Para cerrar el año, les brindaremos el cuarto artículo de la serie iniciada en agosto con ¿Cómo acrecentar nuestro poder personal? Se utilizó el enfoque de las fortalezas personales para categorizarlas en: profesionales, de auto-desarrollo e interpersonales. En el artículo Prácticas integrales para descubrir nuestro poder publicado en septiembre se enfatizaron cualidades importantes para el desarrollo profesional. Se continuó en octubre con las Prácticas integrales para el auto desarrollo, donde se sugirieron rituales para sincronizarnos integralmente y mantener activo el proceso de crecimiento personal.
De nuevo coincidiendo el fin del año con una situación crítica, complicada y desesperanzadora en Venezuela, les ofrecemos este artículo que espero sea de utilidad en diversos aspectos. Considero que es crucial motivar la ampliación de perspectivas, de habilidades para relacionarnos mejor y sobre todo consolidar el espíritu de solidaridad y empatía necesarios para la construcción de la Venezuela que deseamos.
En el artículo inicial de agosto, se dieron como ejemplos de habilidades interpersonales:
- Delegar: Reconocer que no puedes hacer todo y estar dispuesto a desarrollar un nuevo estilo de control y estímulo. Para ello debes identificar qué puedes delegar y a quién puedes poner a cargo. Incluir el tiempo de entrenamiento necesario para hacer la labor como se desea. Ser paciente y brindar la retroalimentación adecuada para poder incrementar la capacidad del grupo o equipo.
- Promover: Quien genera el proyecto es el mejor promotor del mismo. Posicionarse responsablemente como el experto, documentando y explicando a otros el proyecto del cual se está a cargo.
- Relacionador/Inteligencia Interpersonal: Desarrollar la percepción adecuada y habilidad para construir relaciones beneficiosas para el trabajo colectivo y el crecimiento de lo que desees emprender. Diversifica tus redes de relaciones, ampliándolas para incluir personas fuera de tu círculo inmediato. La reciprocidad es vital para mantener conexiones fuertes, por ello es importante hacer contacto con frecuencia.
Estas capacidades para relacionarnos con los demás son claves en las relaciones laborales, afectivas y familiares. Al igual que para el desarrollo de las capacidades de las áreas profesionales y de auto-desarrollo es crucial estar atento a las ocasiones que permiten fortalecerlas saliéndonos de nuestra zona de confort para seguir estas recomendaciones.
Habilidades interpersonales para construir país
Dada la actualidad venezolana y de países de la región, consideré de mayor utilidad en vez de brindarles una práctica particular para desarrollar algunas de las capacidades mencionadas, explorar ejercicios para la resolución de conflictos que pudieran contribuir a la reconstrucción del tejido psicosocial que requerimos para una nueva Venezuela.
En mi revisión de referencias me impactó el contenido expuesto en la conferencia final del seminario auspiciado por el Centro Carter en Caracas en el 2003. Allí William Ury, experto en negociación de la Universidad de Harvard, expuso su enfoque de El Tercer Lado y entre otras cosas, comentó sobre el partido que se jugó en ambos lados de la autopista entre facciones opuestas. Aparte de su trabajo en las sesiones de negociación invitó a los venezolanos que se ubicaran en el “tercer lado” del conflicto existente, con una perspectiva comprensiva de las necesidades de cada una de las partes. Este evento fue parte del proceso de negociación impulsado por César Gaviria, Secretario General de las Naciones Unidas para la fecha.
Revivir este episodio clave ocurrido hace 16 años me llena de tristeza. Debo aclarar que tuve la oportunidad de oir a este experto en otra charla que realizó en el IESA en esa oportunidad. Veo como no pudimos incorporar lo recomendado permeando mayores segmentos de la sociedad y atendiendo sus necesidades y valores más importantes. Es verdad que no llegamos a una guerra civil, resultado temido por observadores internacionales. Pero haber utilizado este proceso como un calmante circunstancial ha provocado a lo largo de este tiempo peores consecuencias, derrumbando paulatinamente el imperfecto tejido socioeconómico, institucional y cultural que poseíamos. Este deterioro progresivo fue ignorado por los organismos internacionales y paises vecinos, hasta que la crisis humanitaria y la ola desatada de migración los ha obligado a tomar cartas en el asunto.
Sin ser experta en procesos psicosociales estimo que la situación del 2002 ameritaba una mirada profunda a lo que sucedía que lamentablemente no estuvimos en capacidad de dar. Ahora nos encontramos ante un conflictivo panorama que de ser abordado como un cambio de dirigencia y solución de problemas de subsistencia, perderíamos la oportunidad de corregir el rumbo para construir la consciencia ciudadana y relaciones integradoras que requerimos para dar un giro radical a nuestro país.
Me interesan particularmente los métodos pacifistas como el desarrollado por Marshall B. Rosenberg (1934-2015) y divulgado a través de sus escritos, talleres y entrenamientos para procesos de paz en 60 países y particularmente en áreas afectadas por guerras. En su best-seller, Comunicación no violenta: Un lenguaje de vida, ofrece poder desarrollar habilidades para relacionarnos en armonía con nuestros valores.
Rosenberg, aunque con credenciales académicas y prácticas como psicólogo clínico, desarrolló su trabajo a partir de experiencias aplicadas de intervención. Su trabajo ha tenido pocas evaluaciones sistemáticas de sus resultados y según Ellen Gorsevski, investigadora sobre retórica geopolítica, el planteamiento de Rosenberg sobreestima el poder individual, mientras que la pieza clave de la violencia estructural es casi ignorada.
Gorsevski se refiere al concepto desarrollado en los años 60 por el prestigioso sociólogo noruego Johan Galtung quien distingue la violencia directa evidente (verbal, psicológica y física) de las no evidentes: la estructural (aquella que impide la satisfacción de las necesidades básicas, como la pobreza, represión y la contaminación, entre otros) y la cultural (ideas, normas, valores, tradición). Su triángulo de la violencia es realmente esclarecedor para entender las situaciones conflictivas en nuestros países latinoamericanos. Al planteamiento de Galtung habría que añadir la categoría acuñada por Pierre Bourdieu de violencia simbólica (manifestaciones, actos o rituales que dan reconocimiento a estos tipos de violencia no evidentes).
A partir de estos conceptos encuentro algo de claridad de porqué ha sido tan difícil o imposible aprovechar las bondades que los procesos de negociación que han sucedido nos hubieran podido brindar. ¿Será porque hemos ignorado la violencia inconsciente a la cual estamos sometidos los distintos grupos sociales venezolanos? ¿Qué papel juega la epigenética en todo esto?
¿Un café?
Para cerrar con una nota positiva de acción, vean la siguiente charla TED y pongan en práctica lo que Elizabeth Lesser nos sugiere. Este ejercicio en sincronía con los planteamientos de Rosenberg y de Ury nos insta a escoger a una persona – que no piense como nosotros – e invitarla a comer (dada la situación venezolana, la invitaríamos a un café).
Las condiciones de este ejercicio son las siguientes:
Objetivos:
- Conocer a una persona que pertenezca a un grupo al que yo haya calificado negativamente.
- Estar dispuestos a iniciar esta conversación en forma abierta y sincera para generar confianza y empatía.
- Prestar atención a las necesidades y valores del otro para conocerlos, sin juzgarlos.
- Buscar que la persona se sienta escuchada y comprendida, aunque no estemos de acuerdo con lo que diga.
Acordar reglas comunes antes del encuentro:
- No tratar de persuadir, defenderse o interrumpir.
- Ser curiosos, conversadores y auténticos.
- Escuchar atentamente.
Preguntas que Lesser sugiere que se hagan, pero pueden ser otras en sintonía con sus intereses:
- Comparte algunas de tus experiencias de vida conmigo.
- ¿Qué problemas te preocupan profundamente?
- ¿Qué es algo que has deseado preguntarle a alguien de un grupo contrario al tuyo?
Si tienen dudas a quien invitar, cuando se den cuenta que se están queriendo distinguir o separar de un “otro” atiendan esa señal. Daríamos un paso importante para conocernos, desarrollar habilidades interpersonales y empezar a sanar nuestro tejido social herido. Si se animan, este ejercicio también pudiera realizarse con pequeños grupos, teniendo igual número de participantes de grupos opuestos y un moderador con experiencia.
Les deseo lo mejor para el 2020 y apreciaría mucho sus sugerencias acerca de los temas que quisieran que abordara en el próximo año.
Jeannette Díaz
Nota sobre la autora:
Jeannette Díaz es Doctora en Educación de la Universidad de Massachusetts, Amherst, Profesora Titular Jubilada de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela. Durante sus 28 años como docente, Coordinadora Académica y Coordinadora de Investigación disfrutó siendo mentora y coach de estudiantes y profesores apoyándolos en el desarrollo de sus habilidades creativas y progreso en sus carreras docentes. Formalizó esta área de interés cursando estudios y obteniendo la Certificación como Integral Master Coach® de Integral Coaching Canada. Es miembro de la Federación Internacional de Coaches en el nivel Profesional (PCC). Actualmente trabaja como coach, ayudando a profesionales creativos, arquitectos y emprendedores a cerrar la brecha entre sus expectativas y logros alcanzados. Página web de Jeannette Díaz