La relación entre la dieta y el cáncer colorrectal (CCR) es incontestable. La dieta, es decir, lo que comemos, es un factor de riesgo de CCR, por lo que nuestras selecciones alimentarias son determinantes. Este tipo de cáncer está relacionado con una dieta baja en fibra, mucha carne roja, alcohol y alimentos con alto contenido calórico.
Dada la importancia del tema, abordaremos el práctico enfoque de un artículo reciente, para actualizar y recordar aspectos que pueden ser de utilidad tanto en la prevención, como durante y después del tratamiento de este tipo de cáncer, tan común en la población que empieza a envejecer, pero cuya expresión puede haberse determinado desde nuestra juventud por los estilos de vida y por nuestra genética.
¿Qué alimentos evitar para prevenir?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) es el mejor consejero y nos recuerda los numerosos estudios que han indicado que una dieta demasiado rica en carnes rojas se asocia con un mayor riesgo de CCR. La «carne roja» es definida por la OMS como «toda la carne de músculo de los mamíferos, incluida la carne de vaca, de ternera, de cerdo, de cordero, de ovino, de caballo y de cabra».
En 2015 los resultados publicados en The Lancet Oncology, avalados por 22 científicos de diez países reunidos en la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), organismo que depende de la OMS, produjeron un enorme impacto al evaluar y dictaminar sobre la carcinogenicidad del consumo de carnes rojas y carne procesadas, tema que discutimos en MiradorSalud:
- La carne procesada fue clasificada como un carcinógeno para los humanos (Grupo 1), junto al cigarrillo, el asbesto y el alcohol, con base en evidencias suficientes, provenientes de estudios epidemiológicos, que demostraron una asociación entre el consumo de carne procesada y el cáncer colorrectal.
- La agencia clasificó la carne roja no procesada en la segunda categoría (Grupo 2A)como probablemente cancerígena.
Recordemos algunos de los argumentos basados en evidencia que respaldaron este informe:
- El consumo de carne roja podría estar relacionado directamente con la incidencia de CRC o indirectamente, porque una dieta alta en carne tiende a ser baja en vegetales, frutas y fibra.
- Un estudio de poblaciones del norte de Italia mostró que las personas que comen carne roja junto con huevos, queso y otros alimentos grasos, así como almidones refinados, tenían un riesgo casi dos veces mayor de desarrollar cáncer rectal o de colon, que sus pares que preferían una dieta basada en plantas.
- Otra investigación también reveló que «un aumento diario de 100 gramos de toda carne o carne roja se asocia con un significativo aumento del 12-17 por ciento en el riesgo de CCR.
- Cada porción de 50 gramos de carne procesada, como tocino o salami, que se come todos los días aumenta el riesgo de una persona de desarrollar CCR en un 18 por ciento.
A principios de 2018, un estudio publicado en el British Medical Journal (BMJ) volvió a aparecer en los titulares y sugiere que aumentar el consumo de alimentos ultraprocesados, como refrescos y bebidas azucaradas, fideos instantáneos, “snacks” y productos horneados empacados, comidas preparadas, cereales azucarados y carnes reconstituidas puede estar relacionado con un aumento proporcional del riesgo de varios tipos cáncer, el colorectal entre ellos.
¿Qué comer para prevenir?
Entonces, si un alto consumo de carnes rojas y alimentos procesados contribuye al riesgo de CCR, ¿qué deberíamos comer para protegernos?
Según la American Cancer Society, una dieta alta en frutas, hortalizas y fibra podría ayudar a minimizar el riesgo, y muchos estudios existentes parecen apoyar este consejo.
Un trabajo reciente de la Universidad de Loma Linda en California: «Patrones dietéticos vegetarianos y el riesgo de cáncer colorrectal» encontró que las dietas de estilo vegetariano están relacionadas con un menor riesgo de este cáncer. Los investigadores estudiaron cuatro tipos de dieta basada en plantas:
• vegana, o estrictamente no productos de origen animal
• lacto-ovo vegetariana, que incluye productos lácteos y huevos, pero no carne
• pescevegetariana, que incluye pescado, pero no carne
• semivegetariana, que incluye carne y pescado con poca frecuencia
Se concluyó que las cuatro dietas a base de plantas tenían menos probabilidades de provocar cáncer que las dietas no vegetarianas. Con respecto a este tema, recomendamos releer: «¿Es saludable ser vegetariano? ¿Y vegano? Hay sorpresas».
Un estudio del año pasado también sugiere que cuanto más colorida sea su comida, mejor será, y que las personas deben centrarse en integrar un “arco iris” de frutas y hortalizas en sus dietas. Por ejemplo, un alimento como las papas moradas muy populares en el Perú y los Andes, podrían proteger contra CCR. La razón es que son muy ricas en antocianinas y compuestos fenólicos, que reducen los niveles de ciertas proteínas proinflamatorias como la interleucina-6 (IL-6), que puede promover el cáncer de colon.
Recientemente, una importante investigación cuyo título es contundente: «Los componentes de la dieta mediterránea están inversamente asociados con los pólipos colorrectales avanzados», (adenoma y adenoma serrado), realizado en el Departamento de Gastrenterología del Tel-Aviv Medical Center, ha identificado una serie de elementos típicos de las dietas de estilo mediterráneo (DM) que podrían ayudar a prevenir la aparición de CCR. Los hallazgos de este estudio implican que la adherencia a la dieta con MD puede tener un papel en la progresión de la neoplasia colorrectal, y además debe estudiarse como un medio de prevención de pólipos colorrectales. Agregar a nuestra dieta a) pescado y carne de aves, b) frutas, verduras, nueces y granos integrales, y c) reducir los refrescos, son las tres cosas más importantes. Cada una de estas tres opciones se asoció con una reducción de un poco más de 30% de probabilidades para continuar desarrollando el cáncer en personas que ya tenían una lesión colorrectal precancerosa avanzada, en comparación con las personas que no comieron ninguno de los componentes de la DM. Las tres opciones saludables hicieron que el beneficio aumentara hasta casi un 86% de probabilidades reducidas.
¿Qué comer durante y después del tratamiento?
Según las directrices del Instituto del Cáncer Dana-Farber en Boston, MA,«¿Qué puedo comer si tengo cáncer colorrectal?», las personas que reciben tratamiento para el CCR también deben favorecer las comidas con «platos con arcoiris» y comer una variedad variada de frutas y hortalizas para apoyar su sistema inmunológico. Comer porciones pequeñas pero frecuentes es otro enfoque que los especialistas del Instituto Dana-Farber sugieren para los pacientes en tratamiento. Aconsejan mantenerse hidratados y evitar el alcohol y la cafeína, pues algunos tipos de medicamentos pueden entrar en conflicto con estas bebidas.
Un estudio previo publicado en el Journal of Clinical Oncology, sin embargo, indicó que personas sometidas a tratamiento para CCR tenían un riesgo casi reducido de recurrencia si bebían cuatro tazas de café, o 460 miligramos de cafeína, por persona/día. Los pacientes, todos ellos tratados con cirugía y quimioterapia para el cáncer de colon en estadio III, tuvieron el mayor beneficio de consumir cuatro o más tazas de café al día (alrededor de 460 miligramos de cafeína). Estos pacientes tenían un 42 por ciento menos de probabilidades de tener cáncer que los que no bebían café, y tenían un 34 por ciento menos de probabilidades de morir por cáncer o por cualquier otra causa.
Una investigación publicada este año en JAMA Oncology: “Ingesta de fibra y supervivencia después del diagnóstico de cáncer colorrectal” sugiere que una dieta alta en fuentes de fibra puede mejorar las tasas de supervivencia de los pacientes con CCR en estadio uno. Comer granos integrales también se relacionó con un mejor resultado del tratamiento.
Otro estudio de abril de 2018: “Consumo de nueces y supervivencia en pacientes con cáncer de colon en estadio III”, señala que comer un mínimo de 2 onzas (aproximadamente 57 gramos) de frutos secos como anacardos, avellanas, nueces y pistachos, casi reduce a la mitad el riesgo de recurrencia del cáncer de colon en individuos que siguen un tratamiento de cáncer de colon en etapa tres. El consumo de frutos secos también redujo el riesgo de muerte después del tratamiento en un 53 por ciento.
En cuanto a desarrollar un segundo cáncer después del tratamiento, la American Cancer Society dice que el riesgo se puede reducir al hacer las mismas elecciones saludables de dietas recomendadas para la prevención de un primer cáncer. Estos incluyen mantener un peso saludable, poner «énfasis en los alimentos vegetales» en las comidas diarias y evitar el consumo de alcohol.
Y finalmente, algo de enorme relevancia: El grupo de investigación de CCR del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), vinculado al Instituto Catalán de Oncología (ICO), la Universidad de Barcelona (UB) y el CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBEResp), han publicado el primer modelo de riesgo predictivo de cáncer de colon y recto, basado en datos españoles que combinan información genética y de estilos de vidas.
¿Y saben qué encontraron? Pues que los factores del estilo de vida son más importantes que los factores de riesgo genéticos cuando se trata del desarrollo del cáncer colorrectal.
Su trabajo, publicado por Scientific Reports, resalta la importancia de mejorar el estilo de vida para reducir el riesgo de cáncer de colon y sugiere utilizar una combinación de estilo de vida e información genética para subdividir la población en diferentes grupos de acuerdo con su riesgo de cáncer de colon, lo cual refinaría el método de detección actual.
Entonces, después de leer esta revisión, quedan algunas cosas claras:
El estilo de vida, a diferencia de los rasgos genéticos, es algo modificable, por lo tanto, una «renovación» de las opciones de salud personal puede ser de gran ayuda para lograr resultados positivos en la prevención y tratamiento del CCR. En consecuencia, aumentar nuestro consumo de frutas, hortalizas, y productos integrales, y reducir el consumo de carnes rojas, es una decisión acertada.
María Soledad Tapia
maría.tapia@5aldia.org.ve
2 Comentarios
dra gladys reyes
muy bueno e interesante me gusta tener todas estas actualizaciones ya que soy medico comunitario, gracias
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Muchas gracias a usted.