Como lo dice la Dra. Susanne Løgstrup, Directora de la European Heart Network: en un mundo perfecto donde las cosas se hicieran correctamente, las metas de alimentación y nutrición basadas en la evidencia científica serían rápidamente traducidas por los gobiernos en guías alimentarias claras. Las personas luego, cambiarían sus elecciones de alimentos para reflejar los últimos consejos dietarios. Esto conduciría a una creciente demanda de productos más saludables, mientras que disminuiría la demanda de productos menos saludables.
Pero esto no es así. Por ejemplo, la evidencia científica sobre los beneficios del consumo de frutas y hortalizas (F&H) es muy sólida. Aun así, su consumo es globalmente bajo. Esto es especialmente cierto en los estratos socioeconómicos más pobres. Muchos creen que esto se debe a la falta de acceso a productos frescos para quienes viven en los llamados desiertos alimentarios. Desafortunadamente, incluso con acceso mejorado de F&H, esto no siempre se traduce en un mayor consumo.
En Venezuela, cada vez más alejados de un mundo perfecto, y de lo meramente “correcto” en todos los aspectos, se vive una situación extraordinaria en términos de la precariedad en la calidad de la alimentación y nutrición de sus ciudadanos, en la que cumplir con una de las recomendaciones universales como es seguir una dieta balanceada y variada, con presencia de todos los grupos de alimentos en proporciones adecuadas, es imposible.
Casi ha desaparecido el consumo del grupo de las frutas y hortalizas, principales aportantes de micronutrientes (vitaminas y minerales), fibra y de antioxidantes que actúan como factores de protección de enfermedades crónicas como cáncer, diabetes, enfermedad cardiovascular, etc., que ha hecho popular mundialmente el lema “5 al día” para promover el consumo en la proporción adecuada. Esta es una meta imposible de cumplir en nuestro país.
Veamos ahora algo que podría parecerse a un episodio en un mundo idealizado:
Los pacientes de bajos ingresos con enfermedades crónicas, cuidadores de niños pequeños y mujeres embarazadas son referidos por su médico de atención primaria a un programa especial de atención. Un médico se reúne con los participantes y sus familias para hablar sobre alimentación saludable y evaluar el consumo de frutas y hortalizas, el acceso a alimentos saludables y los conocimientos y habilidades para elegir, preparar y comer frutas y hortalizas frescas. El médico prescribe a los participantes una receta para «comer más frutas y hortalizas» y ayuda a establecer metas para una alimentación saludable. Los pacientes llevan sus recetas a un puesto o mercado agrícola asociado, donde también reciben asesoramiento sobre nutrición, demostraciones de cocina y otro tipo de apoyo educativo para realizar cambios alimenticios significativos y saludables.
Bueno, pues esto es verdad. Es una de las acciones del Programa de “Prescripción Fresca. Receta para un Detroit saludable”.
Aquí podemos ver cómo funciona: Fresh Prescription. Recipe For a Healthy Detroit.
El programa se enmarca en el concepto Farm Fresh RX: su receta para la nutrición, el cual se basa en un modelo que conecta el sistema médico y el sistema alimentario local mediante la creación de una relación entre el personal de la clínica, los pacientes y los mercados de agricultores locales.
Antecedentes del Programa de Prescripción de Frutas y Hortalizas
Wholesome Wave es una organización sin fines de lucro con la visión de hacer que los alimentos locales y saludables sean asequibles y accesibles para todos, y se centra especialmente en las comunidades marginadas.
En 2010, pusieron a prueba el Programa de Prescripción de Frutas y Hortalizas ® (también conocido como FVRx ®), y desde entonces se ha convertido en un programa de alcance nacional. En este programa innovador, los proveedores médicos dan a los pacientes, prescripciones de frutas y hortalizas para comprar en los mercados de agricultores participantes.
El programa FVRx aborda dos cuestiones fundamentales importantes: el acceso y la asequibilidad. Por ejemplo, recomendar a los pacientes que coman más sano puede ser un imposible para los pacientes que no pueden pagar o acceder a este tipo de alimentos. El programa FVRx permite que los médicos y los trabajadores de atención médica proporcionen a los pacientes y sus familias recursos tangibles y pasos para mejorar su salud. El programa FVRx cuenta con el apoyo financiero de organizaciones y fundaciones comunitarias, gobiernos locales y estatales y el USDA. Sus objetivos son:
- Educar a los participantes y sus familias sobre la importancia de las frutas y hortalizas en una dieta saludable
- Aumentar el acceso y el consumo de frutas y hortalizas frescas entre los participantes y sus familias
- Mejorar los resultados de los participantes relacionados con la salud al disminuir el Índice de Masa Corporal (IMC) y mejorar la nutrición
- Facilitar cambios medibles en las conductas de compra y fomentar la adopción de estilos de vida saludables.
- Impulsar nuevas ventas para los mercados de agricultores locales y aumentar la compra de frutas y hortalizas frescas
- Profundizar la relación paciente-proveedor, mejorar la satisfacción y el compromiso.
Bajo el lema de que “la pobreza nunca debe ser un obstáculo para comer frutas y hortalizas”, Wholesome Wave crea programas basados en asociaciones que permiten a los consumidores desatendidos realizar elecciones de alimentos más saludables al aumentar el acceso asequible a alimentos de origen local y regional. Aquí, una idea de como pueden funcionar estos programas:
Hacemos que las frutas y verduras sean asequibles a través de dos programas emblemáticos:
- Duplicamos el valor de los cupones de alimentos (Food Stamps, Supplemental Nutrition Assistance Program (SNAP) de la USDA, cuando se gastan en frutas y hortalizas
- Trabajamos con los médicos para prescribir, literalmente, productos vegetales
Programa de Prescripción Fresca. Receta para un Detroit saludable
Veamos la interesante experiencia de la población atendida en el Centro de Salud y Servicios Sociales de la Comunidad (CSSS) en Detroit, Michigan, donde la mayoría de los pacientes tiene un nivel socioeconómico bajo, son latinos o afroamericanos, tienen una alta incidencia de diabetes y muchos de ellos luchan por comer la cantidad recomendada de frutas y verduras. Nos lo cuenta directamente el Dr. Richard Bryce, del CSSS:
En CCSS, creemos que el médico tiene la oportunidad de ayudar al paciente a ver la conexión entre sus elecciones de alimentos y su salud. Nuestro objetivo es motivar a nuestros pacientes para que participen más activamente en la salud y el bienestar. Vimos esto como una oportunidad para efectuar cambios en nuestra población de pacientes, por lo que llevamos el Programa Fresh Prescription (Fresh Rx) a CSSS.
Este increíble programa reúne el sistema de salud y el sistema alimentario, fomentando relaciones innovadoras para construir un sistema alimentario sostenible y saludable en Detroit. El programa Fresh Rx brinda la oportunidad a los proveedores médicos de recetar F & H como una forma de «medicina» para sus pacientes. Esta receta se puede canjear en el mercado semanal de agricultores ubicado en el centro CSSS.
Los resultados del programa Fresh fueron investigados estudiando en un grupo de participantes, los cambios de concentración de hemoglobina A1C (HbA1C), presión arterial (PA) y peso en pacientes con diabetes tipo II no controlada. El estudio fue publicado en Preventive Medicine Reports.
La investigación siguió a 65 adultos con diabetes tipo II no controlada durante 13 semanas. El programa asignó hasta $ 40 ($ 10 por hasta cuatro semanas) para la compra de productos del mercado local de agricultores de la clínica. La HbA1C, la PA y el peso se recolectaron dentro de los tres meses posteriores al inicio del programa y dentro de los tres meses posteriores a su finalización. Se encontró una disminución estadísticamente significativa (p = 0.001) en la HbA1C (9.54% a 8.83%). Sin embargo, el peso y la presión arterial no cambiaron de antes a después del estudio. Los hallazgos sugieren la importancia de un programa de prescripción de frutas y hortalizas en pacientes de bajos ingresos con diabetes tipo II en cuanto a mejores resultados de salud, específicamente, una disminución estadísticamente significativa en HbA1C.
El Dr. Brice comenta:
Creemos que el éxito del programa proviene de la conexión que se establece entre la salud y la nutrición. Esta educación es brindada por aquellos involucrados en el programa: el proveedor que prescribe, el trabajador de salud de la comunidad y los que hacen demostraciones de cocina en el mercado de agricultores.
El mercado está ubicado junto con la clínica, reforzando aún más esa conexión entre la buena comida y la buena salud. Los proveedores de atención médica tienen una oportunidad única de ofrecer este tipo de «prescripción» y facultar a sus pacientes para que realicen cambios positivos y duraderos en sus vidas. Tenemos la tarea de mejorar la salud y el bienestar de nuestros pacientes y debemos aprovechar las oportunidades para pensar e ir más allá del frasco de medicina.
Buen modelo este de la prescripción fresca, ¿verdad? Y no es solo en Michigan. Está en todos los Estados Unidos y otras partes del mundo, incluso ligada a Bancos de Alimentos, como la iniciativa Fresh Rx del Banco Regional de Alimentos de Oklahoma.
https://www.youtube.com/watch?v=kTFN87GOkNA
María Soledad Tapia
Referencias:
N° 37 – November 2018
Cardiovascular health, F&V consumption and the power of EU policy to promote both
N° 32 – May 2018
Type 2 diabetes: importance of F&V