El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 12. Producción y Consumo Responsables, pretende cambiar el modelo actual de producción y consumo para conseguir una gestión eficiente de los recursos naturales, poniendo en marcha procesos para evitar la pérdida y desperdicio de alimentos, un uso ecológico de los productos químicos, disminuir la generación de desechos, alentar a las empresas a que adopten prácticas sostenibles y comuniquen sobre sostenibilidad, promover prácticas de adquisición pública que sean sostenibles, ayudar a los países en desarrollo a fortalecer su capacidad científica y tecnológica para avanzar hacia modalidades de consumo y producción más sostenibles, lograr un turismo sostenible, racionalizar los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles y asegurar que las personas de todo el mundo tengan la información y los conocimientos pertinentes para el desarrollo sostenible y los estilos de vida en armonía con la naturaleza. (ONU).
La meta 12.3 de este ODS aspira a “reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial en la venta al por menor y a nivel de los consumidores y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha” en 2030 (ONU).
Entonces, las pérdidas se refieren a la disminución de la masa disponible de alimentos para el consumo humano en las fases de producción, postcosecha, almacenamiento y transporte, mientras que el desperdicio de alimentos se refiere a la disminución de la masa disponible de alimentos derivadas de la decisión de desechar aquellos que todavía tienen valor, y se asocia principalmente con el comportamiento de los vendedores mayoristas y minoristas, servicios de venta de comida y sobre todo, los consumidores.
A nivel mundial, los sistemas agroalimentarios producen más de 11.000 millones de toneladas de alimentos/año. La producción mundial de cultivos primarios alcanzó los 9.600 millones de toneladas en 2022 (FAO). De estos, según el Índice de Pérdidas de Alimentos que custodia y estima FAO, 13,3 % se pierde desde la etapa posterior a la cosecha hasta antes del nivel minorista de la cadena de suministro (FAO), mientras que de acuerdo al Índice de Desperdicio de Alimentos que custodia y estima el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), 19 % adicional (la asombrosa cantidad de 1.050 millones de toneladas de alimentos) se desperdicia en los hogares, los servicios de comidas y la venta minorista (PNUMA). Este nivel de pérdidas y desperdicio (PDA) serviría no solo para alimentar a quienes lo necesitan, sino también representa una carga ambiental significativa (FAO).
PDA Y CAMBIO CLIMÁTICO: UNA CONEXIÓN DESCONOCIDA Y PROFUNDA
Las PDA no solamente constituyen un asunto ético, o de preocupación social, nutricional, humanitaria, y económica, sino también ambiental. Cuando desperdiciamos alimentos, también desperdiciamos tierra, energía, agua y la mano de obra que se requiere para cultivarlos, cosecharlos, transportarlos y empacarlos, se afecta la biodiversidad, se aumenta la contaminación, y si llegan al vertedero producen metano.
El desperdicio de alimentos genera aproximadamente entre 8 y 10 % de todas las emisiones de gases de efecto invernadero ocasionadas por el hombre y cuestan 1 billón de dólares anuales (ONU Cambio climático). Es decir, afectan la seguridad alimentaria y nutricional, la economía mundial, exacerban el cambio climático, la pérdida de naturaleza y la contaminación.
¿CÓMO MEDIRLAS?
Los países pueden generar datos de PDA. Existen herramientas y entrenamientos de FAO para capacitar en estrategias y métodos de medición de pérdidas, cómo organizar la información y agregar los datos para contribuir a compilar el Índice, con el enfoque de cadenas productivas (para cada país se usa una canasta de 10 productos). Esta es un área fértil para los ingenieros agrónomos, productores primarios, y partes interesadas.
Con respecto al desperdicio, también existen métodos y estrategias para medirlo. El último informe de PNUMA (Informe sobre el índice de desperdicio de alimentos 2024 | UNEP – UN Environment Programme), referencia un solo trabajo de Venezuela, realizado en Planta Experimental de Tratamiento de Aguas de la Facultad de Ingeniería de la UCV (https://ve.scielo.org/pdf/rfiucv/v29n1/art05.pdf).
INFORMAR, EDUCAR, CONCIENCIAR
El tópico de las PDA convoca igualmente a educar, informar, y concienciar sobre el tema, para convertir este gran desafío mundial (la necesidad de reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos planetarias) en una oportunidad para la toma de decisiones informadas, fundamentada en a) la sensibilización de jóvenes estudiantes -basada en ciencia-, y formación de ciudadanos convocados -basada en información y concienciación- para abordar el problema.
Por citar un ejemplo, el World Wildlife Fund ha desarrollado recursos de educación y pone a la disposición sus recursos gráficos y de instrucción: lecciones, actividades y recursos de enseñanza para grados K-12 (de Kindergarten hasta el grado 12, que es la finalización de la escuela secundaria en el Reino Unido) sobre el impacto de lo que comemos y lo que desperdiciamos en el planeta. Entre los mismos enseña, por ejemplo, a convertirse en un “Guerrero contra al desperdicio”, con “auditorías de desperdicio de alimentos” para estudiantes de diferentes edades (Be A Food Waste Warrior Spanish | Educators Toolkits | WWF).
¿QUÉ HACER PARA LLEVAR ESTE MENSAJE AL CONSUMIDOR?
La gente sabe de manera general que no debe descartar la comida. Quizás entre los elementos más comunes que se manejan está el económico: Estás tirando el dinero. También el ético: ¿cómo vas a botar alimentos habiendo tantas personas pasando hambre? Igualmente se producen reacciones porque el tema nos afecta, pero no sentimos que las pérdidas sean nuestra responsabilidad, por ejemplo, no somos responsables de la falta de combustible, ni de las alcabalas en el camino, ni de las malas prácticas o calidad de los medios de transporte, etc. Sin embargo, sí somos responsables de nuestras prácticas en el hogar, en los servicios de alimentación, y del comercio al detal.
OTRA MANERA DE MIRARLO
Un gran desliz que se comente con las PDA es la ceguera o invisibilización del impacto directo de las PDA sobre el medioambiente o el cambio climático, algo que se puede referir: “Lo que usted quizás no percibe de la banana que cae del racimo”. Esto lo discutimos en el artículo Pérdidas y desperdicios de alimentos. Lo que usted quizás no percibe de la banana que cae del racimo.
Y esto lo debemos pensar en los supermercados cuando vemos las frutas individuales que han sido separadas del racimo que cuelga en los estantes de la sección Fruver, generalmente por manipulación inadecuada del cliente, quizás también por los trabajadores del supermercado, por los transportistas, etc. Lo cierto es que cantidades de frutas «caídas» permanecen allí, muchas en muy buen estado, pero nunca colocadas en el carrito de compras pues son vistas como descarte. Venderlas más baratas podría ser una salida.
Un buen ejemplo en este sentido es el de Lidl , cadena internacional de supermercados de descuento, de origen alemán, conocida por ofrecer productos de calidad a precios bajos. Lidl opera en 31 países y cuenta con más de 12,350 tiendas en todo el mundo. La compañía puso a disposición de sus clientes la ‘bolsa antidesperdicio’, un pack por tres euros compuesto por frutas y verduras que no cumplen con los estándares estéticos, pero sí son aptas para su consumo. De la misma manera inició la venta de panes del día anterior con un 50% de descuento o una segunda rebaja adicional que pasa del 30% al 50% en el último día de caducidad en sus artículos de nevera, carne o pescado.
El tema de PDA también convoca a los multilaterales. Por ejemplo, el BID tiene un proyecto de Cooperación Técnica para contribuir a reducir las Pérdidas y Desperdicios de Alimentos en América Latina y el Caribe. A través de esta operación, el Banco financia proyectos piloto innovadores, propuestas de política pública, y el desarrollo de conocimientos y capacidades en materia de PDA entre los actores públicos y privados. Las actividades a desarrollarse en el marco de esta operación forman parte de la plataforma #SinDesperdicio lanzada por el Banco en octubre de 2018 y financiada por la operación RG-T3229. La plataforma ha generado un verdadero efecto red (network effect), incorporando a organizaciones y empresas como FAO, WRI, UNEP, CGF, WRAP, la Red Global de Banco de Alimentos, Nestlé, Grupo Bimbo, Femsa (a través de su Fundación), Oxxo, Dow, IBM y Coca Cola.
- ¿Tenías en cuenta que las pérdidas de alimentos conllevan el desperdicio de recursos utilizados en la producción como tierra, agua, energía e insumos, por lo que producir comida que no va a consumirse supone emisiones innecesarias de CO2?
- ¿Sabías que en América Latina y el Caribe se pierde aproximadamente el 55% de las frutas y vegetales cosechados, principalmente debido a problemas que surgen durante el almacenamiento, el empaque y la distribución? BID
Pero aquí hay que agregar otros actores, el consumidor: usted, nuestra familia y amigos, todos.
Podemos verlo igualmente con ejemplos prácticos como éste: Si miras una manzana, ¿qué ves? Cuando tiramos una manzana a la basura, ¿sabías que desperdiciamos tanto agua como al bajar 7 veces de la cadena del water?
Debemos entonces pensar en la emisión de gases de efecto invernadero, la sobre explotación de las tierras en detrimento de su calidad, el uso de agua y afectación de los caudales de agua por/en la producción de alimentos, la afectación de hábitats acuáticos y forestales y su biodiversidad, todo para producir alimentos, los cuales, además, pueden ser desechados, no son consumidos, los desperdiciamos. Entonces, todo ha sido en vano.
Invitemos a prodigar esta mirada a los cambures, a los tomates, a lo que usted vea que está siendo desperdiciado en el supermercado, en la frutería, en el camión de los gochos, en el hogar…pero la gran invitación es a los educadores venezolanos para que se instruyan e instruyan a sus alumnos en este importantísimo tema, lo cual redundará en una suerte de conversión en ciudadanos sensibles y comprometidos sobre un tema al cual eran indiferentes por simple desconocimiento.
BANCO ALIMENTAR DE VENEZUELA
Invitamos igualmente a apoyar a nuestro primer Banco de Alimentos en Venezuela: Banco Alimentar de Venezuela, que ya cumple su primer año y está realizando una labor extraordinaria, con el enorme esfuerzo y empeño de sus directivos, y el encomiable apoyo de personas y organizaciones comprometidas: Instagram-
En MiradorSalud le dimos la bienvenida: Un Banco de Alimentos para nuestro país: Banco Alimentar de Venezuela y hacemos votos porque este maravilloso proyecto prospere apuntalado por la buena voluntad de los venezolanos.
Les invitamos a revisar la serie de artículos que hemos escrito sobre el tema, en MiradorSalud:
Pérdidas y Desperdicios de alimentos
María Soledad Tapia