En el marco de la celebración de los Juegos Olímpicos 2012 en Londres, la prestigiosa revista inglesa The Lancet aprovechó el ánimo de la población mundial a favor de las actividades deportivas para publicar, en su edición del 17 de julio de 2012, una serie de estudios relacionados con la magnitud de los efectos negativos que ocasiona la inactividad física en la población mundial y sus posibles soluciones.
Uno de los estudios que publicó The Lancet, liderado por la Dra. I-Min Lee, profesora de epidemiología de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, reportó que el sedentarismo es responsable de 6% de los casos de enfermedad de las arterias coronarias y 7% de los casos de diabetes tipo 2 en la población mundial. Además, los autores observaron que 10% de los casos de cáncer de mama y colon se asociaban a la inactividad física.
El tabaquismo y la inactividad física son dos de los factores de riesgo más importantes de las enfermedades no transmisibles en la población mundial. Los investigadores calcularon que, aproximadamente, 5,3 millones de las muertes ocurridas en 2008 fueron ocasionadas por el sedentarismo. Por otra parte, alrededor de 5,1 millones de personas fallecen anualmente debido al consumo de cigarrillo, según lo señala uno de los artículos de la serie publicada en la revista The Lancet.
La inactividad física, por lo tanto, es responsable de 1 de cada 10 muertes prematuras registradas anualmente en todo el mundo, cifra equivalente a los fallecimientos causados por el tabaquismo.
Otro de los estudios, liderado por el Dr. Pedro C. Hallal, profesor de la Universidad Federal de Pelotas en Brasil, reportó que 31,1 % de la población adulta evaluada (mayores de 15 años) de 122 países (89 % de la población mundial) eran sedentarios, en otras palabras, no cumplían con la recomendación mínima de realizar 150 minutos semanales de ejercicio de moderada intensidad.
Entre los adolescentes el problema es aún más grave. Aproximadamente, 80% de los jóvenes evaluados de 13 a 15 años, de 105 países, no realizaban los 60 minutos de actividad física de moderada a vigorosa intensidad recomendados para ese grupo etario.
Los patrones de inactividad variaron en las diferentes regiones del mundo
En líneas generales, algunos de los países que presentaron alrededor de 60% de prevalencia de inactividad física entre los adultos fueron Serbia, Reino Unido, Turquía, Chipre, Italia, Argentina, Brasil y República Dominicana.
La nación más inactiva de la Tierra está representada por la pequeña isla de Malta, 72% de sus pobladores no practica actividad física programada.
Las naciones que se ubicaron en un rango medio de inactividad física fueron EEUU (43%), Canadá (34%), Rusia y los países del Medio Oriente (30%), mientras que 27,5% de la población africana resultó ser sedentaria.
Entre los países con la menor prevalencia de sedentarismo se encuentran Grecia (16%), Estonia (17%), Holanda (18%) y los países del Sureste Asiático (17%).
Las personas de 60 años nativas del Sureste Asiático eran más activas, en promedio, que los adolescentes y adultos jóvenes en las Américas, Europa, el Mediterráneo oriental y el Pacífico occidental.
Entre los países físicamente más activos se encuentran Bangladesh donde menos de 5% de los adultos son sedentarios, Mongolia y Mozambique.
Los investigadores señalan que los países con poblaciones más inactivas físicamente son los de mayores ingresos.
En EEUU 10,8% de todas las muertes prematuras, actualmente, se asocian a escasa actividad física, y en el Reino Unido 17% de las muertes registradas se vinculan a falta de ejercicio.
En América Latina y el Caribe, la investigación demostró que el estilo de vida sedentario es responsable de 11,4% de todas las muertes.
Según los autores del estudio, si tan solo una cuarta parte de la población adulta caminara media hora a paso ligero cinco veces por semana, más de 1,3 millones de muertes podrían evitarse anualmente en todo el mundo.
La actividad física vinculada al trabajo y los desplazamientos de un sitio a otro ha disminuido, progresivamente, a escala global. En EEUU menos de 4% de las personas caminan para ir al trabajo y menos de 2% lo hacen trasladándose en bicicleta. En China, Alemania y Suecia las cifras son algo más alentadoras, 20% de sus habitantes caminan para ir a sus sitios de trabajo. En Dinamarca, los Países Bajos y China, 20% de las personas se trasladan en bicicleta.
El Dr. Hallal estima que las personas sedentarias presentan un riesgo de 20% a 30% mayor de desarrollar enfermedad cardiovascular y diabetes tipo 2 que aquellas que se ejercitan regularmente.
A pesar de los efectos mortales del estilo de vida sedentario, la promoción de la actividad física no recibe la suficiente atención y financiación.
Los mensajes que han enfatizado las bondades del ejercicio, hasta ahora, no han impactado como se esperaba en la mayoría de la población mundial.
Cuando comenzó la campaña contra el tabaquismo no se enfatizaban los beneficios que se obtenían al dejar de fumar, más bien, resaltaban el daño que causaba el cigarrillo. Igualmente, las personas o instituciones encargadas de promocionar la actividad física programada, sobre la base de datos creíbles aportados por estudios confiables, deberían resaltar los daños que causa la inactividad física al igual que sus beneficios.
Un estudio publicado en la revista en línea BMJ Open, en su edición del 9 de julio de 2012, logró transmitir a los medios de comunicación un mensaje que resaltaba los efectos negativos de la inactividad física.
Los autores señalaron que permanecer más de 3 horas sentados al día puede acortar hasta en 2 años la expectativa de vida, incluso si la persona cumple con las recomendaciones mínimas de realizar 150 minutos semanales de ejercicio. Ver TV por más de 2 horas al día puede reducir hasta 1,4 años más la expectativa de vida.
Los investigadores concluyeron que la actividad física y la conducta sedentaria afectan de modo independiente la salud. Recomiendan pasar menos tiempo sentados y moverse más tanto durante las horas de trabajo como en el tiempo de ocio.
¿Qué medidas pueden tomarse para detener o revertir la tendencia al sedentarismo?
Otros estudios y observaciones de la serie que publicó The Lancet proponen medidas tanto gubernamentales como personales que incluyen propuestas como la construcción de más parques, clases gratuitas de ejercicios en los espacios públicos, la promoción del uso de las escaleras en lugar de los ascensores, el uso de la bicicleta para desplazarse al trabajo, vías para el uso exclusivo de ciclistas, incentivos financieros como primas de seguro más bajas con la condición de fomentar el ejercicio, así como el uso de aplicaciones de telefonía móvil y otras tecnologías para motivar a la gente a ponerse en movimiento.
Los autores señalan como ejemplo, particularmente efectivo, un programa llamado Ciclovía, el cual comenzó en Bogotá, Colombia, y se ha difundido a más de 100 ciudades en las Américas. Los domingos por la mañana y los días feriados el programa tiene estipulado el cierre del paso de vehículos motorizados en algunas vías públicas, dándoles acceso, de esta forma, a todas las personas que deseen caminar, correr, montar bicicleta y patineta.
El programa Ciclovía atrae a cerca de un millón de individuos semanalmente, señala el estudio, principalmente, personas de bajos ingresos y contribuye con 14% del tiempo de ejercicio mínimo semanal recomendado.
El tiempo que se le dedica al ejercicio es una excelente inversión, ya que se recupera con creces en calidad de vida y salud.
Dra. Berdjouhi Tsouroukdissian