Recién salió de la imprenta el libro “La Viruela en Venezuela. Epidemias y defensa durante el siglo XIX” escrito por el Dr. Vidal Rodríguez Lemoine y editado por la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales y la Academia Nacional de Medicina de Caracas, Venezuela.
El libro contiene el relato novedoso y detallado de las prácticas sanitarias aplicadas para luchar contra la viruela en Venezuela y de la ejecución de lo que sería el primer programa nacional de vacunación, tras la llegada de la vacuna procedente de España. El libro es una extraordinaria lección de salud pública.
Rodríguez Lemoine describe la introducción y circulación del virus de la viruela en el continente americano y en Venezuela, en particular. Trata con prolijidad la variolización (procedimiento de inmunización muy rudimentario) y la inmunización con la vacuna de Jenner, descubierta en 1798, que asombrosamente llegó a nuestro país en 1804, a solo 6 años de su descubrimiento.
El libro hace un recuento del descubrimiento de la vacuna en Inglaterra. Aquí, es interesante notar el análisis que hace Rodríguez Lemoine con respecto al puesto que merece Edwar Jenner en la historia del descubrimiento de la vacuna de viruela, enfermedad milenaria y de terribles consecuencias para la humanidad. Primero describe la lucha de Jenner para divulgar y convencer a los científicos y a la sociedad sobre la virtud de la vacuna, pero también analiza y enmarca el hecho en el campo de la metodología experimental y demuestra lo que Jenner representa en la ciencia actual.
La gran hazaña sanitaria, llamada la “Real Expedición Filantrópica de la Vacuna” y dirigida por Francisco Xavier de Balmis, transportó la vacuna desde España a América y Las Filipinas, un hecho heroico para la época. Balmis trajo consigo 500 ejemplares del Tratado de Moreau de la Sarthe, traducido por él al español, donde se describen las prácticas para la difusión, conservación y aplicación de la vacuna de Jenner; lo que asombrosamente revela el cuidado de los detalles del viaje para garantizar el éxito de esta cruzada de vacunación. Hechos muy valiosos destacados con pormenores en el libro.
El tratado sirvió de base para la creación e instalación de la Junta de Vacuna en el país, acontecimiento narrado por Rodríguez Lemoine con nombres y detalles, donde incluso reproduce el instructivo realizado por venezolanos en base al libro de Balmis, el cual fue la guía para la inmunización contra viruela en Venezuela. La Junta Central de la Vacuna de Caracas fue el legado de Balmis para el país y para el continente, ya que fue el primer organismo de salud pública establecido en Venezuela que sirvió de modelo para esta expedición.
Es importante resaltar el pensamiento científico de la época en nuestro país, muy bien descrito en el libro, que indica la existencia de una sociedad avanzada con deseos de incorporar los adelantos científicos del momento y sobre todo con deseos de aliviar los padecimientos de la población a causa de las enfermedades.
A raíz de la creación de la Junta Central de la Vacuna se inició un período en donde fue exitosa tanto la receptividad de la sociedad por la vacuna como la aplicación de la misma. Sin embargo, la guerra de la independencia e inconvenientes políticos posteriores trajo muchos contratiempos, muy bien contados en libro.
Uno de los contratiempos fue el problema que representaba la disponibilidad de la vacuna, la cual hasta finales del siglo XIX todavía se propagaba de brazo en brazo o en terneras; por lo demás, dependiendo de la semilla o lotes de la linfa provenientes de Londres. Problema que se resolvió parcialmente con la creación del Instituto Pasteur de Caracas, de carácter privado, en 1895, concebido para producir la vacuna y suplirla a todo el país, entre otros objetivos.
El Instituto Pasteur de Caracas fue clave para controlar los brotes que todavía sucedían, sobre todo, a causa de casos importados de países circunvecinos. Sin embargo, no logró erradicar el virus de Venezuela, hecho que se logró en 1956. La viruela fue declarada erradicada del planeta en 1980, por la Organización Mundial de Salud.
Igualmente, el libro resalta la historia de los inicios de la investigación biomédica en el país y de la creación de Instituciones en el campo de la salud que fueron el origen de la ciencia en Venezuela: Hospital “José María Vargas”, Hospital de Niños “JM De Los Ríos” y el Instituto Pasteur de Caracas.
La narración de los hechos para controlar la viruela, visto a través de la historia socio-política siglo XIX, retrata un país donde era importante la salud pública pero también estaba sometido a la improvisación en las políticas de salud, a las guerras y a conflictos entre los protagonistas de esta historia, donde con frecuencia se respondía prontamente ante la amenaza pero sin acudir a la planificación en el largo plazo, en la mayoría de las veces. Empero, el recorrido histórico sobre las políticas de salud para abordar el problema que representaba la viruela en el siglo XIX es un acontecimiento y agradecemos el esfuerzo del Dr. Rodríguez Lemoine para contarnos esta historia.
El Dr. Rodríguez Lemoine es un connotado profesor e investigador de la Universidad Central de Venezuela, en el campo de la microbiología, genética y la biología molecular. Ha recibido numeroso reconocimientos, entre los cuales destacan la orden José María Vargas en Primera Clase y la Orden Francisco De Venanzi. Es miembro de Número de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, es editor de varias revistas y tiene numerosas publicaciones en revistas científicas. Desde muy temprano en su carrera mostró un interés muy particular por la historia de la ciencia que se materializó en la publicación de muchos ensayos en el tema.
Irene Pérez Schael