La región de el Sahel podría enfrentar la cuarta crisis alimentaria desde el 2005, como las ocurridas en 2005, 2008 y 2010. El déficit de alimentos es notable y si no se toman acciones con prontitud, desnutrición, enfermedades y muertes se multiplicaran en las zonas afectadas.
El Sahel es una zona de África, con aproxidamente 4.000.000 de km2, que posee un clima muy árido por la escasez de lluvias. Limita por el norte con el desierto de Sáhara y comprende los siguientes países: Gambia, Mauritana, Senegal, Malí, Burkina Faso, Níger, Nigeria, Camerún y Chad. Es una de las zonas más pobres y subdesarrolladas del planeta y parcialmente coincide con el cinturón africano de la meningitis.
La variabilidad de los ciclos de lluvias, las sequías recurrentes, la degradación y desertificación de la tierra ocasiona pérdidas en la producción agrícola y ganadera, lo que conlleva a un déficit en alimentos que termina en hambre, desnutrición y enfermedades. De acuerdo a las Naciones Unidas (NU), cada año mueren más de 490 mil niños por causas relacionadas a la desnutrición, en la zona.
Este año, la sequía, las pobres cosechas y la falta de agua aumentan la inseguridad alimentaria, lo que unido a los conflictos en Libia, Costa de Marfil y Nigeria que provocan desplazamientos han causado una grave crisis en el Sahel. Los gobiernos de los seis países mas afectados han declarado el estado de emergencia y piden asistencia humanitaria internacional.
Las NU estima que 20 millones de personas viven en áreas vulnerables y 15,6 millones están afectadas por la inseguridad alimentaria. Es decir personas que no disponen de alimentos suficientes para cubrir sus necesidades biológicas y llevar una vida activa y saludable. La desnutrición, a su vez, es el caldo propicio para enfermedades como las diarreas, neumonías y la malaria. Toda esta situación se agrava aún más por la pobreza y las deficiencias de los sistemas de salud, en la región.
La ONU recientemente alertó el riesgo de morir que tienen más de un millón de niños afectados por desnutrición severa, en el Sahel. El coordinador para los programas de el Sahel de la ONU, David Gressly, en una rueda de prensa, señaló “que los fondos de los que disponen actualmente (cerca de 700 millones de dólares) no son suficientes para poner en marcha todos los programas, y estimó necesarios en torno a 1.500 millones de dólares para combartir el hambre en el Sahel y mejorar la situación de los refugiados y los desplazados internos de Mali”.
La identificación de la grave crisis que se aproxima trae consigo la oportunidad de prevenirla mediante la implementación de programas que cubran a las poblaciones mas necesitadas. Por eso el alerta de las NU para recolectar fondos para aplicar los programas mediante la campaña de Unicef y otras organizaciones.
A este esfuerzo se ha sumado Oxfam que necesita recaudar 53 millones para ayudar a 1,2 millones de personas en los seis países más afectados, pero solo cuenta con un tercio de lo que necesita. Por eso están realizando una campaña para recibir donativos para este fin. Oxfam es una confederación internacional de 17 organizaciones que trabajan conjuntamente en 92 países para encontrar soluciones duraderas a la pobreza y a las injusticias. Todas las ayudas en esta materia son bienvenidos.
Es oportuno recordar nuestro artículo pasado ¿Qué debemos hacer para mejorar al mundo?, en donde se mencionan medidas a mediano plazo para mejorar la salud y en consecuencia ubicar a estas poblaciones en el camino del desarrollo.
Irene Pérez Schael