Seguimos comentando sobre las prácticas compiladas por el Dalai Lama y el arzobispo Desmond Tutu en «El libro de la alegría: felicidad duradera en un mundo cambiante«, invitándonos a incorporarlas en nuestra cotidianidad. Al igual que el humor y la aceptación, temas tratados el mes pasado, el perdón y la gratitud se entrelazan de una manera especial.
El perdón y la reconciliación nacional en Sudáfrica
Al inicio de su mandato el presidente Mandela, orientado hacia la paz y justicia necesarias para unificar un país herido por la segregación racial, le solicitó presidir la Comisión de la Verdad y la Reconciliación en Sudáfrica al Arzobispo Tutu. Su labor como activista y mediador coordinando voluntades le fue reconocida en 1984 otorgándole el Premio Nobel de la Paz. Junto a su hija Mpho Tutu, también pastora anglicana, desarrolló un programa destacando cuatro etapas en el proceso a seguir descrito en «El libro del perdón«. Decidieron ampliar globalmente este reto guiando este proceso en línea a través del link del Global Forgiveness Challenge [Reto global del perdón].
Siguiendo una línea conceptual similar sobre el proceso del perdón, el investigador Frederic Luskin, director del Stanford University Forgiveness Project, plantea que para perdonar debemos buscar primero la paz dentro de nosotros mismos, aceptando los «no» que nos trae la vida. Requerimos enfocarnos no en lo que creemos que es nuestro derecho o en lo que creemos que otros nos deben, sino en lo que tenemos y en lo que nos ha brindado la vida. Aquí se aprecia la relación mencionada entre el perdón y la gratitud. Empezamos por reconocer y aceptar los «no» que nos entorpecen o molestan; agradecemos lo que hemos tenido o tenemos a nuestro alcance y podemos entonces acometer el proyecto de perdonar que deseamos. Este experto en el tema del perdón nos ofrece una metodología de nueve etapas para el logro de este proceso (en lo personal o en lo colectivo). En su página web pueden encontrar interesantes recursos sobre el tema.
La práctica de la gratitud
El desarrollo de la psicología positiva a finales de los años noventa abrió nuevos campos de exploración psicológica investigando los factores generadores del bienestar humano en vez del énfasis usual en la disfuncionalidad de los individuos. La gratitud ha sido uno de los temas investigados por seguidores de esta tendencia, permitiéndonos valorar su impacto en nuestra salud y calidad de vida. Se han precisado formas concretas o prácticas para desarrollar esta capacidad, siempre estimada como un importante valor humano.
En esta última década, el interés por la autoayuda aunado al auge de transmisión de contenido por medios electrónicos ha incrementado la difusión de actividades personales y grupales desde la psicología positiva y el tema de la gratitud. Encontramos a nuestra disposición excelente información generada en centros prestigiosos de investigación, como el dirigido por el Dr. Seligman en la Universidad de Pennsylvania o el Greater Good Center de la Universidad de Berkeley.
Construir un diario de agradecimientos
Entre las conclusiones investigativas sobre el agradecimiento destaca el que se considera una capacidad desarrollable a diferencia de asumirla como un valor humano encomiable. Entre las prácticas sugeridas en que coinciden estos centros con el Libro de la Alegría se encuentra el llevar un diario de agradecimiento ¿Cómo hacerlo?
- Estar atentos durante el día de cualquier evento que vivamos y apreciemos, no importa lo pequeño que sea. Puede ser el éxito o logro de algo que nos hemos propuesto, el regalo fortuito de una experiencia estética, una sensación placentera brindada por la naturaleza o un grato intercambio de palabras con un extraño.
- Anotar diariamente tres de esas apreciaciones. Nos advierten que escribir sobre lo que estamos agradecidos rinde mayores beneficios al largo plazo y que es mejor ejercitarnos en buscar nuevos motivos de apreciación y gratitud sin repetir los que hemos anotado. No nos conformemos sólo con pensar sobre lo agradable que fue tener una amiga con la cual compartir una alegría o pena con nosotros, o haber disfrutado de las flores que vimos mientras íbamos a una diligencia.
Mi grata experiencia haciendo esta práctica durante sesenta días seguidos fue darme cuenta del incremento paulatino de mi radar psicofisiológico para captar nuevos motivos al tener que reportarlos cada día. Ahora sigo prestando mayor atención y asombrándome de los motivos de agradecimiento que descubro en mi vida diaria. Creo que repetir esta práctica será un «reinicio» psicológico, como cuando reiniciamos nuestras computadoras cuando se sobrecargan.
Ya saben entonces, si en estos momentos se sienten víctimas de las circunstancias que viven, los invito a explorar los pasos que nos indica el Dr. Luskin para cambiar el cristal por donde están mirando y les recomiendo que empiecen su diario de agradecimientos. Ya verán cómo el ánimo se aligera.
Disfruto mucho conocer sus experiencias en relación a las prácticas sugeridas en estos artículos o cualquier otro comentario que deseen hacer, siempre atenta a través de mi página web.
Jeannette Díaz
PD: Disfruten la flor que acompaña este artículo
Nota sobre la autora:
Jeannette Díaz es Doctora en Educación de la Universidad de Massachusetts, Amherst, Profesora Titular Jubilada de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela. Durante sus 28 años como docente, Coordinadora Académica y Coordinadora de Investigación disfrutó siendo mentora y coach de estudiantes y profesores apoyándolos en el desarrollo de sus habilidades creativas y progreso en sus carreras docentes. Formalizó esta área de interés cursando estudios y obteniendo la Certificación como Integral Master Coach® de Integral Coaching Canada. Es miembro de la Federación Internacional de Coaches en el nivel Profesional (PCC). Actualmente trabaja como coach, ayudando a sus clientes en el logro de transiciones exitosas en el ámbito personal o profesional. Página web de Jeannette Díaz