Puede sonar a frase hecha, o lucir imposible ante las dificultades que vivimos, pero debemos ser optimistas a como dé lugar. Según una investigación publicada en enero de 2015 en Health Behavior and Policy Review, el optimismo asegura una mejor salud cardiovascular (SC). En el estudio se examinaron las asociaciones entre el optimismo y la SC en más de 5.100 adultos encontrándose que las personas que tienen perspectivas optimistas sobre la vida tienen el doble de probabilidades de tener una mejor SC que los pesimistas.
La SC de los participantes se evaluó utilizando siete indicadores: presión arterial, índice de masa corporal, la glucemia en ayunas y los niveles de colesterol sérico, el régimen alimentario, la actividad física y el consumo de tabaco – los mismos parámetros utilizados por la Asociación Americana del Corazón (AHA por sus siglas en inglés) para definir la salud del corazón y sobre los que la AHA fundamenta su Campaña: “Marcando los 7 pasos para mi salud” que utiliza una escala desde 0 (mal cumplimiento) hasta 14 (cumplimiento óptimo).
Los participantes -con edades 45 a 84- también completaron encuestas que evaluaban su salud mental, los niveles de optimismo, y la salud física con base en auto-reportes de diagnósticos médicos existentes de artritis, enfermedades hepáticas y renales.
Las puntuaciones de salud total de los individuos aumentaron de la mano con sus niveles de optimismo: los más optimistas tenían 50 y 76 por ciento más probabilidades tener puntuaciones totales de salud en los rangos intermedios o ideales, respectivamente.
Los optimistas tenían significativamente mejores niveles de azúcar en sangre y de colesterol total. También eran más activos físicamente, tenía índices de masa corporal más saludables y eran menos propensos a fumar.
Estos resultados están en línea con los de un estudio que ya habíamos comentado en MiradorSalud según el cual, por cada punto que se aumenta en la escala de la AHA, este punto de aumento se asocia con un 8% de menor riesgo de un accidente cerebro-vascular. Si bien este porcentaje de mejoría de la salud cardiovascular puede lucir moderado, a nivel poblacional se traduce en una reducción significativa en las tasas de mortalidad.
En ese estudio, todos los 7 Pasos jugaron un papel muy importante en la predicción del riesgo de ACV, pero el tener una presión arterial ideal resultó el indicador más importante de un menor riesgo de ACV seguido de no fumar o de haber cesado de fumar un año o más antes del inicio del estudio.
El incluir el optimismo en la ecuación fortalece las predicciones de SC empleando los 7 pasos. Los resultados de este estudio sugieren que las estrategias de prevención dirigidas a la modificación de bienestar psicológico – por ejemplo, el optimismo – pueden ser una vía potencial para que la AHA pueda alcanzar su objetivo de mejorar la salud cardiovascular de los estadounidenses en un 20 por ciento antes de 2020, mediante la reducción del 20% de las muertes por enfermedad cardiovascular (ECV), lo cual fue también discutido en MiradorSalud.
Para cerrar este interesante tema del optimismo queremos mencionar un estudio publicado en noviembre del año 2013 en Personality and Social Psychology Bulletin, cuyo título además se adecúa a este año 2015 que empieza, en el que la película “Volver al futuro II” está ambientada (situada en 1985 aunque se filmó en 1989).
El artículo se titula “Volver al futuro: La Nostalgia aumenta el optimismo (Back to the Future: Nostalgia Increases Optimism). De acuerdo a esta investigación el sentir nostalgia por el pasado aumenta el optimismo acerca del futuro. La nostalgia no es simplemente una emoción orientada hacia el pasado sino que su alcance se extiende hacia el futuro con una perspectiva positiva.
El sentimiento de nostalgia y el optimismo fue estudiado en experimentos validados en los que se les pidió a los participantes: a) escribir sobre un evento nostálgico, b) escuchar una canción nostálgica y expresar sus sentimientos, y c) responder preguntas sobre su estado de ánimo después de leer letras de canciones nostálgicas. En todos los casos en los que la nostalgia estuvo presente, las expresiones escritas y descritas oralmente correspondían a altos niveles de optimismo con respecto a las situaciones control.
De acuerdo a los autores, la nostalgia aumenta igualmente la autoestima, la cual a su vez, aumenta el optimismo. Consideran que la nostalgia tiene la capacidad de facilitar la percepción de un futuro más positivo y que los recuerdos del pasado puede ayudar a mantener los sentimientos actuales de autoestima y puede contribuir a una perspectiva más brillante acerca del futuro. Por lo tanto, la nostalgia, mediante la promoción de optimismo, podría ayudar a las personas a hacer frente a la adversidad psicológica.
MiradorSalud los invita a hacerse su evaluación de los 7 pasos, y tal como lo dice la American Heart Association: “Recuerde que usted puede detener las enfermedades del corazón incluso antes de que comiencen. Comience poco a poco y sin complicaciones. Haga un cambio hoy y así estará listo para otro cambio. Antes de que pueda darse cuenta, habrá dejado de tomar malas decisiones ¡y habrá comenzado a tomar decisiones de vida!
Con respecto al optimismo, se lo dejamos a ustedes. Luchen contra el pesimismo. Resistan. Es por nuestro bien. El optimismo mejora también la respuesta inmune. Y para ayudarse no vendría mal consumir frutas y hortalizas. Se ha comprobado que el optimismo y el contenido de carotenoides en sangre están relacionados. Los invito a releer:
Mente positiva y optimista con frutas y hortalizas y sus carotenoides
Feliz Año 2015
María Soledad Tapia
maria.tapia@5aldia.org.ve