Según un comunicado de prensa de la OMS y UNICEF, entre 1990 y 2011, las muertes de los niños menores de 5 años se redujeron en 5,1 millones en el mundo, lo que representa el 42,5%. Mejor aún, está reducción ha sido mayor en la última década, cuando la tasa mundial de mortalidad en este grupo de niños disminuyó en 1,4%.
Los datos del informe anual del Grupo Interinstitucional para las Estimaciones sobre Mortalidad Infantil de las Naciones Unidas (UN-IGME) muestran que el progreso ha sido asombroso en áreas muy pobres como el África Subsahariana, en donde la reducción se duplicó entre la década de los años noventa y la primera década del milenio, cuando pasó de descensos de 1,5% a 3,1% anual. Es decir, todas las regiones, en mayor o menor grado, han experimentado una reducción en las muertes de sus niños durante el primer quinquenio de la vida.
África Subsahariana y Asia meridional son las regiones que enfrentan el mayor desafío ya que más del 80% de las muertes ocurren en estas zonas, hecho que contrasta con los éxitos logrados en África del Norte y Asia Oriental. Por ejemplo, el 50% de las muertes suceden en 5 países (India, Nigeria, República Democrática del Congo, Pakistán y China), pero solamente el 35% de estas muertes se ubican en India y Nigeria.
Sin embargo, según el informe, las estimaciones indican que todavía mueren cada día 19.000 niños por causas prevenibles y el 41% ocurren en el primer mes de la vida. Esto quiere decir que los números no dan y todavía falta para cumplir la meta del milenio que consiste en reducir en dos tercios la mortalidad en el mundo, entre 1990 y 2015.
En relación al informe, comentó Ian Pett, el Jefe de Salud de UNICEF, “Nosotros estamos concentrando nuestra energía en los países donde está el mayor reto. Nos estamos re-focalizando en los mayores asesinos de los niños (neumonía y diarreas), quienes todavía no han recibido la suficiente atención”.
Las principales causas de muertes, revela el informe, son: neumonías con el 18%, complicaciones con nacimientos prematuros con 14%, diarreas con 11%, complicaciones durante el parto con 9% y el paludismo con 7%. Neumonías y diarreas constituyen un tercio de las muertes, siendo éstas enfermedades prevenibles por vacunación.
Anthony Lake, el Director Ejecutivo de UNICEF declaró al respecto: “El descenso global de la mortalidad en los menores de 5 años es un éxito significativo y es el testimonio del trabajo y la dedicación de muchos, incluyendo gobiernos, donantes, las agencias y las familias. Pero también hay asuntos pendientes: millones de niños menores de 5 años siguen muriendo cada año por causas que son en gran parte prevenibles y para las cuales existen intervenciones probadas y accesibles”.
Además de proveer atención en salud, la desnutrición, el abastecimiento de agua, el saneamiento y la higiene, así como la educación son factores que deben ser abordados por los gobiernos de los países más vulnerables para mejorar el desarrollo de los niños.
No obstante, las vacunas, una nutrición adecuada y la disponibilidad de atención médica son medidas que definitivamente impactan la mortalidad en los niños, aun en países muy pobres.
Este éxito demuestra que existen las vías o maneras para mejorar la salud de nuestros niños. Esta es la mejor noticia de este informe.
Irene Pérez Schael