con la del SARS (coronavirus), ocurrida en el 2002-2003, temen que se repita la historia terrible para China porque ambos virus comparten algunos hechos como: nunca antes habían infectado a los humanos por lo que la población no posee inmunidad, causan enfermedad severa (9% de letalidad del coronavirus SARS versus 19% del influenza H7N9, hasta ahora) y se desconoce la fuente de infección. La buena noticia es que ahora China está mejor preparada y ha sido más eficiente y trasparente al comunicar al mundo sobre la epidemia con este nuevo virus de influenza.
Irene Pérez Schael
Preguntas más frecuentes (OMS).