La pobreza o estado de pauperización de una población es muy compleja. Es producto de deficiencias en educación (ignorancia), salud y recursos económicos que a su vez delimitan la capacidad para adquirir alimentos, medicinas, vivienda digna con servicios de agua y luz, entre otros. A la par, la pobreza también está vinculada a una apatía social que comprende una visión de futuro sin esperanza y una actitud resignada. Según Amartya Sen la pobreza sería una incapacidad para acometer el potencial productivo y lograr el desarrollo humano óptimo, un concepto utilizado por el PNUD para elaborar su índice de pobreza humana. Un contexto social y económico negativo (precario) facilita la creación de pobreza. No obstante, para facilitar el diseño de políticas y estrategias concretas para luchar contra la pobreza en el mundo, por ejemplo, la OMS define una línea de pobreza que incluye todos los que posean ingresos inferiores a US$ 1,25 por día.
En las Metas del Milenio, “la pobreza es más que una falta de recursos, es una carencia de capacidades que impiden la autonomía necesaria para actuar en libertad en sociedad”. El nivel de vida de una sociedad mejora como resultado del crecimiento económico, progreso tecnológico, bienestar social, desarrollo sostenible, calidad de vida, capacidad humana y el desarrollo de la libertad. Es un concepto multidimensional para las Naciones Unidas.
Aunque las condiciones de pobreza son individuales y culturales, el ambiente que las circunscriben actúa como un catalizador para su perpetuidad y convertirla en un problema social o, por el contrario, puede ser un impulsor para salir de ella. Es por esta razón que los Estados tienen gran responsabilidad en el mantenimiento de la pobreza, aunque no son los únicos, sí son los que tienen la prioridad, autonomía y recursos para emprender las acciones políticas que disminuyan el nivel de pobreza. Esto necesariamente no quiere decir que el Estado es el responsable de mi bienestar social pero si puede ser el mayor limitante de mi bienestar social.
Las condiciones económicas y el entorno político y social de un país determinan el nivel de pobreza. Es obvio y está demostrado que sin crecimiento económico, cualquier medida emprendida por un gobierno tendrá resultados limitados en la pobreza, así como también el crecimiento económico es un factor necesario pero no suficiente para reducirla.
Me pregunto entonces: ¿Cómo es posible que Venezuela en 2014 tenga los niveles de pobreza de 1997 cuando experimentó un aumento brutal de su PIB debido a la bonanza petrolera continuada por casi una década? ¿Cómo es posible que un gobierno que llegó al poder en 1998 por su manifiesta preocupación por los pobres no haya logrado revertir la pobreza? ¿Cómo es posible que los actuales gobernantes de Venezuela teniendo tan claro que su gobierno es para los pobres hayan sido la causa del hundimiento de la calidad y condiciones de vida del venezolano?
Pobreza en Venezuela.
Según el estudio de la pobreza ENCOVI de las universidades UCAB, USB y UCV, en 2014, Venezuela incrementó los niveles de pobreza de 1998, pasando de 45% a 48%. Luis Pedro España, investigador del estudio, reveló en una entrevista que de los 3,53 millones de hogares pobres para 2014, el 33% correspondieron a pobres recientes o nuevos. Es decir en 16 años (1998-2014) Venezuela avanzó en su nivel de pobreza a pesar de haber experimentado un aumento extraordinario de sus ingresos y a pesar de la cuantiosa inversión en los programas sociales llamado Misiones. Pero esta situación no se queda allí, resultados de la misma encuesta mostraron que para 2015 la pobreza aumentó de una manera impresionante a 73% lo que significó un incremento de 25% en sólo un año. Peor aún es que 50% de ellos son pobres extremos. En fin, cerca de 23 millones de venezolanos tienen problemas para satisfacer sus necesidades básicas y por primera vez la pobreza extrema es mayor a la no extrema.
¿Por qué existe pobreza en Venezuela?
En Venezuela están dados todos los factores para que casi la totalidad de sus habitantes sean pobres en la actualidad. Se analizaran algunos de los factores que mantienen o acentúan la pobreza.
Educación.
La carencia educativa es una causa de pobreza. Sin entrar mucho en detalle, la educación en Venezuela no solamente ha desmejorado su calidad, sino que su fin ha cambiado – ahora imparte una educación enfocada a los fines políticos del gobierno – así como también los instrumentos y las normas que la rigen están sujetos a las mismas políticas. Por ejemplo, el nivel de excelencia desaparece si no se puede reprobar a nadie (nueva norma escolar); asimismo la mente de la población se distorsiona cuando se cambia la historia en los textos escolares, como efectivamente ha sucedido o si no hay libertad para educar.
Estas cifras demuestran la crisis educativa que existe en Venezuela: el 37% de los venezolanos entre 3 y 5 años no asiste a la escuela, el 47% de los adultos de 18 a 24 años no está en el sistema educativo y el 57% interrumpe sus estudios antes de los 19 años. En consecuencia, el 59% de la población mayor de 25 años no tiene bachillerato.
La ignorancia definida como falta de conocimiento, es un factor que mantiene la pobreza por cuanto el conocimiento da poder pero también el conocimiento necesita cierto nivel de escolaridad para su comprensión. Sin embargo, con adiestramiento y capacitación se puede subsanar la ignorancia y proporcionar herramientas a la población para salir de la pobreza. En el caso de Venezuela el conocimiento es propiedad del estado.
Según, Luis Pedro España, al eliminar el efecto del ingreso, los dos factores más importantes que diferencian el grado de pobreza en Venezuela son el nivel de escolaridad y el trabajo formal. En conclusión, para España, las dos palancas para superar la pobreza serían la educación, marcada por el nivel de escolaridad alcanzado, y la formalización de la actividad económica. Ambas situaciones están en aprietos en Venezuela.
Contexto económico.
El crecimiento económico es el factor fundamental para superar la pobreza ya que permitiría, por un lado la aplicación de programas sociales destinada a este fin y por otro lado porque incide en el mejoramiento la calidad de vida del hogar y conduce al progreso social. Un país no se puede salir de la pobreza sin crecimiento económico, aunque esta condición por sí sola no garantiza que se saga de ella, como ha ocurrido en Venezuela. Entre 2010 y 2012 el crecimiento económico pasó de 0% a casi 6%, cuando comienza a declinar y pasar a -10% en 2015.
Venezuela, el país más rico de Sudamérica, no utilizó los excedentes de los altos precios del petróleo para disminuir la pobreza en este milenio, incluso cuando aplicó el método distributivo al repartir esa riqueza a través de las misiones la mitigó pero no la eliminó. Ciertamente, al comparar la curva del PIB con la de la pobreza, ésta disminuyó cuando aumentó el PIB porque es sensible al ingreso económico, no obstante, ésta no se redujo significativamente ni mucho menos proporcionalmente a lo invertido en gasto social, como lo muestra el estudio de Cedice “Pobreza y gasto social en la Venezuela de la revolución bolivariana”.
Una de las investigadoras de este estudio, María Gabriela Ponce de la UCAB, expone en una entrevista: “La pobreza en Venezuela, a pesar del importante volumen de gasto que se ha hecho, no ha mejorado sistemáticamente, no ha tenido una tendencia lineal; lo que ha experimentado son avances y retrocesos, en buena parte debido a los precios petroleros. Con la crisis actual, eso ha sido más palpable”. En la investigación, se analizó la pobreza descomponiéndola en tres tipos: la pobreza coyuntural de índole económica vinculada al ingreso, la pobreza estructural relacionada con las condiciones de vida y la pobreza crónica. El gasto social distribuido fundamentalmente mediante las misiones que impactó a dos millones de personas no afectó la pobreza estructural sino a la coyuntural, sensible al ingreso. Esto se debe a que no se atacaron las causas de la pobreza estructural, en cambio, se desparramó una ilusión de bienestar mediante las misiones, dádivas y regalos con un gran componente político electoral. Se podría decir que esta manera de abordar el problema social de la pobreza la mantiene en ausencia de otras intervenciones dirigidas a combatir sus causas. No se podría precisar si esto es por ignorancia o intencional.
Las actuales condiciones de la economía venezolana como la recesión económica (-10% PIB), inflación (270%), déficit del mercado laboral (11%), disminución de la productividad nacional en 50% (24,6% en privado y 60,6% en público), mengua y deterioro del parque industrial, particularmente el alimentario donde hay una escasez alarmante, control cambiario, normativa laboral que magnifica los costos de producción, control de precios, confiscación de la empresa privada, tendencia a la desaparición de la producción del sector privado, escasez de agua, luz y vivienda, entre otras, son condiciones que tienen a incrementar la pobreza y en el mejor de los casos a mantenerla. El sector más afectado es el empleo expresado en que el 31% de los venezolanos trabaja por cuenta propia y el 36% en el sector público.
Salud.
Bill Gates ha invertido gran parte de su cuantiosa fortuna para mejorar la salud en el mundo. Y lo ha logrado. ¿Y por qué escogió la salud y entre ella las vacunas como los destinatarios de sus donaciones? Porque la salud está estrechamente ligada al desarrollo de un país y está muy vinculada a la pobreza ya que la enfermedad disminuye la productividad, genera menos riqueza y aumenta los gastos familiares. Para la OMS, existe un gradiente de salud asociado al nivel socioeconómico, es decir, mientras peor sea la condición socioeconómica de un país peor es su salud, lo que a su vez condiciona la situación de pobreza.
La situación de la salud en Venezuela es una calamidad insostenible y alarmante. Un análisis del Dr. Julio Castro de los datos del Ministerio de Salud muestra que en 3 años (2012-2015), la mortalidad general ha aumentado 11 veces, la mortalidad materna 6 y la neonatal 100, cifras inquietantes. La demanda de servicios de salud ha aumentado a causa del aumento de la población pero, a la vez, no se han construido nuevos hospitales ni centros de atención, a excepción de los centros de la misión barrio adentro, al mismo tiempo, no hay el mantenimiento adecuado para los que existen, lo que ha llevado a un colapso del sector salud representado en la disminución del índice de rendimiento hospitalario en 67%. Esto ha ocasionado una distorsión de la atención en salud en donde, por ejemplo, las emergencias están colapsadas porque atienden desde una simple fiebre en un niño que podría ser manejada ambulatoriamente hasta los casos más serios. Si a esto se le suma la escasez de medicamentos ocasionada por el control cambiario y la deuda del estado con los laboratorios farmacéuticos, los venezolanos viven una situación de emergencia humanitaria.
Dos artículos de MiradorSalud muestran la ausencia de políticas de estado en salud, el primero tiene que ver con la situación de la hipertensión arterial y la diabetes y el segundo con el embarazo precoz. Ambos artículos denotan una ausencia de presencia estatal para educar a la población y mejorar su salud pública.
Todas estas circunstancias preponderantes en la Venezuela de hoy han derivado en la pobreza económica, física y mental del venezolano.
¿Está el estado induciendo la pobreza en Venezuela? ¿Hacia dónde va Venezuela?
Irene Pérez Schael
Nota: Ver aquí todas las presentaciones de ENCOVI
4 Comentarios
Marisol Badiel
Apreciada Irene, te felicito por la semblanza que haces de manera objetiva y concreta sobre la triste situación de tu pais, con la mirada de una persona trabajadora de la salud y de la ciencia y con mèritos que han trascendido las fronteras.
Con la confianza puesta en Dios para que se den grandes cambios, como parece ser y que no bajen la guardia y los esfuerzos todos los venezolanos comprometidos con tan gran empresa de cambio.
Mirador Salud
Marisol que !alegría! gracias por tu comentario. Era un deber para la historia dejar este testimonio que a mi parecer resume muchas cosas que están sucediendo en esta Venezuela triste y pobre. Siempre agradecida. Saludos. Irene
Jose Luis Quintero
Me gusta el enfoque global sobre el problema.Las cifras de los cambios en mortalidad son escalofriantes. tal vez el factor económico sea el determinante en la génesis de nuestra miseria: carecemos de una economía productiva. En el ámbito de la salud resulta devastador el sistemático esfuerzo desplegado para destruir el aparato social dispensador y el sistema educativo. ¿Cómo resolvemos el problema que representan nuestros depauperados hospitales, sin luz , sin agua, sin medicamentos… y ahora en manos de los llamados médicos integrales?. Saludos cordiales. Ojalá haya luz al final del túnel.
Mirador Salud
Ojalá haya luz al final del túnel. Gracias por tus acertados comentarios José luis. Irene