A Eduardo Buroz Castillo. En diciembre de 2019 la ONU declaró a 2021 como el Año Internacional de las Frutas y Verduras (F&V), hortalizas en Venezuela. En ese momento no había pandemia por SARS-CoV-2.
Entre las razones para esa declaratoria estuvo la de sensibilizar al mundo sobre la importancia para la salud, la nutrición y la economía de las F&V, de modo de mejorar la producción de alimentos saludables y sostenibles a través de la innovación y la tecnología y la reducción de las pérdidas y desperdicio de alimentos (PDA). En ese momento no había pandemia por SARS-CoV-
Hoy en día ante la crisis sanitaria provocada por la pandemia, ONU y FAO enfatizan que es esencial promover dietas saludables para fortalecer nuestros sistemas inmunitarios. Además, en un escenario de pandemia, los esfuerzos deben estar centrados en mejorar la seguridad alimentaria, la cual solo puede ser plena si los alimentos son saludables y nutritivos. Esto ha puesto en otro contexto la importancia de las F&V, lo mismo que sus costos.
Por otro lado, la crisis económica producida ha tenido efectos muy fuertes sobre las sociedades rurales, la agricultura y los sistemas alimentarios, con interrupciones en los eslabones de la cadena de valor del sistema agroalimentario, lo cual ha producido mayores PDA. Esto ha puesto en otro contexto el importante tema de las PDA.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas, ha producido una serie de documentos sobre “Sistemas alimentarios y COVID-19 en América Latina y el Caribe”, y dedicó uno de estos a cómo disminuir las pérdidas y desperdicios de alimentos.
Algo muy importante señalado en este boletín es:
- La pérdida y desperdicio de alimentos es un problema mundial que antecede la pandemia de la COVID-19.
- Análisis cualitativos indican que la pérdida y desperdicio de alimentos ha empeorado durante la pandemia.
- Se debe realizar una estimación cuantitativa para saber exactamente cómo la COVID-19 incide en la pérdida y desperdicio de alimentos.
- La reducción en pérdidas y desperdicios de alimentos puede apuntar a mejorar el rendimiento económico, la seguridad alimentaria, nutrición y/o sostenibilidad ambiental.
Como lo dice CEPAL, estos documentos proporcionan a los tomadores de decisiones en los gobiernos, en el sector privado y en la sociedad civil, información y recursos de utilidad para apoyar el diseño y la implementación de acciones contra los efectos de la pandemia en América Latina y el Caribe. Este es igualmente el objetivo de otros documentos generados por organismos internacionales sobre el tema.
Pero, ¿qué se hace para llevar este mensaje al consumidor?
La gente sabe de manera general que no debe descartar la comida. Quizás entre los elementos más comunes que se manejan está el económico: Estás tirando el dinero. También el ético: ¿cómo vas a botar alimentos habiendo tantas personas pasando hambre? Igualmente se producen reacciones porque el tema nos afecta, pero no sentimos que esas pérdidas sean nuestra responsabilidad. Así nos ha dolido conocer realidades como las descritas en Efecto Cocuyo del 18 de noviembre de 2020: Fedeagro: Por falta de combustible se pierden las cosechas en Venezuela:
- …Aunque desde 2019 hay fallas de combustible que afectan a los productores venezolanos, desde la llegada de la pandemia de COVID-19 se agudizó la escasez de gasolina…
- …para que un vendedor de hortalizas llegue a Caracas debe tener combustible. Antes un viaje duraba un día y medio, pero con las fallas de despacho de gasolina y diésel, ahora puede tardar hasta tres días.
- …esto no solo es una pérdida para el productor, además influye en la calidad de las hortalizas que llegan a la mesa de cada venezolano.
También en este demoledor reportaje en Prodavinci: Agricultura en riesgo en tiempos de pandemia que pareciera reflejar con los matices propios y trágicos de nuestra Venezuela, cuando discutimos en mayo de 2020 en MiradorSalud sobre Pérdidas y Desperdicios de Alimentos en tiempos de COVID-19.
Recientemente, el 10 de enero de 2021, la denuncia de Alfonso #Agro Andino @AndinoAgro también dolió mucho:
- Se nos perdió la cosecha de lechuga porque no se pudo vender por la falta de combustible y comercio. Inversión en dólares perdida.
¿Otra manera de mirarlo?
Otro gran desliz que se comente con las PDA es la ceguera o invisibilización del impacto directo de las PDA sobre el medioambiente o el cambio climático, algo a lo que personalmente me refiero como: “Lo que usted quizás no percibe de la banana que cae del racimo”.
Y esto lo pienso siempre en los supermercados cuando recojo las frutas individuales que han sido separadas del racimo que cuelga en los estantes de la sección Fruver, generalmente por manipulación inadecuada del cliente, quizás también por los trabajadores del supermercado, por los transportistas, etc. Lo cierto es que cantidades de frutas «caídas» permanecen allí, muchas en muy buen estado, pero nunca colocadas en el carrito de compras pues son vistas como descarte. Venderlas más baratas podría ser una salida.
Recurramos a lo que nos dice el BID:
- ¿Tenías en cuenta que las pérdidas de alimentos conllevan el desperdicio de recursos utilizados en la producción como tierra, agua, energía e insumos, por lo que producir comida que no va a consumirse supone emisiones innecesarias de CO2?
- ¿Sabías que en América Latina y el Caribe se pierde aproximadamente el 55% de las frutas y vegetales cosechados, principalmente debido a problemas que surgen durante el almacenamiento, el empaque y la distribución?
Pero aquí hay que agregar al consumidor, a usted, a mí, a nuestra familia y amigos, a todos.
Un artículo publicado en España el 18 de enero de 2021 titulado “El problema invisible sigue existiendo, los secretos del desperdicio de alimentos” señala:
- …el desperdicio de alimentos es una de las materias de mayor importancia actual en cuanto a la crisis climática, sin embargo, un nuevo estudio de Too Good To Go, movimiento que combate el desperdicio de alimentos, revela que solamente 1 de cada 10 españoles relaciona este problema con un impacto directo sobre el medioambiente o el cambio climático. ¿Qué está fallando?
- Lo importante es saber que los alimentos que nunca se consumen esconden algo detrás y es que implican el desperdicio de todos los recursos como agua, tierra o energía empleados para su producción y transporte, generando un impacto sobre el planeta.
Hay más:
- Hay una aplicación que lucha contra el desperdicio de alimentos, desde la cual lanzan El Problema Invisible, una iniciativa para visibilizar y concienciar a la sociedad sobre las consecuencias reales de tirar comida a la basura.
- Desde la app alertan que el desperdicio de alimentos es un problema invisible que esconde grandes consecuencias que son desconocidas para la gran mayoría. Por ejemplo, casi el 30% de la tierra agrícola mundial o lo que viene a ser la superficie equivalente a 4 veces el tamaño de España se está utilizando para producir alimentos que luego no se consumen.
- Pero además de esto hay otras cifras que preocupan como que el desperdicio de alimentos es responsable de entre el 8 y el 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero, lo mismo que las emisiones del transporte mundial por carretera.
Ellos dicen:
Si miras una manzana, ¿qué ves? Cuando tiramos una manzana a la basura, ¿sabías que desperdiciamos tanto agua como al tirar 7 veces de la cadena?
Debemos entonces pensar en la emisión de gases de efecto invernadero, la sobre explotación de las tierras en detrimento de su calidad, el uso de agua y afectación de los caudales de agua por/en la producción de alimentos, la afectación de hábitats acuáticos y forestales y su biodiversidad, todo para producir alimentos, los cuales, además, pueden ser desechados, no son consumidos, los desperdiciamos. Entonces, todo ha sido en vano.
Yo invito a prodigar esta mirada a los cambures, a los tomates, a lo que usted vea que está siendo desperdiciado en el supermercado, en la frutería, en el camión de los gochos, en el hogar…
María Soledad Tapia
Nota de interés: En 2019, la principal publicación anual de la FAO, el informe “El estado mundial de la agricultura y la alimentación”, (SOFA por sus siglas en inglés) se concentró en: «Progresos en la lucha contra la pérdida y el desperdicio de alimentos», en el que se examinan los complejos medios a través de los cuales la pérdida y el desperdicio de alimentos, así como las medidas adoptadas para afrontarlos, afectan a la seguridad alimentaria y al medio ambiente y proporciona nuevos índices de PDA y de estimaciones de las pérdidas de alimentos a nivel mundial desde la cosecha hasta el nivel minorista, sin incluir las estimaciones para este último. El SOFA 2020 está dedicado a «Superar los desafíos relacionados con el agua en la agricultura«.
Desperdicio alimentario y cambio climático: una conexión tan desconocida como profunda
Esta es la huella ambiental de la comida que tiramos a la basura
Un Comentario
Lirio
La falta de educación , información y toma de conciencia , al respecto , debería ser una política de estado la cual debería estar presente en el hogar, la escuela , las instituciones públicas y privadas . Es doloroso leer este tipo de información a sabiendas que podría aliviar el hambre de tantos ,si esos desperdicios se convirtiera en parte de la solución y no del problema . .. Qué pasa con la humanidad y sus gobiernos??? … Me atrevería a decir que se muere más la gente por hambre que por la “ pandemia “
. Gracias Dra Ma Soledad Tapia por contribuir a la toma de conciencia .