Investigadores de dos universidades en Oregón (EE.UU) encontraron la explicación del efecto beneficioso que tiene una dosis pequeña de aspirina o ácido aceltilsalicílico como agente anticancerígeno, al reducir la proliferación tumoral “in vitro” y prevenir la carcinogénesis en pacientes.
Se conoce que la aspirina tomada diariamente por tiempo prolongado ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares y el cáncer colorrectal. Estudios previos han demostrado que la aspirina reduce la incidencia de neoplasia colorrectal, por lo que el uso diario de aspirina por tiempo prolongado ha sido considerado como posible terapia para reducir la mortalidad y el riesgo de cáncer en el colon. Incluso, en 2016, el USPSTF, organismo que dicta pautas para los clínicos en EE.UU., recomendó el uso de la aspirina para la prevención de enfermedades cardiovasculares y del cáncer colorrectal en adultos entre 50 y 59 años.
Por otro lado, también se ha demostrado que las plaquetas sanguíneas juegan un papel muy importante en la sobrevivencia del tumor, su crecimiento y metástasis. Sin embargo, su mecanismo no estaba bien entendido. En esta investigación, realizada en células aisladas de pacientes, se mostró el proceso mediante el cual la aspirina, un fármaco antiinflamatorio y antitrombótico, inhibe la proliferación celular y la metástasis. El mecanismo es a través de su acción antiplaquetaria.
El experimento consistió en determinar el efecto de la interferencia o diafonía entre células cancerígenas y plaquetas provenientes de humanos. Para esto, los investigadores utilizaron dos líneas celulares de cáncer de colon, una metastásica (células que se diseminan fuera del colon) y otra no metastásica (células que crecen solamente en el colon), además de una línea celular de cáncer pancreático no metastásica, a las cuales se les agregó plaquetas humanas activadas. Se encontró que las plaquetas humanas potenciaban el cáncer en las líneas celulares no metastásica; sin embargo, cuando agregaron aspirina a estas mezclas, se observó que las plaquetas no eran capaces de estimular el crecimiento y replicación de las células no metastásicas, de colon y de páncreas. En cambio, la proliferación de las células metastásicas de colon continuó a pesar de la aspirina. Es importante recodar que la dosis de aspirina debe ser pequeña, como la de la aspirina infantil, debido a que puede provocar hemorragias por la función de las plaquetas en la coagulación sanguínea.
La aspirina impidió que las plaquetas liberen el factor de crecimiento y obstaculizó la señalización entre las plaquetas y la oncoproteína c-Myc que no se activó, mecanismo por el cual las células cancerígenas sobreviven y se propagan. Asimismo, la concentración y actividad de esta proteína fue revertida ante la presencia de la aspirina que inhibe la concentración plaquetaria. Es decir la concentración de plaquetas tiene un efecto disparador de la activación de la oncogénsis a través de la expresión de la proteína c-Myc; a su vez es detenida cuando éstas son inhibidas. La proteína oncogénica c-Myc es primordial en el proceso regulador del metabolismo y proliferación celular y puede ser útil como un blanco terapéutico.
Uno de los autores del trabajo comentó: “Nuestro trabajo sugiere que la acción anticancerígena de la aspirina podría deberse, en parte, a que las células circulantes durante su tránsito en la sangre interactúan con las plaquetas, lo que estimula la supervivencia de las células tumorales mediante la activación de una oncoproteínas como c-Myc. La inhibición de las plaquetas con aspirina reduce la señalización entre las mismas y las células tumorales, impidiendo así el crecimiento de las células tumorales”.
Un tercio de los pacientes con cáncer de colon y el 42% de los que tienen cáncer de páncreas expresan la proteína c-Myc en grandes cantidades.
El cáncer colorrectal puede manifestarse en el intestino grueso (colon) o en el recto y a menudo comienza con la formación de pólipos benignos que lentamente se van convirtiendo en malignos. Entre los factores de riesgo se encuentran: la edad (mayor de 60 años), el alto consumo de carnes rojas o procesadas, los pólipos, padecimiento de enfermedades intestinales inflamatorias y poseer antecedentes familiares. Este cáncer es curable si se diagnostica a tiempo.
Siendo el cáncer de colon una de las principales causa de muerte, además de llevar una vida y dieta saludable, el uso de la aspirina podría ser una medida preventiva en pacientes que tienen alto riesgo de cáncer.
Irene Pérez Schael