En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Tuberculosis (TB), la comunidad internacional que trabaja en TB lanza una estrategia de acción para desarrollar una vacuna contra esta enfermedad en la próxima década.
El plan global, creado por investigadores, clínicos, fabricantes de vacunas, instituciones internacionales de salud pública, donantes, organizaciones públicas y privadas, fue ensamblado por la Alianza Mundial Alto a la TB bajo el apoyo de WHO, La Fundación Bill y Melinda Gates, Aeras, Tuberculosis Vaccine Iniciative, la Comisión Europea, FP 7 Framework Programme y los Institutos Nacionales de Salud (NIH). El documento fue publicado en marzo en la revista Tuberculosis (Vol 92, S1-35, 2012).
El plan es el resultado de un consenso que permitió llegar a acuerdos en la definición de áreas prioritarias, los elementos esenciales para el progreso, actividades críticas de investigación a seguir y los puntos esenciales para seleccionar las vacunas candidatas de TB que están listas para ser probadas en ensayos clínicos. Todos estos aspectos constituyen el marco del plan, un documento que en sí mismo es un modelo de claridad, decisión y presentación, comentó Patrick J. Brennan en el artículo: A new TB vaccine blueprint.
¿Por qué todo este esfuerzo?
Un tercio de la población mundial está infectada por el Mycobacterium tuberculosis, la bacteria que causa TB. Según la OMS, entre los agentes infecciosos, la TB es la segunda causa de muerte después del sida. En 2010, se enfermaron 8,8 millones de personas y murieron 1,4 millones por esta causa.
Cada año, en América, 270.000 personas contraen la enfermedad y cerca de 23.000 (8,5%) mueren por causa de TB. El 16% (44.000) son niños. España es el octavo país de la Unión Europea con TB con una tasa de incidencia de 16,6 casos por 100.000 habitantes. Este problema se ha agravado con el sida ya que una tercera parte de los infectados con VIH padecen de TB, una combinación letal. Es oportuno acotar que se han obtenido notables progresos en el tratamiento de la coinfección del sida y la TB.
Otro problema que confronta la TB es la multirresistencia que presenta la bacteria a los fármacos utilizados en el tratamiento. Según OMS, en 2010, se registraron 650.000 casos de multirresistencia.
Por lo demás, en el presente solo existe una vacuna contra la TB, la vacuna BCG (Bacilo de Calmette-Guérin), que protege contra las formas severas de TB pulmonar en niños pero no es muy eficaz en adolescentes y adultos. Todo esto indica la necesidad de lograr una nueva vacuna contra la TB con mayor espectro de eficacia. Actualmente, hay 15 vacunas contra TB que podrían ser candidatas para ensayos clínicos, hecho que ha sido producto del esfuerzo mancomunado del sector público y privado durante la primera década de este siglo y del diseño de una estrategia global para luchar contra esta enfermedad.
Es importante reconocer que la tasa de mortalidad por TB ha disminuido en 40% entre 1990 y 2010, según OMS. En EEUU, los casos de TB disminuyeron 6%, alcanzando una incidencia de 3,4 casos por 100.000 habitantes, si bien no se llegó a la meta fijada.
No obstante, el lanzamiento de esta nueva estrategia global abre nuevos caminos y esperanza para el control de la TB en el mundo.
Irene Pérez Schael