Tener un propósito importante en la vida podría reducir los efectos nocivos que ocasiona la enfermedad de Alzheimer, de acuerdo con un estudio publicado en la revista Archives of General Psychiatry, en su edición en línea de mayo de 2012.
La Dra. Patricia A. Boyle, autora principal del estudio, y sus colaboradores del Rush Alzheimer»s Disease Center estudiaron a 246 personas del Rush Memory and Aging Project que no presentaban manifestaciones de demencia. Los participantes recibieron una evaluación clínica anual durante, aproximadamente, 10 años, la cual incluía pruebas cognitivas y exámenes neurológicos. A todos los sujetos, después de su fallecimiento, se les practicó autopsia del cerebro.
Cada participante respondió una serie de preguntas relacionadas con el concepto de propósito de vida, el cual, según los autores, está relacionado con el desarrollo de capacidades que permiten establecer metas y prioridades para actuar de forma consistente y alcanzar el objetivo deseado.
Adquirir esas habilidades requiere un proceso de análisis y reflexión, y la elaboración de una narrativa que sintetice y le dé sentido a las diversas experiencias personales.
Tener un propósito en la vida, una razón de ser, se asocia a aspectos positivos de la salud mental como la capacidad de experimentar la felicidad, la satisfacción y los afectos.
Sin embargo, esas cualidades no previenen las alteraciones patológicas que se observan en el cerebro de las personas con Alzheimer. Los investigadores consideran que tener un propósito importante en la vida, más bien, contribuye al desarrollo de circuitos neuronales eficientes que permiten mantener las capacidades cognitivas, a pesar del daño ocasionado por el Alzheimer.
Ovillos y placas responsables del daño cognitivo
Las placas de amiloide están constituidas por la proteína beta-amiloide y son una de las características principales de la enfermedad de Alzheimer. Se depositan entre las células nerviosas o neuronas. A medida que se forman y acumulan en determinadas zonas del cerebro, las neuronas sanas comienzan a funcionar con menos eficacia.
Los ovillos neurofibrilares están integrados por un conglomerado anormal de proteínas compuesto por pequeñas fibrillas entrelazadas dentro de las neuronas.
La acumulación de las placas y ovillos en el cerebro conduce al daño progresivo de las conexiones entre las células nerviosas y su posterior destrucción y muerte, lo cual causa la pérdida de memoria, el deterioro de la función cognitiva, los cambios de personalidad y la dificultad que presentan estos pacientes de llevar a cabo las actividades cotidianas.
Conclusiones
Las placas de beta amiloide y los ovillos neurofibrilares fueron cuantificados durante la autopsia.
Datos recientes sugieren que la mayoría de los ancianos presentan placas y ovillos, incluso aquellos que no tienen manifestaciones de demencia.
De acuerdo con los datos que suministraron los participantes y los resultados de las autopsias, los investigadores concluyeron que los sujetos que reportaron tener un propósito importante en la vida presentaban un mejor desempeño cognitivo, incluso cuando presentaban acumulación de placas de beta amiloide y ovillos en sus cerebros, en comparación con aquellos individuos que no tenían un propósito claro y definido en sus vidas.
Estos hallazgos sugieren que tener un propósito en la vida, una razón de ser, tener la capacidad de establecer prioridades, metas y lograr objetivos podría proteger a la memoria y a las funciones cognitivas en contra de los efectos dañinos que ocasionan las placas de beta amiloide y los ovillos.
Dra. Berdjouhi Tsouroukdissian