Acaban de publicarse dos nuevos estudios que suman a la creciente evidencia de que fitoquímicos naturales de las frutas y hortalizas tienen efectos específicos que ayudan a prevenir enfermedades crónicas como la enfermedad coronaria y el cáncer. Así, en Molecular Nutrition and Food Research se reporta evidencia denominada como potente, sobre el mecanismo por cual los polifenoles de las manzanas (y del té verde y del cacao) afectan a una molécula de señalización celular clave: el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF por sus siglas en inglés), cuyas concentraciones excesivas favorecen la angiogénesis, fenómeno responsable de un mayor crecimiento de los tumores, y de causar placas ateroescleróticas. Por otro lado, en Cancer, se ha publicado un estudio de mujeres posmenopáusicas en las que una alta ingesta de licopeno se asoció con un menor riesgo (39%) de carcinoma de células renales (CCR).
Potentes Polifenoles
En el cuerpo, el VEGF es un factor primordial para la formación de vasos sanguíneos a través de un proceso llamado angiogénesis. La angiogénesis es crucial en la progresión del cáncer, así como en el desarrollo de placas ateroescleróticas, y en la ruptura de las placas, lo cual puede causar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Los investigadores trabajando con células derivadas de vasos sanguíneos humanos, encontraron que bajas concentraciones (nivel nanomolar) de polifenoles como las procianidinas de manzana y el galato de epigalocatequina del té verde, detuvieron de manera potente, una función crucial de señalización en la molécula VEGF.
Este estudio proporciona la primera evidencia de que los polifenoles pueden interactuar directamente con VEGF para bloquear sus señales y lo más importante es que este bloqueo ocurre con los niveles de polifenoles en sangre que se obtienen después de comer alimentos ricos en polifenoles como las frutas y hortalizas.
En el estudio se encontró igualmente algo inesperado: los polifenoles activaron también otro sistema enzimático de señalización (óxido nítrico sintetasa) que genera óxido nítrico en la sangre, el cual ayuda a distender los vasos sanguíneos y prevenir el daño. Ya se sabía que el propio VEGF estimula también la producción de óxido nítrico, lo cual por otro lado, es algo muy positivo, y en la terapia contra el cáncer algunos fármacos son prescritos con la intención de bloquear el VEGF pero al mismo tiempo se reducen los niveles de óxido nítrico y se puede generar un mayor riesgo de hipertensión en los pacientes.
Estos datos demuestran por primera vez que el VEGF es una diana molecular clave para polifenoles específicos encontrados en el té, las manzanas y el cacao que pueden inhibir la señalización de VEGF y la angiogénesis en concentraciones fisiológicas. Estos datos son sumamente interesantes y proporcionan un mecanismo plausible para explicar el efecto benéfico de los polifenoles dietarios en la salud.
Licopeno protector
Un mayor consumo por mujeres posmenopáusicas de licopeno, carotenoide antioxidante natural, que se encuentra en alimentos como el tomate, guayaba, patilla (sandía) y lechosa (papaya), puede disminuir el riesgo de carcinoma de células renales, un tipo de cáncer de riñón.
Un equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Wayne observó un efecto protector del licopeno contra este tipo de cáncer después de analizar los datos de 96.196 mujeres a nivel nacional y en Detroit, que participan en el estudio nacional Women»s Health en el período 1993-1998 con un seguimiento hasta julio de 2013.
Los investigadores analizaron los riesgos de cáncer renal asociado con la ingesta de licopeno y otros micronutrientes y carotenoides no nutrientes: ?-caroteno, ?-caroteno, ?-criptoxantina, luteína más zeaxantina, vitamina C, y vitamina E, todos micronutriente que tienen propiedades antioxidantes.
Durante el seguimiento, 240 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de riñón. En comparación con las mujeres que reportaron una menor ingesta de licopeno, aquellas que tenían un ingesta mayor, tenían un riesgo 39 por ciento menor. Ninguno de los otros micronutrientes y fitoquímicos estudiados se asoció significativamente con la misma disminución del riesgo
El cáncer de riñón es un cáncer relativamente raro. En los Estado Unidos representa el octavo tipo de cáncer más frecuente entre las mujeres y suele diagnosticarse en un estadio adelantado. Los investigadores recomiendan una dieta enfocada en los propios factores de riesgo personales como los antecedentes familiares. Así, se recomienda una dieta baja en sal para las mujeres con riesgo de hipertensión, el cual es un factor de riesgo importante para el cáncer de riñón. Igualmente, una dieta rica en frutas y hortalizas, sobre todo en aquellas ricas en licopeno representaría un factor de protección. El licopeno alimentario también se ha asociado con un menor riesgo de cáncer de mama y de próstata.
El gran colofón: recordar que el consumo diario de frutas y hortalizas es esencial para la salud, pues se convierte en un factor protector contra factores de riesgo de las enfermedades crónicas. Cada vez más las evidencias son mayores y de mejor calidad científica, pues se empiezan a dilucidar muchos de los modos de acción de los diferentes compuestos con actividad biológica de las frutas y hortalizas.
María Soledad Tapia
maria.tapia@5aldia.org.ve
Nota: la fotografía es de Kenny Galleries
http://www.kenygalleries.com/images/ac-tolstedt/tolstedt-bio.html